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Parana » Uno
Fecha: 24/08/2025 13:35
Imanol Zapico (Santa Fe) y Lara Zanutti (Paraná) son una pareja que dejó Argentina para cumplir su sueño. Ya visitaron tres países y ahora apuntan a Tailandia. Futuro. En la hoja de ruta de Imanol Zapico y Lara Zanutti, Tailandia asoma como su próximo gran destino para seguir sumando vivencias. Imanol Zapico, de 30 años, oriundo de Santa Fe, y Lara Zanutti , de 26, nacida en Paraná, son pareja y compartían un mismo sueño mucho antes de encontrarse: recorrer el mundo. Durante años, ese deseo permaneció guardado como una promesa lejana, hasta que, a fines de 2019, sus caminos se cruzaron y comenzó a tomar forma un plan que cambiaría por completo el rumbo de sus vidas. En 2020, en medio de una pandemia que congeló fronteras y retrasó proyectos, comenzaron a trazar su hoja de ruta. La espera fue larga, con meses de ahorro, cambios de planes y trámites que se postergaban una y otra vez. En ese tiempo, cada paso, por pequeño que fuera, se volvía un avance hacia un objetivo en común. Incluso, los momentos más simples, se vivieron como señales de que el cambio estaba cerca. Imanol Zapico y Lara Zanutti: de Argentina al mundo, una historia de sueños y viajes Imanol Zapico y Lara Zanutti (1).jpeg Finalmente, en noviembre de 2023, dejaron atrás su vida en Argentina para subirse a un avión con destino a Miami, Estados Unidos. A partir de allí, todo fue aprendizaje. Adaptarse a un idioma distinto, comprender otras costumbres y encontrar un nuevo lugar en el mundo se transformaron en desafíos diarios. La incertidumbre de no saber si un destino sería el adecuado convivía con la posibilidad de regresar a casa. En este tiempo han recorrido tres países: Estados Unidos, México y España, viviendo experiencias que los marcaron y les permitieron descubrir nuevas culturas, costumbres y formas de vida. El mapa que sueñan todavía está incompleto, y Tailandia se perfila como el próximo destino en su horizonte de aventuras, prometiendo nuevas historias y aprendizajes en su camino alrededor del mundo. Pero no todo es euforia y descubrimiento. La distancia también pesa. Extrañar la tierra natal es parte de la mochila: la familia, los amigos, las mascotas, los abrazos que esperan, los cumpleaños y las reuniones que se pierden. Esa nostalgia convive con la certeza de que Argentina siempre estará ahí, intacta, esperándolos. La paranaense dialogó con Diario UNO Lara dialogó con UNO y compartió cómo nació su sueño de viajar por el mundo junto a su pareja, los miedos iniciales, los aprendizajes que les dejó vivir en constante cambio, las experiencias culturales que más los sorprendieron y lo que significa estar lejos de Argentina mientras recorren distintos países. "Todas las experiencias nuevas en estos años fueron increíbles", aseguró la paranaense Lara Zanutti. "Todas las experiencias nuevas en estos años fueron increíbles", aseguró la paranaense Lara Zanutti. —¿Cuándo y cómo decidieron dejar Argentina para comenzar a recorrer el mundo? —Desde muy chica siempre tuve el sueño de viajar por el mundo o irme de mochilera. Cuando terminé la escuela, estaba completamente decidida a hacerlo, aunque por distintas circunstancias nunca se daba, y ese sueño empezó a parecer cada vez más lejano. Por suerte, a fines de 2019 conocí a Imanol (Zapico), un santafesino que también tenía ese mismo deseo muy presente desde hacía años. Empezamos a pensarlo en serio y a creer que realmente podía hacerse realidad. En febrero de 2020 comenzamos nuestra relación. Ya van cinco años juntos. Empezamos a trabajar en Santa Fe y a ahorrar, sin tener muy en claro aún cuál sería nuestro primer destino. Pasamos por una cuarentena de por medio, y por turnos de visa que se postergaban más de un año, hasta que finalmente la obtuvimos en 2022. Nunca había viajado en avión, así que mi primer vuelo fue de Buenos Aires a Santa Fe, un trayecto corto de solo 40 minutos, aunque necesario para saber qué se sentía volar, si me