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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/09/2025 04:40
Cabify nació del deseo de crear ciudades más habitables y devolver el espacio público a las personas, cuenta Juan de Antonio En un nuevo episodio de La Fórmula Podcast, Juan de Antonio, fundador y CEO de Cabify, compartió cómo nació la idea de crear la compañía hace casi 15 años, inspirada en su deseo de transformar las ciudades en lugares más humanos y habitables. Relató que el contraste entre los pueblos y las grandes urbes lo llevó a preguntarse cómo usar la tecnología para devolver el espacio a los ciudadanos y no a los autos, imaginando calles con más árboles, bicicletas y vida social. Además, reflexionó sobre el propósito como motor de su compañía y como guía personal. Recordó que su paso por la Universidad de Stanford le abrió los ojos a la posibilidad de crear una startup global y desde entonces su ambición no fue solo levantar una empresa, sino hacerlo con una cultura basada en valores. El episodio completo podés escucharlo en Spotify y YouTube. Juan de Antonio es ingeniero de Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid y cursó un MBA en la Universidad de Stanford con una beca Fulbright. En 2011 fundó Cabify, la empresa española de movilidad con sede en Madrid que opera en España y Latinoamérica. Más de 1200 empleados integran Cabify, promoviendo la innovación y sostenibilidad en la industria de la movilidad (Imagen Ilustrativa Infobae) Antes de emprender este proyecto, trabajó en Ericsson y Nokia, fue consultor en Boston Consulting Group y dirigió el área de marketing y desarrollo de negocio en la compañía californiana Zero Motorcycles. Su liderazgo se ha caracterizado por impulsar una movilidad urbana más sostenible y por consolidar el crecimiento internacional de Cabify desde su lanzamiento. Cabify llega a España y a América Latina hace casi 15 años para mejorar la movilidad, reforzando el estándar y la formalización de esta industria y con ello la realidad en las ciudades. La seguridad, la calidad y la sostenibilidad han sido claves en este viaje que comenzó Juan de Antonio y que hoy reúne a más de 1200 empleados. Hoy día, la compañía está presente en más de 40 ciudades de 6 países. Además de su servicio principal de ride hailing, la compañía ha lanzado una vertical de logística para empresas en América Latina y, más recientemente, está impulsando Cabify Ads en la industria publicitaria. La empresa es un referente latino del emprendimiento por su impacto en la innovación y por su escalabilidad hasta ser una de las más relevantes en el sector de la movilidad. De hecho, para explicar el efecto multiplicador de la compañía, según un informe de Endeavor unas 90 empresas se han creado por parte de empleados que han formado parte de Cabify. La tecnología aplicada a la movilidad permitió la expansión de Cabify a más de 40 ciudades de seis países (Imagen Ilustrativa Infobae) — Me encantaría que me cuentes cómo empieza Cabify, cómo nace la idea — Cabify nace hace ya casi quince años en un contexto muy particular. Yo me encontraba en un momento vital donde había completado unos estudios y había decidido dedicarme a algo que fuera relevante para mí. Yo vengo de un pequeño pueblo en las montañas de Segovia y he vivido mucho tiempo en Madrid y quería hacer uso de todos los aprendizajes de mi carrera profesional para intentar que esas ciudades en las que vivimos se parecieran más a ese pequeño pueblo, ¿no? La realidad es que el vehículo particular ha traído grandísimas cosas, mucho progreso, pero también ha modificado el urbanismo de nuestras ciudades y en algún caso, lo ha monopolizado. Solo así se explica pues el 85 por ciento del espacio urbano está dedicado a los vehículos particulares, vehículos que el 95 por ciento del tiempo están parados. Es esa vocación de trabajar en algo que te importa y que es relevante para ti. Viniendo de un pueblo pequeño, me gusta el campo y me gustaría que las ciudades, en lugar de que haya menos asfalto, haya más espacio para las personas. Y eso puede ser árboles plantados en las calles o espacio para ir en bici, patinar, etcétera. Ese es el germen, el origen de Cabify. Devolver las ciudades a los ciudadanos y usar la tecnología para eso. La vida emprendedora demanda resiliencia y flexibilidad ante el cambio y los desafíos diarios, reconoce Juan de Antonio (Imagen Ilustrativa Infobae) — Sé que estuviste un tiempo en Stanford