Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Lorena Vega: “Les digo que no soy psicóloga y me piden que los atienda igual”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 24/08/2025 02:48

    María Laura Santillán Con Lorena Vega ¿Cómo es Lorena? ¿Su personalidad se parece a lo que nos imaginamos de ella? ¿A alguno de los personajes que tan bien encarna en “Envidiosa” y en “En el barro”? ¿O es muy distinta? Es actriz, es directora de teatro, es dramaturga, es guionista y puede hacer absolutamente todo si se trata de montar un espectáculo. La gente la conoce como la psicóloga de “Envidiosa” y ahora además como La zurda de “En el barro”. Lo que supongo que es un orgullo, pero también por momentos es una cárcel. – Es un orgullo, entiendo que “Envidiosa” puede llegar a las casas directamente y que la gente para ir al teatro se tiene que mover y que hay que contar mucho de qué se trata una obra para que la gente se acerque. Yo estoy agradecida. – Ahora para la gente serás La zurda. “YA ME DICEN LA ZURDA” – Sí, muy rápido, por lo que veo. Se instaló en pocos días, ya me dicen La zurda. – Sos una kapanga en la serie, organizás todo, casi como en la vida. – Casi como en la vida, casi como en el teatro en las obras que dirijo, en la conducción de equipos. Algo de eso lo utilicé para armar el personaje. “ESTOY HACIENDO SIETE OBRAS DE TEATRO, EN ALGUNAS ACTÚO, EN OTRAS DIRIJO” – Estás trabajando en varias obras de teatro simultáneamente, aunque siempre hiciste más de una a la vez. – En el teatro independiente es muy habitual estar haciendo más de una obra, en general hacemos dos o tres. Ahora yo estoy haciendo siete, pero en algunas actúo y en otras dirijo. – Y en otra las dos cosas. Lorena escribe, dirige y actúa en “Imprenteros”. Actúa en “La vida extraordinaria” y en “Las cautivas”, dirige “Civilización”, “Testosterona”, y “Precoz”. “Yo, Encarnacion Ezcurra” es la obra más itinerante. Algunas ya son clásicas y llevan años en cartel. – Todas tienen muchos años. La mayoría son del teatro independiente y del teatro oficial. – ¿Cómo entra todo en tu agenda? Porque además vos grabás “En el barro” y “Envidiosa”. ¿Cuánto se duerme? Hay que tener disciplina. – Duermo 7 horas. Y sí, tengo disciplina, tengo organización, me dedico más a la concentración con mi agenda que a otras cosas. No digo que eso esté bien, pero es la manera de hacer esto. No está bien porque quisiera tener espacio para no saber qué hacer, no lo tengo tanto. Hay mucha organización, todo lo que nombraste no depende solo de mí, son equipos de trabajo grandes, hay más gente a cargo. En algunos lugares tengo solo la responsabilidad de actuar, que no es poco. En las demás dirijo y escribo, tengo más tareas. – Pero son actuaciones fuertes. – Aparece una necesidad más profunda de conexión con la actuación, la actuación como un estado de vida. Eso es lo que me pasa. – El trabajo, el deseo, el hobby. ¿Todo está puesto ahí? – Sí, es algo central. En algún momento me habrá servido para salir de alguna otra cosa, para ayudarme a sobrevivir un poco. No en relación al dinero, porque en el teatro independiente no podés vivir de eso. Todas estas obras ahora tienen una época de bonanza a pesar de la crisis que vivimos, son obras queridas y la gente sigue yendo, tienen un público que las banca y por eso están en cartel. