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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 01/09/2025 05:50
Mientras las importaciones de bondiola brasileña saturan el mercado local, el sector porcino, cuarto a nivel nacional, clama por apertura de mercados externos y denuncia la falta de una estrategia gubernamental coherente que los proteja y promueva. Domingo, 31 de Agosto de 2025, 15:02 Redacción EL ARGENTINO La provincia de Entre Ríos, cuarta productora porcina de Argentina, se encuentra en una encrucijada crítica. El sector, que nuclea a 144 unidades productivas y un stock de más de 35.000 madres, ve peligrar su sustentabilidad no por falta de capacidad, sino por lo que define como una pasividad de los gobiernos nacional y provincial frente a la avalancha de importaciones y la falta de herramientas para competir. Doble vara: importaciones rápidas vs. exportaciones trabadas El principal reclamo se centra en lo que los productores denominan "las dos velocidades del comercio exterior". Mientras las importaciones de cortes como la bondiola brasileña –proveniente del segundo exportador mundial– ingresan con solo una resolución administrativa, la gestión para abrir nuevos mercados de exportación es lenta, burocrática y carece de una estrategia diplomática agresiva. El reclamo es concreto: necesitan que la Cancillería y el Ministerio de Economía agilicen los certificados sanitarios para ingresar a mercados asiáticos con subproductos que no se consumen localmente, como las pezuñas, siguiendo el exitoso modelo de la cadena avícola. Esto equilibraría la balanza comercial y mejoraría notablemente la rentabilidad. Infraestructura y energía: el abandono que frena las inversiones Más allá del comercio exterior, el sector carga contra la "dolencia crónica" de la infraestructura vial provincial, un problema que se ha agudizado y frena la competitividad. Sumado a esto, los reclamos en materia energética persisten, generando costos adicionales en un contexto ya complejo. Si bien reconocen un diálogo fluido con el gobierno de Rogelio Frigerio, admiten que la administración local tiene una capacidad limitada para resolver estos problemas estructurales que requieren inversión federal. "Difícil dinámica" con Nación y una "tasa cero" al Estado La relación con el gobierno nacional de Javier Milei es descrita con frustración. Desde el sector destacan el trabajo con el Senasa, pero señalan una "difícil dinámica" debido a los constantes cambios de funcionarios en las áreas clave, una marca de la gestión libertaria. Peor aún es la situación con el área de Agricultura, ahora bajo la órbita de Economía, que se ha vuelto "infranqueable" para tramitar soluciones. Un capítulo aparte de bronca acumulada es el tributario. Denuncian que el IVA se ha convertido en un "préstamo a tasa cero para el Estado". Al tener la carne un IVA del 10,5% y la mayoría de los insumos uno del 21%, el saldo a favor nunca es devuelto, estrangulando su cash flow y desincentivando cualquier proyecto de ampliación e inversión. Un futuro sostenible, pero con el Estado inactivo Frente a este panorama, los productores, nucleados en la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper), mantienen una hoja de ruta ambiciosa hacia 2030, apostando a la eficiencia, la industrialización en origen y la sustentabilidad ambiental. Sin embargo, el mensaje es claro: su potencial de crecimiento choca contra un muro de desidia e inacción. Exigen que los discursos a favor de la inserción global se traduzcan en políticas concretas que los protejan de la competencia desleal y los impulsen a conquistar mercados externos. El cerdo entrerriano puede ser un producto estrella, pero no puede solo.
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