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Concordia » Realnoticias
Fecha: 05/09/2025 02:30
(Por Carlos Noriega, desde Lima) Un expresidente preso por cobrar sobornos ha recibido una segunda sentencia condenatoria por corrupción, al tiempo que otro exmandatario procesado también por recibir coimas ha sido liberado. Ambas decisiones judiciales se conocieron con una diferencia de minutos. Alejandro Toledo (2001-2006), que desde octubre de 2024 cumple una condena de 20 años y 6 meses por recibir 35 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, fue sentenciado este miércoles a 13 años y 4 meses por lavado de activos. Los años de ambas sentencias no se suman. Martín Vizcarra (2018-2020), que desde hace tres semanas cumplía prisión preventiva, fue liberado por un tribunal que vio su apelación. El juicio en su contra continúa. En esa jornada marcada por decisiones judiciales de impacto político, el Tribunal Constitucional ordenó la liberación de la primera ministra del gobierno del prisidente Pedro Castillo (2021-2022), Betssy Chávez, que estaba en prisión preventiva procesada por el fallido intento del régimen de Castillo de disolver el Congreso. Esta segunda condena a Toledo es por el lavado de parte de las coimas recibidas a través de la offshore Ecoteva, inscrita en Costa Rica, que tenía a la suegra de Toledo como su titular. La Fiscalía señala que el expresidente utilizó a un empresario amigo para cobrar los sobornos de las constructoras brasileñas Odebrecht y Camargo y Correa, y utilizó a Ecoteva y otras offshore para lavar esos ingresos. La esposa de Toledo, Eliane Karp, su suegra, la ciudadana belga Eva Fernenbug, y su jefe de seguridad cuando era presidente, el israelí Avraham Dan On, también fueron acusados en este caso. La sentencia para la esposa y la suegra de Toledo fue reservada al no haberse presentado al proceso. Karp, que tiene ciudadanía belga e israelí, viajó desde Estados Unidos a Israel luego que en abril de 2023 las autoridades estadounidenses extraditaron a Toledo para ser juzgado en el Perú. Dan On, quen se encuentra en Israel, también fue sentenciado a 13 años y 4 meses. Participó en el juicio en forma virtual. Se ha pedido la captura de los tres para su extradición. El empresario peruano-israelí e íntimo amigo de Toledo, Josef Maiman, ya fallecido, que se convirtió en colaborador de la Fiscalía cuando fue implicado en este caso, declaró ante las autoridades judiciales que fue el encargado de recibir los sobornos para Toledo y armar un esquema para lavar ese dinero, que incluyó la apertura de la offshore Ecoteva y otras. Jorge Barata, que fue director de Odebrecht en el Perú, ha confirmado que pagaron coimas a Toledo a través de Maiman. El expresidente ha dicho que Maiman y Barata mienten, ha negado que la offshore Ecoteva de su suegra tenga relación con un pago de sobornos, pero no ha podido explicar el origen de ese dinero. Ecoteva compró en Lima una residencia por 3,75 millones de dólares, una oficina por 882 mil dólares y pagó las hipotecas de dos casas de Toledo -una en Lima y otra en un balneario en el norte del país- por 494 mil dólares. Luego de escuchar esta segunda sentencia en su contra, en una audiencia virtual en la que participó desde el penal de Barbadillo, la “cárcel de los presidentes”, Toledo exclamó: “Estoy profundamente decepcionado del sistema…”, no pudo terminar, la magistrada que presidía el tribunal lo cortó bruscamente. “Solamente responda sí o no a las preguntas si está de acuerdo con la sentencia y si interpondrá recurso de nulidad”, lo conminó. El expresidente intentó retomar su alegato contra el sistema de justicia, pero nuevamente fue cortado por la magistrada. “No”, dijo Toledo, alzando la voz, a la pregunta si estaba de acuerdo con la sentencia. “Sí’, respondió levantando más la voz hasta casi gritar, para anunciar que apelará la sentencia. El expresidente, de 79 años, ha pedido cumplir condena en prisión domiciliaria señalando que se encuentra mal de salud, que tiene cáncer. Mientras Toledo escuchaba su segunda condena, Vizcarra, preso en el mismo penal de Barbadillo, se enteraba que saldría libre luego que le dieron la razón en la apelación que presentó contra la prisón preventiva de cinco meses que le habían impuesto hace tres semanas alegándose un peligro de fuga. El tribunal superior que anuló la prisión preventiva consideró que no había evidencias de riesgo de fuga que justifiquen la detención, por el contrario, argumentó que el exmandatario tiene arraigo familiar y laboral, y señaló que Vizcarra ha tenido un buen comportamiento procesal. A diferencia de los otros exmandatarios detenidos, Vizcarra fue enviado a un penal común, lo que el expresidente denunció como una venganza de sus enemigos y parte de una persecusión política, pero días después las autoridades lo trasladaron a la “cárcel de los presidentes”. Al salir de la cárcel este jueves por la tarde, Vizcarra resaltó que el fallo judicial a su favor del tribunal de tres magistrados fue unánime. Simpatizantes lo recibieron en la puerta del penal. “Los jueces han determinado por unanimidad que la medida de prisión preventiva fue ilegal, porque no se cumplía ninguno de los requisitos legales. Estos 22 días en prisión han sido muy duros. La primera noche dormí en el suelo de cemento, estuve cinco días en un penal común al lado de un ambiente con reclusos con sida y tuberculosis. A pesar de esa difícil situación, salgo fortalecido. Lo que viene ahora es continuar colaborando con la justicia, como siempre lo he hecho. No voy a salir del país, no me voy a fugar, no me voy a asilar. Seguiremos recorriendo todo el país llevando el mensaje de Perú Primero (el partido político creado por Vizcarra)”, fueron las primeeas palabras de Vizcarra en la puerta del penal. El expresidente está acusado por la Fiscalía de recibir coimas por 2,3 millones de soles (cerca de 660 mil dólares) por la construcción de un hospital y una obra de irrigación cuando era gobernador de la región de Moquegua, en el sur del país, entre 2011 y 2014. El proceso en su contra se encuentra en la fase final del juicio oral. Vizcarra pretende ser candidato en las elecciones presidenciales de abril de 2026 -una encuesta lo ha puesto primero con 15 por ciento-, pero ha sido inhabilitado por el Congreso, lo que busca revertir en instancias internacionales, y se enfrenta a una posible condena de 15 años de cárcel, que es lo que ha pedido la Fiscalía. Otro expresidente procesado judicialmente con prisión preventiva es Pedro Castillo, preso sin sentencia desde diciembre de 2022. En su caso por haber intentado cerrar el Congreso que maniobraba para destituirlo y llamar a nuevas elecciones legislativas sin estar autorizado legalmente para hacerlo. Pero en el caso de Castillo todas sus apelaciones contra la prisión preventiva han sido rechazadas. Con la liberación de su primera ministra Betssy Chávez, acusada por el mismo cargo y detenida desde junio de 2023, Castillo es el único procesado en este juicio que está preso. El Tribunal Constitucional ordenó la liberación de Chávez por considerar “arbitraria” su detención al haberse ampliado la prisión preventiva de 18 meses que se ordenó en su contra y venció en diciembre de 2024 fuera del plazo para hacerlo, cuando ésta ya había vencido. Chávez recibió la noticia de su liberación en el hospital en el que fue internada hace unos días por el deterioro de su salud por una huelga de hambre seca en protesta por los maltratos que ha denunciado ha venido sufriendo en el penal.
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