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON LORENA VEGA: “ESTOY HACIENDO 7 OBRAS DE TEATRO SIMULTÁNEAMENTE” – Entra algún manguito ahí. – Juntando todo, pero pasa esto que vos decís “¿cuándo dormís?” Estoy 24 por 7, totalmente entregada a eso, es un poco precarizado también. – Creo que el deseo te lleva más que nada. – Es el deseo y es el haber encontrado un sentido a la vida. A mí me da sentido. – Mucha gente tiene actividades paralelas, tiene hobbies, no siente tanta pasión por algo como para tomar todo. ¿Es también una suerte tener tanta pasión por la tarea? – Sí, es una suerte, la palabra para mí es sentido. A mí me orienta, me estimula, me enciende, me genera un porqué y aparte me trajo todo, me trajo vínculos, amistades y sobre una manera diferente de mirar las cosas. Fue el espacio donde yo entendí que había otros relatos, otras posibilidades. – Te trajo un marido. – Sí, hacés vínculos, conocés gente. Yo lo conocí trabajando, no es un tema público, es director de cine. En mi primera obra de teatro había adentro un audiovisual, él fue parte del equipo que vino a filmar eso y ahí nos conocimos. Mucho tiempo después nos enganchamos. – Menos la plata todo en el teatro ¿De qué trabajabas? ¿De qué vivías? – Hice muchos trabajos, todos los que hacés cuando empezás a buscar laburo. Cadete, recepcionista, vendedora, promotora, moza. Hacía artesanías y cuanto más cantidad hacía me pagaban más, me quedaba toda la noche pegando cosas. Todo tipo de trabajo que se te ocurra. Pero en un momento, donde tomaba clases de teatro la profesora vio que yo miraba las escenas y que genuinamente aportaba ideas y me puso a dar clases. Y ese fue mi sostén durante muchos años, hasta la pandemia incluida. "Todas estas obras ahora tienen una época de bonanza a pesar de la crisis que vivimos, son obras queridas y la gente sigue yendo", contó Lorena Vega (Fotos de Gustavo Gavotti) – Seguramente hoy ayuda todo el trabajo que tenés para las plataformas. – Sí, es lo que más me ayudó estos últimos años, es la combinación de todo. Es un Tetris que nunca sabés cuánto tiempo dura, cómo va a funcionar. A mí me gusta lo que pasó con las obras por fuera de las plataformas y las series, es lo más deseado poder hacer lo que te gusta y armar un mango con eso. Con lo justo, llegando a fin de mes, pago un alquiler, pero se dio antes de que llegaran las plataformas. – Tenés un montón de ventanas abiertas y con vida propia. Para manejar todo a la vez, hay que tener mucho poder de concentración. – Sí, es verdad, es raro siendo pisciana de ascendente. “YO PAREZCO COSAS QUE NO SON” – ¿Creés en la astrología? – Sí, creo en la astrología, me gusta. – No me cierra, parece que fueras tan terrenal… – Yo parezco cosas que no son. Parece que manejo autos rápidos, no sé manejar. Parece que fumo, no sé fumar. – ¿Parece que manejás autos rápidos? ¿Qué sos tuerca? – Me lo dicen, no manejo, no fumo, no me drogo. “SEGURAMENTE HABRÁN PENSADO QUE SOY CHORRA” – ¿Y la gente cree que sí? – Sí, también. Seguramente habrán pensado que era chorra. Tengo pinta de un montón de cosas que no hago. – ¿Tendrías pinta de porrera, ponele? – Yo creo que sí. “SOY DISCIPLINADA Y SOY ESTRICTA” – Yo creo que no, que sos muy manija. – Total, ahora está más claro, ahora hay más información para entender. “¿Cómo hace si no?” Sí soy estricta, me parece. No sé qué signo le podríamos atribuir a eso. Soy disciplinada y soy estricta. Me parece que era más rígida antes y que con los años empecé a aflojar en algunas cosas, me vino bien. Te ponés más grande y empezás a entender el beneficio de la cosa más flexible y no tanto el rigor. "Tengo pinta de un montón de cosas que no hago", aseguró Lorena Vega – A veces al revés, muchos se van poniendo cada vez más duritos. Gente grande que se queja, que no transa en nada fuera de sus costumbres. – Yo fui cambiando algo de esa rigidez. La disciplina me sirvió un montón porque empecé en la actuación sin tener ninguna referencia en mi contexto familiar. Como