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Crespo » Paralelo 32
Fecha: 01/09/2025 18:36
El directivo de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs), Eduardo Fernández, alertó sobre el complejo escenario que atraviesa el sector productivo argentino, golpeado por la recesión, la falta de financiamiento y la creciente competencia de las importaciones. En diálogo con Radio Rivadavia, Fernández explicó que la política monetaria aplicada por el Gobierno, con un fuerte aumento en los encajes bancarios, dejó a las empresas sin acceso al crédito y anuló al financiamiento como motor del consumo interno. Tasas imposibles y asfixia financiera “El futuro es sombrío. El crédito, que era uno de los motores del mercado interno, hoy está totalmente descartado tanto para consumo como para financiamiento de las empresas. Los números son tremendos: al inicio de agosto el encaje total era del 30% y el de bonos del 9%. Vamos a cerrar el mes con 53,5% y 18,5%, respectivamente. Esto significa tasas reales imposibles de afrontar”, sostuvo. A la falta de financiamiento se suma la presión de las importaciones sobre la industria nacional. “No solo es difícil sostener la producción, sino que ahora tenemos un sistema financiero restrictivo que busca salvarse a sí mismo, pero asfixia al aparato productivo”, subrayó Fernández. Impacto en el empleo El dirigente señaló que el deterioro ya se traduce en pérdidas laborales masivas. Recordó que durante la pandemia se destruyeron 155.000 puestos de trabajo y, en los últimos 18 meses, otros 250.000 trabajadores quedaron fuera del mercado. “La movilidad laboral va a ser hacia la baja. Las pymes están en una situación límite: no quieren despedir, pero no pueden sostener sus plantillas. Además, detrás del cierre de cada empresa hay historias familiares y economías regionales que desaparecen”, remarcó. Riesgo de una crisis similar a 2001 Finalmente, Fernández advirtió que el rumbo actual podría derivar en una crisis comparable a la vivida a principios de siglo: “Cuando se sinceren las cifras y se mida la economía real, vamos a encontrar un desastre similar al de 2001. Hoy el país está destruyendo empleo y cerrando empresas que tardaron décadas en consolidarse”. Desde la Asociación de PyMEs remarcan que el sector, que emplea a la mayor parte de los trabajadores del país, requiere medidas urgentes de alivio financiero y protección productiva para evitar un colapso mayor.
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