estudiando. ¿Qué te llevaste de esa experiencia más allá de lo académico? ¿En qué sentidos te abrió la cabeza? — Me llevé grandísimos amigos, personas a las que admiro y de las que aprendí y continúo aprendiendo mucho. De hecho, yo cuando llegué allí no era consciente de que se podía crear una empresa y hacerla escalar. Pensaba que eso solo ocurría en las películas. Me estoy yendo a 2008, 2010. El concepto startup no había llegado tanto a España. Igual en Argentina, pues había más ejemplos, ¿no? Pero en España no había tantos ejemplos de éxito. El estar allí dos años en contacto con ese ecosistema y cerca de personas que habían montado empresas, pues te hace descubrir que esa posibilidad existe y creerte que tú también puedes hacerlo. Yo creo que a día de hoy no es necesario ir a Stanford para vivir esa realidad. Afortunadamente, en los países donde vivimos, en todos ellos ese ecosistema ha crecido muchísimo y hay grandes ejemplos de personas cercanas que te pueden inspirar. Pero para mí, estar allí en ese momento, fue esa apertura de mente, de ojos, ese creerte que tú puedes hacer eso y decidir dar el paso un año después a crear una empresa en algo que fuera relevante para mí. Buscando ese propósito, que es lo que mueve a Cabify, tener esa ambición a largo plazo de transformación. La apertura a la innovación y el aprendizaje continuo resultaron claves en la estrategia de crecimiento de Cabify (Imagen Ilustrativa Infobae) — El tema del propósito es un tema muy frecuente entre emprendedores y en este podcast. ¿Sentís que era algo que viste con mucha claridad cuando lo empezaste o lo fuiste descubriendo en el camino ? — En mi caso combinó dos elementos de comportamiento. Uno, soy extremadamente vago y dos, soy extremadamente adicto al trabajo. Eso se reconcilia porque soy adicto a hacer algo que me gusta y no soporto hacer algo que no me gusta. Entonces, el trabajo puede ser percibido como una cosa o como la otra. Hace quince años, cuando empezó Cabify, no se hablaba tanto de propósito. Yo creo que la realidad es que las nuevas generaciones que se están incorporando al mercado laboral, pues se mueven más por propósito que por otros factores, que antes no eran tan relevantes, ¿no? Me gustaría pensar que cuando empezamos Cabify el motivo es el que te he contado. En cualquier caso, lo que nos ayuda o me ayuda a mí a seguir trabajando día a día y seguir mirando al futuro es esa ilusión de que lo hacemos por eso, ¿no? Esa convicción de que podemos crear ciudades mejores y que eso es relevante para mí. Ese propósito. Hay otro elemento muy relevante que también definió el inicio de Cabify. Era una combinación de propósito y de relaciones personales o de cultura dentro de la empresa. Se buscaba combinar hacer algo que era relevante, ese propósito, y hacerlo de una determinada forma. No valía cualquier forma. Es decir, el fin no justificaba los medios. Cuando se habla de propósito, estoy seguro de que hay gente que le entran escalofríos, porque si miras a lo largo de la historia, hay pocas cosas más peligrosas que un propósito muy fuerte que puede movilizar a la gente y puede acabar ocurriendo cosas dramáticas, ¿no?, cuando hay un propósito muy fuerte y no importa nada más que eso. La respuesta de Cabify fue y seguirá siendo: oye, nosotros usamos la tecnología para mejorar, pero si queremos mejorar nuestras ciudades, pues tenemos que seguir contribuyendo fiscalmente, tenemos que buscar que las relaciones laborales en los mercados donde operamos vayan a mejor y no a peor. A eso es a lo que me refiero con el fin justifica los medios. Hay que dar pasitos que, poco a poco, vas sumando, no vas restando para un supuesto propósito grandioso que puede llegar o no llegar en el futuro. Desde 2011, Cabify impulsa la movilidad sostenible para hacer las ciudades más amables y eficientes (Imagen Ilustrativa Infobae) — Sentís que tu propósito como Juan persona es el mismo o está muy alineado con el propósito de Cabify o sentís que tal vez van por lados distintos? — Creo que Cabify ha sido fruto de un egoísmo personal que se ha ampliado a un grupo de personas que nos sentimos muy vinculados con ese propósito. Entonces, hay muchos momentos en los que se mezcla... Un egoísmo bien entendido, porque al final eso es lo que alimenta ese propósito. Cuando llevas quince años en esto y le has dedicado tantísimas horas, hay momentos en los que se mezcla tu persona y tu identidad con lo que haces. Yo no debería definirme como fundador o