daba miedo o no. A principios de 2023 ya estábamos decididos, era hora de comprar los primeros pasajes e irnos a probar. Finalmente, el lunes 13 de noviembre de 2023, emprendimos nuestro primer gran viaje juntos y nos fuimos a Miami, Estados Unidos. —¿Qué miedos tuvieron al principio y de qué manera lograron enfrentarlos? —Cuando decidimos el destino, mi mayor miedo era el idioma. Si bien entendía algunas cosas, nunca había estudiado Inglés. Por suerte, mi pareja sí lo había hecho y hablaba muy bien y fluido. Así que, ocho meses antes del viaje, empecé clases con una maestra particular, que me ayudó a superar ese miedo a pronunciar mal, a no animarme a hablar, y me simplificó muchas cosas. Después, cuando ya estábamos más cerca de la fecha para irnos, empezaron a aparecer las dudas que siempre surgen, si allí nos sentiríamos cómodos, si sería un lugar para nosotros o si realmente valía la pena dejar todo y empezar de cero. Pero lo que nos calmaba era saber que, si no nos sentíamos cómodos en algún lugar, siempre podíamos volver a casa. "Tenemos pensado volver cada cierto tiempo a visitar todo lo que dejamos allá", remarcó. "Tenemos pensado volver cada cierto tiempo a visitar todo lo que dejamos allá", remarcó. —¿Qué aprendieron sobre ustedes mismos al vivir en medio de tanta incertidumbre y cambio constante? —Teniendo buena compañía, ya sea en pareja o con todos los amigos y amigas que fuimos conociendo en el camino, que estaban en la misma situación y que para nosotros ya son familia, cualquier problema, miedo o incertidumbre se vuelve mucho más liviano. Al final, uno se acostumbra a este estilo de vida, y cada vez resulta más fácil aceptar el cambio constante. —¿Qué país los sorprendió más culturalmente, ya sea para bien o para mal? —En Estados Unidos, la cultura es muy distinta a la nuestra. Sin embargo, cuando conocimos Hawái, nos pareció un mundo totalmente aparte. Los propios hawaianos no se sienten parte del resto del país, lo cual nos sorprendió mucho, aunque para bien. El estilo de vida que llevan es sumamente relajado, son sociables y siempre dispuestos a ayudar cuando uno lo necesita. Son muy familieros, se juntan a comer los fines de semana en parques o playas, con mesas, fogones y música. Tienen su propio idioma y su propio baile tradicional. Además, los niños surfean desde muy chicos. Son muy limpios, cuidan y aman mucho su isla. —¿Qué experiencia les voló la cabeza y todavía recuerdan con una sonrisa? —Todas las experiencias nuevas en estos años fueron increíbles. Sin embargo, la que definitivamente se lleva el premio es el Burning Man, un evento de ocho días en el desierto de Nevada, Estados Unidos. Éramos ocho personas en una casa rodante y tuvimos que llevar nuestra propia comida y agua para todos esos días. La fiesta contó con artistas increíbles, luces por todos lados, mucha exposición de arte, esculturas enormes con distintos significados, templos, bares y gente de muchos países. Había vehículos mutantes, bicicletas iluminadas, colores por todos lados, fuegos artificiales y música sin parar. —¿Cuántos países llevan recorridos y qué lugar sueñan con visitar próximamente? —Por ahora, solo llevamos visitados tres países, Estados Unidos, México y España. Nos falta mucho por recorrer y sentimos que esto recién empieza. Nuestro viaje pendiente, el que soñamos desde hace mucho, es ir a Tailandia y recorrer todo el Sudeste asiático. —¿Qué significa para ustedes estar lejos de casa? —Esa es la parte más difícil de todas, porque realmente amamos nuestro país, sus costumbres, su naturaleza y su gente. Lo que más cuesta es extrañar a la familia, los amigos y las mascotas que dejamos, que son como un hijo más. Pero lo que siempre nos reconforta es saber que estamos viviendo un montón de cosas nuevas, que elegimos este estilo de vida y nos animamos a dejar todo para empezar de cero. Aunque, obviamente, tenemos pensado volver cada cierto tiempo a visitar todo lo que dejamos allá.
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