si yo inaugurara un nuevo camino de búsqueda. – Te llevó una amiga. – Me llevó una amiga a tomar clases de teatro porque eran gratis en el barrio de Flores. Después resultó que en “Imprenteros” actúan mis hermanos, en la familia la actuación prendió. “ME OLVIDÉ DE MÍ MISMA. FUI OTRA PERSONA DURANTE DOS HORAS Y ESO ME DIO UNA GRAN FELICIDAD” – Quiero saber qué te pasó cuando te llevó tu amiga. – El recuerdo que tengo es que hice todo lo que me dijeron, pero me olvidé de mí misma. Y cuando terminó la clase fue como una pócima, como si hubiese vuelto: ah, soy yo, me llamo Lorena. Había sido otra persona durante dos horas y eso me había dado mucha felicidad, mucho alivio. Había sentido que había viajado, que estaba en otro planeta. Esa sensación fue espectacular. Descubrí algo ahí y quería eso. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON LORENA VEGA: “FUI OTRA PERSONA DURANTE DOS HORAS, ME OLVIDÉ DE MÍ, Y ESO ME DIO MUCHA FELICIDAD" – Me ayudó a salir dijiste. ¿De qué saliste? – Salí de una adolescencia un poco triste, un poco disconforme, quejosa. – ¿Depresiva? – Yo creo que sí, que había algo muy melancólico seguro. Algo se encendió ahí. Y realmente creo que la actuación está buena para todo el mundo. María Onetto dijo en una charla, y yo comulgo con eso, que el teatro para toda la gente debería ser como el fútbol, debería haber una relación más blanda. Como cuando hacen un picadito y podés entrar aunque no te conocen, algo así. Siempre lo pensé, es como el fútbol, hay que hacerlo. La experiencia de actuar es reveladora, no importa que después no te dediques a eso como profesión. “ACTUAR TE SACA DEL BAJÓN” – ¿Pero te sacó del bajón? – Yo creo que sí. Y saca del bajón actuar en general. El otro día decíamos en el camarín con Laurita Paredes en “Las cautivas” que llegamos de una manera y cuando terminamos estábamos más lindas. Nos hizo bien actuar, estábamos medio raras y después de actuar nos había cambiado el semblante. Pasa algo. – Algo como con las endorfinas y la actividad física. Es disfrute puro, ¿cómo no vas a querer trabajar tantas horas? – En el camino tiene sus zonas sinuosas y complejas, no es todo el tiempo disfrute. Tenés que incriminarte un montón en la prueba, tenés que pasar por no encontrar, no acertar, hacer el ridículo, sentirse expuesta. No, es todo el tiempo goles. Al contrario, cuanto más perdida estás a veces, más rico. Esa sensación no es tan agradable a veces, sentir que no sabés hacia dónde tenés que ir. Pero es un trabajo colectivo y siempre hay alguien que conduce, siempre hay un rebote. Es trabajar con la esfera física, que ya tiene toda su complejidad y con la esfera emocional, es un campo muy delicado, muy complejo. “Imprenteros” es un clásico. Lorena le puso voz a la historia propia de su familia, su papá que tenía una imprenta en Lomas del Mirador. Le puso voz a todo lo que pasó, hasta su desalojo. Y lo más importante: hizo actuar a sus hermanos que no eran actores y que se dedican a otra cosa. – Empezamos en 2018. Sí, son actores. Pienso que es un caso de estudio muy complejo lo que hace Sergio, que es el que está en vivo, porque Federico también es parte pero en formato audiovisual. Sergio es autor de su texto y Federico del suyo, son coautores conmigo de la pieza. Sergio hace un relato autobiográfico real, pero lo repite, actúa. Cada vez que lo hace lo hace en serio, como tiene que ser la actuación. Es muy particular ese fenómeno en un cuerpo que no tuvo entrenamiento previo y que de pronto está en escena y comprende perfectamente el hecho escénico. – ¿Cómo los convenciste? – Yo no tenía planeado que ellos fueran parte de la obra. Al principio yo estaba