director general de una empresa. Hay otras cosas que me definen. Pues me gusta ir en bici, hacer surf, tengo esposa, pronto un cuarto hijo. Hay elementos que se suman a tu personalidad, pero la realidad es que el mundo del emprendimiento es muy demandante y cuando llevas mucho tiempo en él, tiendes a mezclar la persona con lo que haces. Y eso, pues puede generarte problemas. “El surf me enseñó a gestionar la incertidumbre, cada ola es como las batallas y desafíos del emprendimiento”, contó Juan de Antonio (Imagen Ilustrativa Infobae) — Estar en un puesto de liderazgo tan alto no es fácil, pero ¿qué sentís que te ayuda a gestionar o a sostenerte en momentos de mucha presión? — Lo primero es que somos una empresa pequeñita. Hay empresas muy grandes y gente con muchísima más responsabilidad. Somos ambiciosos y mirando hacia el futuro, pues nos gustaría continuar creciendo, lograr ese propósito y efectivamente transformar las ciudades. Pero somos humildes y reconocemos que tampoco somos tan grandes (risas). Hay momentos en que las cosas no salen bien, hay ciertas presiones y te lo llevas a casa y tu cabeza, pues a veces te pesa. Y, especialmente, si estás muy vinculado, tiendes a darle vueltas a las cosas, quieres resolver los problemas y hay no se solucionan fácilmente y te puedes quedar ahí atrapado. Antes el deporte era la principal vía de escape para tener una mente ordenada, también beber con los amigos de vez en cuando para desconectar el cerebro, pero acabas no siendo tan productivo al día siguiente, con lo que el deporte tiene esa buena combinación. Y luego, las relaciones personales, desde que tengo familia, simplemente mirar a los ojos a tus hijos te ayuda a ubicarte, ¿no? (risas). Casi puedes ver la irrelevancia de lo que haces si la gente más cercana que tienes no está siendo atendida. Los que verdadera y exclusivamente dependen de ti son ese, ese núcleo de personas y a veces te ayudan a poner en contexto todo lo demás. Otra forma de verlo es, si vas haciendo zoom out y ves la tierra desde la galaxia (risas) o desde donde sea, si bien para ti te puede resultar muy satisfactorio, incluso creer que tienes un propósito, pues tampoco es tan relevante, ¿no? Y eso te ayuda a poner en perspectiva cuando tienes un problema muy gordo, decir: “Bueno, ¿cuál es la consecuencia de esto? Tampoco es el fin del mundo”. “El trabajo debe movilizarte por un propósito claro, eso es lo que mueve a Cabify desde el comienzo”, destaca Juan de Antonio — Teniendo en cuenta que ocupás un puesto de liderazgo en el primer unicornio de España y que muchas veces las problemáticas que enfrentás no son las mismas que las de tus amigos de toda la vida, o que tanta gente depende de vos ¿cómo lidiaste o lidiás con la soledad o la responsabilidad que eso implica? — Dentro de los deportes, el surf, que es uno de los que más me gusta practicar y lamentablemente viviendo en Madrid no es tan fácil, te permite enfrentarte a batallas en un periodo corto de tiempo, entendiendo cada ola como una batalla donde tomas decisiones, te puede salir bien o mal y tienes que luchar con mucha cabezonería para que te salga bien. Cuando te ejercitas en eso, en pelear o luchar esas batallas y ver que las cosas funcionan o no y no pasa nada al final del día, para mí es como una meditación, es como ayudar a dejar que los pensamientos fluyan. Y cuando me enfrento a esas decisiones tan duras, poder gestionarlas sin necesidad de tener que buscar apoyo en otras personas. Cuando lo puedo encontrar, por supuesto ayuda. Pero yo no he sentido que sea necesario depender de un coach o de una persona específica con la que compartir todos esos problemas. Sí en cada problema, intento tener un ámbito de discusión apropiado dentro o fuera de la empresa. Esa soledad del CEO yo creo que siempre existe, pero es más grave y más pronunciada en tamaños iniciales de la empresa. Según va adquiriendo un cierto tamaño, haz logrado ese tamaño en gran medida porque te has rodeado de gente excepcional que en muchos ámbitos tiene más experiencia o más competencias que tú. Entonces, buscas apoyarte en esas personas. Cuando eres ambicioso y quieres aprender, te encanta rodearte de gente que te inspira. Por otro lado, esa gente que te inspira solo eres capaz de atraerla si ellos también se sienten cómodos trabajando cerca de ti y pueden aprender. O de ti o de lo que hay alrededor. La conciliación entre vida personal y profesional es un reto constante para quienes lideran empresas