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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 05/09/2025 04:51
Expectativas por los resultados de las elecciones en PBA y la performance del gobierno Los jóvenes fueron decisivos en la elección de Milei en el año 2023. Votaron al actual presidente en una proporción mucho mayor que cualquier otro grupo de edad y además movilizaron el voto al candidato de La Libertad Avanza dentro de los hogares. Convencieron a sus padres a optar por lo nuevo y estos en medio del desorden inflacionario y del terremoto pandémico se abrieron a la solicitud de hijos y nietos. Algo que vimos en los grupos focales durante los últimos seis meses es importante para saber en qué están los jóvenes ahora: de forma creciente el escepticismo de los jóvenes aumentaba y, aun cuando manifestaban preferencias conceptuales e incluso políticas afines a los libertarios, referían el malestar que vivían sus familias y lo computaban entre las consecuencias de la política económica del gobierno. El gesto era difícil de interpretar porque, al mismo tiempo que veían el sufrimiento de sus padres y sabían que a estos les costaba comprar los bienes cotidianos, e incluso financiar los estudios de sus hijos, aún así, sostenían las explicaciones del gobierno e identificaban en el pasado a los principales responsables del actual malestar. Podíamos entrever una disociación entre las políticas con que se identificaban y las realidades que constataban como resultado del triunfo del candidato que defendían. Llegamos a preguntarnos hasta cuándo era sostenible esa actitud. Nuestro análisis, que combina datos de nuestra investigación cualitativa con datos desagregados de la encuesta de Rubikón Intel, nos permite entender qué pasó con esa disociación y en qué se transformó el entusiasmo de los jóvenes que hace dos años fueron el motor del crecimiento de La Libertad Avanza. El entusiasmo se licuó. Hoy podemos ver que los jóvenes son el grupo que tiene menos predisposición a votar. Entre los sub-35 el porcentaje de quienes dicen tener “muchas ganas” de ir a votar alcanza al 32,3 %, mientras que en los grupos de mayores a 35 años ese porcentaje aumenta con la edad: en los mayores de 35 asciende al 49 %, en los de 50 al 62 %, en los de más de 65 años llega al 73,4 %. La falta de entusiasmo de los jóvenes es tan notable como en 2023 fue su adhesión al candidato libertario. Si se focaliza sobre los datos de la tercera sección electoral, se ve que, a diferencia de lo sucedido en 2023, entre los jóvenes la intención de voto al candidato de LLA es del 26%, un porcentaje similar, incluso unos puntos menor, al que alcanza en los mayores de 35 años (26,5%), los mayores de 50 años (31,8%) y mayores de 65 años (30,4 %). La falta de entusiasmo que señalamos arriba parece provenir del descenso del voto a Milei. Lo que observamos cualitativamente en entrevistas grupales parece haber sedimentado en las encuestas recientes: los jóvenes difieren respecto de los mayores en la sensibilidad a la situación económica. El relevamiento de Rubikón muestra que, mientras para todos los grupos etarios la inseguridad es la principal preocupación (43,5%), son los sub-35 los que están más preocupados por los temas económicos. El desempleo y la falta de ingreso (35,5%), la inflación y el aumento de los precios (30,1%), el endeudamiento personal y familiar (18%), son los temas que más preocupan a los jóvenes, casi en igual proporción entre varones y mujeres. Así, el grupo que era el principal motor del crecimiento cuantitativo y político de La Libertad Avanza devino distante justamente en una de las cuestiones que habían determinado su apoyo al candidato libertario. Reciprocidad no es toma y daca. Hay una clave de la coyuntura que apareció en las entrevistas más recientes debido al caso Karina. Una cosa es la transaccionalidad y otra cosa es la reciprocidad. La reciprocidad en un sentido profundo implica una promesa, una garantía del intercambio. La reciprocidad permite una espera y se retroalimenta a través del tiempo. La reciprocidad no es un intercambio de rehenes que exige inmediatez ante la ausencia de garantías. Al beneficio económico le daban tiempo porque dependía de una expectativa de reciprocidad: lucha contra la casta y motosierra. El affaire de coimas en el ANDIS implica una traición a la motosierra, que era el símbolo que sostenía la reciprocidad, no la transaccionalidad de parte de sus votantes. Y ante esta ruptura observamos un emergente propiamente grupal: la rehabilitación de la expresión de necesidades y reivindicaciones. Una elaboración en la que los grupos focales fueron una situación verdaderamente experimental en simultáneo a la aparición del escándalo de corrupción: un cambio en la expresión pública del malestar y las necesidades que contenía una puesta en común, un pasaje del sentimiento privado a la cosa pública. Y este cambio de humor contrasta con lo que sucedía el año pasado en los mismos grupos sociales en que las “necesidades” eran una denuncia indebida contra un gobierno que había venido a terminar la fiesta y el tongo, o una confesión de inutilidad social. En cambio, ahora, entre votantes que simpatizaron con Milei, se entregan a la posibilidad de expresar necesidades y de diferenciarlas de la responsabilidad personal: ellos han trabajado cada vez más, y aún así no llegan, no puede ser su culpa. Lo que empieza a parecer es una descriminalización de la necesidad y algún tipo de protesta. “Algo anda mal: Argentina está rota -dice Ramiro, un estudiante de 21 años de Barracas- Veo que todas las personas que buscan salir para adelante necesitan por lo menos dos trabajos sino tres y eso es injusto. De lejos veo a los que están acomodados viviendo algo así como una realidad paralela y en mi día veo de cerca a los que quieren salir adelante sin tiempo de descanso”. Es muy difícil afirmar que estos hechos están en la raíz de un eventual vuelco de tendencia que haría triunfante a Fuerza Patria frente a un supuesto predominio previo de La Libertad Avanza. Pero es innegable que estos mismos hechos hablan de un cambio. Gane o pierda, el gobierno ha perdido una parte de su apoyo que es más importante políticamente que cuantitativamente. Tal vez estemos en presencia de un verdadero parteaguas.
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