en una etapa de investigación, de acopio, de tener material para ver qué iba a hacer escénicamente, los quería entrevistar para que me dieran información. Esas entrevistas fueron tan ricas y tan poderosas que se convirtieron en material de la obra. "Es muy particular ese fenómeno en un cuerpo que no tuvo entrenamiento previo y que de pronto está en escena y comprende perfectamente el hecho escénico", dijo Lorena Vega en entrevista con María Laura Santillán – Vos hablás de la obra como “el material”. Es autobiográfica pero está como fuera de vos, ya no es tuyo, no es tu historia. – Hay algo de eso desde el inicio. Fui comprendiendo el lugar que ocupa la pieza, que es estar narrando una historia de una familia que está atravesada por un oficio artesanal que representa a mucha gente entonces no es mi historia, es la de muchos. Antes de eso sabía que por más que se tratara de una historia real y propia, estaba poniendo a disposición un material en clave autobiográfica. Pero es un material porque si no no sería artístico, sino sería un proceso más psicoanalítico. – Después de verla queda melancolía porque es como una despedida de lo analógico cuando la imprenta se reduce o la desalojan. – Hay algo de nombrar otra época, de mirar una foto vieja. – ¿Qué te dicen los más jóvenes? – Creo que se les revela algo. Se dice mucho ahora que hay jóvenes que no saben lo que fue el 2001, que hay jóvenes que no tienen ni idea lo que fue vivir en dictadura. Se les revela algo a los jóvenes. Además está tramitada mediante el humor y eso hace que haya una relación diferente. Me dicen que no pueden creer que en el 91 se veían así los videos. Una de las cosas que me da orgullo es que ha venido a verla gente que no necesariamente va al teatro, que amplió el horizonte. Sin ir más lejos, han venido compañeros gráficos que nunca habían ido al teatro y vinieron porque se trataba de su oficio. – Entiendo también que al haber menos ficciones en la tele hay más teatro para ver y que la gente va a buscar a los actores al teatro. – Sí, pasa un poco eso por la falta de lo audiovisual. Y también que cuando hacés teatro y lo disfrutás sucede que es algo muy parecido a la magia, y es muy difícil no querer asistir a eso, no querer volver. – ¿Asumís que en el teatro independiente sos como una especie de ícono? – No, yo no me voy a autonombrar como un icono. Sí me siento reconocida, apreciada, valorada. Lo recibo de mucha gente, del público, de gente anónima, gente que no conozco, de actrices que a mí me gustan, que siempre he mirado, de colegas, de amigos que respeto. Si no estaría desoyendo ese regalo que me hacen. "No me voy a autonombrar como un icono. Sí me siento reconocida, apreciada, valorada", expresó Lorena Vega – Yo sí puedo decir que sos icónica. El aplauso, en cualquiera de las obras que vi, es casi de fanáticos. – No sé si de fanáticos. A mí me parece que actuar es una cosa seria, es una cosa importante entonces lo hacemos a fondo. Quienes aman al deporte pueden pensar que hay algo análogo con el hecho de actuar. Si había que darse la cabeza contra la pared, capaz que lo hacíamos si la obra lo pedía. Cuando ensayábamos una obra que se llamó “Kuala Lumpur”, que dirigía Gustavo Tarrío, hacíamos una improvisación. Mi personaje se descomponía y había que llevarla al hospital. Salimos a la calle, subimos a un taxi y seguimos actuando. Gustavo nos filmaba para tener registro de las escenas y en un momento la cámara perdió al taxi que llevaba al personaje al hospital. Había un borde que se empezaba a correr porque a la situación había que sostenerla. “SE VIENEN LOS 50, MI HIJO TERMINA LA PRIMARIA, SE VENCE EL CONTRATO DE