emergentes (Imagen Ilustrativa Infobae) — ¿Cuál sentís que es algún rasgo que ha ayudado a que la compañía crezca o que te ha ayudado a vos como emprendedor? — Antes he hablado de vago, en el buen sentido. Una persona vaga lo que busca es optimizar el uso del tiempo por ponerlo en términos cotidianos. Yo creo que me ha ayudado el no querer perder el tiempo en momentos específicos a tener mucho foco en las cosas relevantes. Y también a intentar encontrar gente que hiciera las cosas mejor que yo, porque uno de mis defectos es que si hago lo mismo muchas veces, pues me aburro de ello. Y eso me ayuda a poder crear una estructura. Igual al inicio, pues puede que yo conceptualice algo, pero enseguida debería estar buscando a alguien que lo haga mejor que yo. Para hacer crecer la organización, diría que eso ha ayudado. El liderazgo con propósito y los valores son ejes centrales en la cultura organizacional impulsada por Juan de Antonio (Imagen Ilustrativa Infobae) — Imagino que tenés una vida con una agenda apretada y demandante, ¿dónde entra la cuestión de vago o cómo balanceás eso? — Soy una persona que si no tiene un problema, busca uno que resolver. Pero al mismo tiempo, si el problema que estoy resolviendo no me gusta, no me encuentro muy a gusto haciendo esa labor. Entonces, creo que es una buena combinación para empujar una organización hacia adelante, porque siempre estás buscando cosas que hay que hacer y el hecho de que reconozcas que igual no eres el mejor para llevarlas a su fin, pues te ayuda a encontrar gente que pueda, pueda hacerlas. Pensando hacia atrás en el tiempo, una de las personas que considero cofundadora de la empresa, que es miembro del consejo de administración, Bea, que fue la primera inversora relevante en la compañía, que en 2014 lideró la serie A desde Seaya. Recuerdo que alguna vez me ha descrito como veleta, ¿no? Que me muevo mucho con el viento. Creo que también es importante no tener una opinión inamovible. Es otra de las características que ayuda a que las cosas evolucionen. Si tienes la capacidad de cambiar de opinión ante la presencia de nueva información, pues con relativa facilidad, lo que puede ser percibido como que cambias de opinión realmente ayuda a adaptarte a las nuevas realidades o a la nueva información. El ejemplo de Cabify inspira la creación de startups y reafirma la importancia del propósito en los negocios (Imagen Ilustrativa Infobae) — Ahí detecto tres cosas que me mencionaste y que me parecen súper importantes: flexibilidad, contratar y estar abierto a recibir feedback de personas que se desempeñen mejor que vos en un área específica, y tener una mente muy innovadora para pensar en soluciones a nuevos problemas. — Sí y todo eso tiene que estar soportado por la premisa de que te equivocas muchísimo y que tienes que tener gente alrededor a la que escuchar y valorar lo que te dicen. Pero deberían de tener una opinión más acertada de cómo es esto de real, la gente con la que yo trabajo. —En relación con la mentalidad emprendedora, ¿creés que existen ciertas habilidades o actitudes que quienes quieren emprender deben tener, desarrollar o estar preparados para enfrentar? — Cuando me preguntan ¿qué recomendarías a un emprendedor? Es trabajar en algo que sea importante para ti, volviendo a lo que hablamos antes sobre el propósito. Y si empiezas en algo que no lo es, busca la forma de convencerte de que tiene algo relacionado con tu propósito y gíralo hacia allá. Porque es que es tan duro, tienes que ser tan cabezón y te vas a encontrar con tantos problemas, que o tienes un motivo verdaderamente sólido para seguir empujando o te vas a hacer daño. No porque fracases, no porque la empresa no vaya bien, sino porque te va a ver una situación personal que va a ser dura. Tienes que ser extremadamente resiliente, tienes que ser cabezón. Por eso el surf es un buen deporte, porque es que te tiene que dar de cabeza contra la naturaleza (risas) y estás en un entorno que no es previsible, que no depende de ti, tienes que saber gestionar eso, no tienes control sobre la situación. Tienes que saber vivir en esa combinación de incertidumbre. Tienes que trabajar muy duro y tener mucha suerte al mismo tiempo. Si tu patrón de éxito es crear un unicornio, una empresa que valga X, debes tener una suerte tremenda y la lotería no toca con tanta facilidad. Hay muchísima gente que trabaja muy duro, que tiene muchísima capacidad y la empresa no va bien porque depende de muchos factores externos. Entonces, por eso es tan importante, primero, que estés preparado para trabajar duro, que tengas esa resiliencia. Y dos: tu recurso más valioso es tu tiempo, que lo dediques a algo que para ti te justifique, porque si no vas a mirar atrás y decir: “Pero ¿qué hago yo aquí?”