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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/09/2025 04:48
El acceso al agua potable y la gestión responsable de los recursos hídricos son fundamentales para el desarrollo sostenible global (Foto: Andina) Según el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6 de la ONU, “garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos” es esencial para la salud y el bienestar humano. Este objetivo subraya que el acceso al agua potable y la gestión responsable de los recursos hídricos son fundamentales para el desarrollo sostenible global. Y, aunque existen tecnologías y soluciones capaces de hacer frente a este desafío, muchas veces las sociedades no logran percibirlas, comprenderlas o involucrarse con ellas. En este sentido, el foco está puesto en cómo se comunican. Un dato lo demuestra con claridad: los influencers más jóvenes, identificados como la Generación Z y Alpha, ya llevan recaudados millones de dólares en campañas que buscan llevar agua potable para comunidades vulnerables y visibilizar proyectos que para frenar la contaminación. A través de sus acciones, evidencian que la comunicación puede movilizar recursos, conciencia y cambios concretos. Al mismo tiempo, reflejan una realidad innegable: aquello que se comunica de manera clara y atractiva, logra instalarse en la agenda pública; lo que no, permanece invisible. La falta de visibilidad puede convertirse en algo crítico. Un estudio de la Universidad de Santiago de Compostela reveló que, en regiones donde no hay escasez, las personas no perciben la urgencia de adoptar prácticas sostenibles como el uso de aguas recicladas. Si se busca una mirada más local, en la Argentina, más precisamente en Ingeniero Jacobacci (Río Negro), se exploró el riego agrícola con aguas residuales tratadas, pero muchos habitantes desconocían siquiera el concepto de reúso. La tecnología estaba, pero la narrativa no. Los datos no hacen más que confirmar esta desconexión. Solo el 24% de los argentinos sabe qué son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Si la ciudadanía no comprende de qué se trata la agenda global, difícilmente pueda apropiarse de ella. A la vez, las problemáticas como la sobreinformación, las fake news y el greenwashing terminan profundizando aún más la confusión. Por eso, ante este desafío, es necesario entender que la comunicación no es un accesorio, sino que es parte motora del desarrollo sostenible. Garantizar el derecho a entender, reducir la desinformación y conectar a sociedad civil, sector público y privado son pasos imprescindibles para que los ODS dejen de ser un listado técnico y se conviertan en compromisos compartidos. Es fundamental hacer visible lo invisible, transformar la información en acción y volver comprensible lo urgente. Porque solo lo que se entiende puede inspirar participación. En este contexto, en el Encuentro ALADYR Argentina 2025, del que fuimos parte, quedó en evidencia que la comunicación es un factor crítico: muchas veces las soluciones tecnológicas, como el reúso del agua o la desalación no llegan al público con la claridad necesaria, o directamente no llegan. Además de reafirmar que la brecha que existe entre los ODS y la opinión pública es otro issue al que los expertos de la industria deben estar atentos, ya que la falta de empatía en los mensajes, el exceso de tecnicismos y la sobreinformación terminan alejando a las comunidades de interés. Frente a esto, el desafío es construir una comunicación ética, responsable y digital que utilice distintas herramientas para conectar con la sociedad de manera cercana. No se trata solo de informar, sino de generar un intercambio recíproco y genuino entre empresas, instituciones y comunidades. A través de las distintas herramientas de comunicación es que podemos hacer visibles los problemas y las soluciones, fomentar el diálogo entre actores diversos, conectar iniciativas, cambiar narrativas y construir confianza. En definitiva, es la que nos convierte a cada uno en potencial agente de cambio. Hoy, más que nunca, comunicar es liderar. Y frente a los desafíos ambientales, se necesita liderazgo colectivo. Seamos influencers de un nuevo tipo: comuniquemos para generar cambios concretos, para cuidar los recursos que nos sostienen, para inspirar la participación y construir un futuro sostenible.
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