ALQUILER. TODO JUNTO” – Se vienen los 50. – Jajajajaja. ¿Había que hablar de esto María Laura? ¿Querés que te diga cosas personales? Se vienen los 50, mi hijo termina la primaria, se vence el contrato de alquiler. ¿Todo junto tenía que pasar? – Creo que lo peor es que se venza el contrato de alquiler. No te lo tomes mal porque los 60 son más difíciles. – Si son los tuyos, no se ven mal. Tampoco me voy a quejar, pero sí, ¡qué cambio! – ¿Te está pegando? – Sí, lo noto, es notable. Físicamente, mucho. Me arreglé mucho para venir a verte, hubo que hacer esfuerzos. Y empezás a pensar en un arco, que comienza otro segmento, los últimos 50. – Está bueno encontrar la gracia en producirse. – Tocó en este momento, todo va de la mano, de más exposición por las series, más interés en conocerme. Entonces me arreglo, viene a favor de los 50. "Me arreglé mucho para venir a verte, hubo que hacer esfuerzos", confesó Lorena Vega – ¿Lo disfrutás? – Sí, te da un levantón, tirás un ratito con alegría. Está bueno. – Pero no fue una buena noticia el recuerdo del número que se viene. – No, jajajaja, tocaste un punto. Pero me parece perfecto, hay que hablar de los 50. Estoy en ese pleno momento. Yo voy bastante paso a paso y eso también es algo que modifiqué. Algo de la proyección a futuro que quizás antes estaba más presente, ahora es más paso a paso, ver que hay. Eso también fue un cambio. – Seguramente porque estás más afianzada, más sólida y podés disfrutar el presente. – Yo creo que sí, que eso pasó. Estas oportunidades laborales tienen otro tipo de llegada, de rebote, ahora entiendo que está bueno que haya sucedido en este momento, con algunas otras cosas más afirmadas. – No puedo imaginarte rígida, ¿cómo sería? – Me pone contenta que digas eso. Yo era muy mandona en los ensayos. Si había que llevar algo, había que llevarlo y si alguien no lo llevaba, ya me ponía como… tenés que cumplir. O que nadie podía faltar o que no se podía levantar una función. – ¿Severa? – Severa. Ahora entiendo otras cosas. Hay cierto orden, pero acepto más que convivimos con lo que podemos. "Algo de la proyección a futuro que quizás antes estaba más presente, ahora es más paso a paso, ver que hay. Eso también fue un cambio", explicó Lorena Vega – ¿Es todo un trabajo ser flexible, o no? – Sí, pero si no existe ese margen, es pensar que las cosas se hacen solo como vos querés y no hay una única manera de hacerlas. Es no considerar al otro, el ritmo, la vida, las energías de otras personas. Es integrar, encontrarnos, ver qué es esa masa que armamos y no tanto definir un modo. Yo admiro a la gente que tiene algunas cosas tan determinadas, tan seguras y con unos límites tan claros. Para mí las cosas no son tan así. A mí me importa mucho la gente, me fascina el comportamiento humano, me atrae, me da curiosidad. Me interesa cómo habla la gente, por qué reacciona, cómo reacciona, qué está diciendo con un gesto y con las manos y con el cuerpo, hacia dónde dirige cada parte. Me parece un lugar de estudio increíble. Si vos mirás cada subjetividad nadie se parece a nadie. Por eso tiene sentido que todo el mundo actúe, porque nadie lo va a hacer igual a nadie. Y es un buen ejercicio, en mi caso, el de escuchar que hay y no tanto el de pedir lo que quiero ver. “NO SOLO ME PIDEN CONSEJOS, ME PIDEN QUE LOS ATIENDA” – Cuando yo hacía un programa de debates, iba a un bar con mis hijas por ejemplo, y una pareja se acercaba a contarme que estaban discutiendo y me pedían ayuda, como si yo fuese una mediadora profesional. Cuando hacía un programa de investigación y salía a comer, se acercaban a contarme casos, como si yo fuera la justicia. Seguramente a vos te piden consejos como si fueras psicóloga. – Totalmente. Todo el tiempo lo mismo. No solo si puedo dar un consejo, sino que me piden que los atienda, jajajaja. – ¿Que los atiendas como si tuvieras el consultorio? – Sí, y yo digo no, pero no soy psicoanalista. No importa, ya lo sé, atendeme igual. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON LORENA VEGA: “LES DIGO QUE NO SOY PSICÓLOGA Y ME PIDEN QUE LOS ATIENDA IGUAL“ – O sea que ven que tenés esos saberes más allá del personaje. – Sí, si a La zurda le pude sumar algo de la experiencia de conducción, a la psicoanalista Fernanda le pude sumar lo que te contaba de las clases de teatro, la experiencia de mirar subjetividades y tratar de ver qué hay ahí. – Hay psicólogos incluso que deben creer que sos psicóloga porque tenés el physique du rôle. No sos una persona que habla sin parar, acelerada. Escuchás, prestás atención. – Sí, me gusta escuchar, me gusta observar. Pero tengo mis momentos, puedo también ir rápido y acelerar, quizás más en confianza. – Y de jefa también tenés. – Sí, esto de ser directora, ser ama de casa, ser mujer, tener que hacer un montón de cosas. En el teatro independiente sos un poco también gestora, productora. Desde muy chica empecé a hacer proyectos independientes y a buscar procesos creativos con grupalidades. “TENGO MUCHO PENSAMIENTO RUMIANTE, DE DEDICARLE MUCHO TIEMPO MENTAL A UN CONFLICTO. EL TEATRO ME SOSTUVO” – ¿Cuando mirás el camino para atrás, en que perdiste el tiempo? Hay mujeres que sienten que podrían haber compartido un poco más la crianza de sus hijos, hay personas que sufrieron por amor y perdieron mucho tiempo, tomados por el sufrimiento. – Tengo mucho pensamiento rumiante y en una época por suerte no dejé de hacer, pero por colectora iba muy aferrada a un tema, encarajinada. Eso me pasó, no sé si cambié tanto, de dedicarle mucho tiempo mental a un conflicto, quedaba ahí boyando. Con el tiempo me puse más pragmática para esas cosas. El teatro me sostuvo. Porque desde que estrené la primera obra, todos los años o cada dos años fui estrenando algo de diferentes estilos, con diferentes estéticas, diferentes búsquedas, pero siempre trabajando. En eso me siento muy parecida a mi hermano Sergio, el gráfico, que tuvo un montón de asuntos durante su vida, pero que siempre sostuvo trabajar en el taller. Yo me siento parecida a él, mi taller, que es el teatro, siempre estuvo. A él le hizo muy bien dedicarse a su oficio, a mí el mío también. "Me gusta escuchar, me gusta observar. Pero tengo mis momentos, puedo también ir rápido y acelerar, quizás más en confianza", afirmó Lorena Vega (Fotos de Gustavo Gavotti) – Como si fuera una columna vertebral que te sostiene. – Re, sí, yo creo que sí. Paralelamente en colectora, todos los quilombos que se te ocurran que hayan pasado. – ¿De qué signo eras? – Libra. Ya te hablé del ascendente de Piscis. La luna en Cáncer. Esa tríada me parece que hay que saberla. ¿Vos sabés la tuya? – No, solamente sé que soy de Piscis, con ascendente en Aries. Y ahí viene la parte en que el interlocutor que sabe dice: ahora entiendo. – Jajajajaja, es así, es como una escena ensayada, estaba por decirlo. Igual está bueno que busques tu luna. Y después te recomiendo a una amiga que te puede terminar de leer toda la carta. Vas a ver que te va a revelar algo. – ¿No te ofendés si lo hago porque me lo estás diciendo, pero sigo sin creer? La astrología está en mi cabeza en el mismo lugar que los terraplanistas. – Jajajaja, no, no me ofendo porque, ya sabés, yo miro subjetividades. Soy muy abierta y me parece que todo el mundo tiene algo interesante.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por