. Entonces, para mirar hacia adelante, en lugar de mirar atrás, pues tienes que decir: “Estoy aquí por esto y merece la pena”. Devolver espacio a las personas y reducir el protagonismo del auto privado fue el motor detrás del surgimiento de Cabify (Imagen Ilustrativa Infobae) — A lo largo de estos años, ¿has aprendido maneras de gestionar la frustración y los estresores del día a día? ¿Podrías compartir algunas estrategias que podrían servirle a quienes te escuchan? — Mira yo si hiciera surf todos los días, estaría feliz así y no necesitaría más, pero en ausencia de eso, no te digo que meto la cabeza en la bañera y me quedo ahí buceando, pero casi. En la piscina que hay aquí, hay un polideportivo municipal enfrente de nuestras oficinas y en lugar de nadar, me la paso buceando de lado a lado de la piscina imaginando que estoy debajo del agua. O sea busco cosas cercanas que sé que me ayudan. O simplemente en Segovia, pues dar un paseo en bici por zonas que conozco que estoy solo y estoy en contacto con la naturaleza, que me ayuda a resetearme. He identificado ciertas prácticas que me ayudan y si no las puedo realizar, busco algo parecido. El desarrollo de talento interno y la colaboración entre equipos son pilares del éxito de Cabify desde sus inicios (Imagen Ilustrativa Infobae) — Hablamos mucho del propósito y de tu obsesión por resolver problemas. Hoy, cuando te vas a dormir, ¿qué te preocupa o te apasiona pensar? ¿Hacia dónde está yendo tu mente y qué visión tenés para el futuro? — Ahora mismo, cada noche, me acuesto pensando en una cosa distinta. Sí que tiendo a pensar mucho en los niños. En cómo están creciendo y cómo les puedo ayudar. Me gusta sentirme extremadamente afortunado. De las últimas cosas que pienso al irme a dormir es en mis hijos, por eso, de alguna forma tenemos que estar muy agradecidos de lo que tenemos. Era una dimensión tan desconocida para mí, nunca había pensado o planificado tener hijos. Para mí ha sido un descubrimiento, una dimensión nueva de la vida que no me planteaba. Entonces, pensar en ese tipo de cosas antes de dormir, pues me ayuda a hacerlo plácidamente. Si bien una hora y media después les tengo en la cama pegándome patadas diciéndome: “Déjame pasar, no sé qué” y “Oye, no, vete a tu cama” (risas). Pero ese pensamiento de mira qué bien estos monetes, estos pequeños gremlins, cómo ven la vida... Yo veía los hijos de otras personas y decía: “A ver, estas cosas molestan, si no hacen más que gritar”. No, no tenía una vocación de ser padre. Pero sí que te ilusiona de alguna forma ver a través de sus ojos, revivir cosas. Por ejemplo, redescubres a tus padres y dices: “Joder, lo que han hecho por mí”, que igual no lo valorabas tanto. Pero cuando ves lo que supone tener hijos, pues es mucho agradecimiento al final a todo, a tus padres, a la sociedad, todo lo que permite que eso exista. Las ciudades más habitables priorizan el espacio para las personas, promoviendo calles con vida social, árboles y opciones de movilidad sostenibles (Imagen Ilustrativa Infobae) — Juan, te voy a hacer la última pregunta que le hago a todos los invitados: si pudieras compartir algo que últimamente te haya sorprendido, inspirado, hecho reflexionar o que te haya gustado, ¿qué sería? Lo que quieras transmitir. — Bueno, ligándolo con la anterior pregunta, hay algo que verdaderamente preocupa hoy y es el progresivo deterioro de las instituciones en el mundo occidental, la falta de independencia, auge de las autocracias y el deterioro del estado de derecho. Casi todos los países donde se vaya a escuchar este podcast, pues se ha vivido un largo periodo de paz. Y, en Europa somos un poco más sensibles a esto que en América, por lo que está ocurriendo, pero eso está cambiando. Entonces, yo creo que es importante no replicar errores del pasado y ahora es un momento donde, en muchos países, pues se está produciendo un giro que, como sociedad, tenemos que estar alerta ante ello. No sé si soy capaz de aislarlo en un único hecho. Diría que la sociedad civil, las personas, tenemos que estar más alerta ante los abusos de poder o el recorte de las libertades individuales.
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