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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/09/2025 12:49
El gigante asiático sigue desarrollando su estrategia para hacerse de soja sin depender de Estados Unidos. Argentina y Uruguay forman parte de ella (Reuters) Se sabe, hay una guerra comercial en curso entre Estados Unidos y China, y los asiáticos no han anotado una sola tonelada de soja norteamericana para la campaña que en pocos días más estará cosechándose en el cinturón de cultivo más famoso del planeta. El tiempo pasa, el consenso no llega y China ya tiene cubiertas sus necesidades para septiembre y octubre, lo cual complica severamente la ventana de ventas de Estados Unidos. Pero además, los asiáticos van tomando sus previsiones y dejando constancia de que la decisión de alejarse de la soja norteamericana no es coyuntural, al tiempo que buscan asegurar otros orígenes más allá del abrumador dominio de Brasil como proveedor de China. Así, Argentina y Uruguay van a obtener buen rédito a partir de este duelo de gigantes. Los especialistas esperan que los países del Río de la Plata terminen despachando hasta 10 millones de toneladas de soja con destino al gigante asiático durante la campaña comercial que se ha iniciado este 1º de septiembre para el hemisferio norte y que finaliza el próximo agosto, lo que constituiría un récord. Donald Trump no ha logrado avances concretos en el diálogo con Beijing y la suerte de la nueva campaña exportadora en Estados Unidos se ve muy complicada (Reuters) Por lo pronto ya han reservado 2,43 millones de toneladas de Argentina y Uruguay para su envío entre septiembre de 2025 y mayo del año que viene, según las fuentes. De septiembre de 2024 a julio de 2025, China importó 5 millones de toneladas de soja de ambos países, de acuerdo con datos de la Administración General de Aduanas que consigna Reuters. La estrategia de Beijing indica que con más proveedores de soja al alcance de la mano, China necesitará cada vez menos poroto desde Estados Unidos, una herramienta clave en las negociaciones que trabajosamente se están llevando a cabo. Está claro que los asiáticos han aprendido mucho de la primera guerra comercial desatada por Donald Trump en 2018, cuando fueron tomados por sorpresa. Esta vez la postura china es muy distinta y ha sido preparada durante meses. La cosecha de soja argentina 2024/25 fue de 49.5 millones de toneladas, según datos de la Guía Estratégica para el Agro, dependiente de la Bolsa de Comercio de Rosario, algo menos que los 50 millones de toneladas de la temporada 2023/24. En Uruguay, la producción de soja fue de 4,2 millones de toneladas en la temporada 2024/25, frente a los 3,3 millones de toneladas del año anterior, según datos del USDA. Los embarques de soja argentina apuntan a números muy importantes. Las exportaciones se cuadruplicaron en julio último (Reuters) A contramano de las expectativas del presidente Trump, China viene importando soja a un ritmo récord y acrecentando sus stocks. Con 70 millones de toneladas en los primeros siete meses del año, el gigante de Asia batió cualquier marca y Brasil se posiciona como el principal origen. Sin embargo, hay cada vez más porotos argentinos que viajan hacia el gigante asiático, para cerrar una abrumadora supremacía de la soja sudamericana. Desde luego que este escenario impacta sobre los precios. Entre nosotros, la soja se movió en torno de los $400.000 la última semana y subió algo más de $60.000 desde comienzos de julio último. Es cierto, todavía no alcanza para posicionar al poroto entre los mejores márgenes que se están proyectando, pero también es real que retenciones del orden del 26% constituyen un ancla difícil de superar. El punto es que el poroto en valores cercanos a los USD 300 cumple con el valor de referencia al momento de la siembra. Desde ya en la suba de la soja se mezclan la mejora en la paridad cambiaria y la reactivación de la demanda, además del recorte en los derechos de exportación. Los especialistas indican que la movida china amplifica la presión compradora en la región y refuerza la firmeza de los precios en Rosario. Evolución del disponible en el mercado A3, mejorado a partir de la quita de retenciones, la nueva paridad cambiaria y el empuje de la demanda ( MATba) A propósito, la BCR informa que las exportaciones de poroto de soja se cuadruplicaron en julio respecto del año pasado y agosto habría arrojado un resultado similar. En el primero de estos meses los embarques superaron los 1,3 millones de toneladas, cuatro veces más que durante julio de 2024 y en un volumen que no veíamos para el séptimo mes en seis años. Esta tendencia se ha intensificado en agosto, que avanzado el mes registraba embarques por 568.000 toneladas y tenía programado 1,3 millones de toneladas más para cargar. De haberse cumplido el line-up, podríamos llegar a tener el segundo mejor agosto de la historia en cuanto a exportaciones de soja. La BCR advierte que esta renovada demanda por el poroto de soja, hizo que los precios de exportación subieran a lo largo de la campaña. Para el embarque más cercano el FOB soja desde el Up-River supera los USD 430/t, cuándo hacia abril y principios de mayo, se negociaba entre USD 380/t y USD 397/t, un 10% menos que el nivel actual. La industrialización de la oleaginosa, en tanto alterna buenas y malas. El aceite derivado de la soja está teniendo un buen año en términos de exportación y una leve mejora en precios, gracias a la fuerte demanda, pero no logra compensar la debilidad manifiesta que muestra la harina de soja, que ha llegado a mínimos en 15 años, rompiendo el piso de USD 300/t. La BCR concluye que probablemente por eso desde que arrancó la campaña ha habido una convergencia en favor de la exportación directa de soja. La renovada demanda por el poroto de soja, hizo que los precios de exportación subieran a lo largo de la campaña (Gob.China) Este escenario está dinamizando el mercado local, levantando el ritmo de comercialización interna que volvió a sobrepasar las 200.000 toneladas diarias promediando la semana. Avanzado agosto, el sector exportador había comprado 6,9 millones de toneladas de soja en el mercado interno y hasta ese mes se habrían exportado 5,5 millones de toneladas. Teniendo en cuenta que las registraciones en DJVE anotadas para la campaña ascienden a 8,35 millones de toneladas, sin considerar stocks, restaba originar 1,45 millones de toneladas de soja para cumplir con las ventas estipuladas.
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