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» Elterritorio
Fecha: 23/08/2025 20:56
Sedentarismo, mala alimentación, factores genéticos y exposición a pesticidas pueden adelantar el desarrollo infantil sábado 23 de agosto de 2025 | 4:00hs. La pubertad precoz se convirtió en una preocupación creciente en la infancia, ya que cada vez más niños y niñas atraviesan transformaciones físicas y emocionales antes de la edad esperada. En la columna Abro Debate, la pediatra Soledad Oviedo, integrante de la propuesta Edunova de Equilibra, participó de un diálogo sobre pubertad precoz. Durante la charla, señaló que en los últimos años se observó un inicio más temprano de la pubertad en comparación con épocas anteriores. Definió que se trata de pubertad precoz cuando los caracteres sexuales aparecen antes de los 8 años en niñas y de los 9 en varones. “La aparición temprana ocurre cuando los niños empiezan con el desarrollo de caracteres sexuales antes de los 8 años en niñas y antes de los 9 en varones. En las niñas uno de los primeros signos es el aumento de los senos y en los varones el incremento del tamaño testicular”. En cuanto a las causas, la médica aclaró que existen factores neurológicos y cerebrales que pueden derivar de tumores o lesiones en el cerebro, así como síndromes genéticos que predisponen a este cuadro. También destacó que influyen aspectos ambientales y de estilo de vida como el sedentarismo, la mala alimentación y el exceso de grasa corporal. “Hay muchos factores. Están los neurológicos y genéticos, pero también los ambientales como la alimentación poco saludable, el exceso de grasa corporal o el sedentarismo, que son modificables. Por eso es fundamental la alimentación saludable”, indicó Oviedo. Asimismo, la especialista remarcó que en la primera infancia es clave sostener una dieta equilibrada, ya que ciertos alimentos favorecen la aparición temprana de la pubertad. Los productos ultraprocesados, azucarados y ricos en grasas resultan nocivos, al igual que la exposición a pesticidas en zonas de plantación. Respecto dea cómo deben actuar las familias ante los primeros síntomas, aconsejó que recurran a controles médicos. El pediatra puede solicitar estudios como análisis de laboratorio, radiografías o ecografías para evaluar el estadio de desarrollo y descartar complicaciones. “Los cambios hormonales generan alteraciones porque los niños no están preparados psicológicamente. Se observan cambios de humor, acné, aparición de vello y variaciones en el carácter que afectan su bienestar”, expresó Oviedo. En cuanto a lo social, consideró que el problema no radica directamente en la presión del entorno, sino en hábitos poco saludables que se volvieron frecuentes. “Actualmente hay muchos niños con obesidad y sobrepeso. El sedentarismo, sumado al celular y la computadora, los predispone a una pubertad precoz. La actividad física es primordial para un desarrollo social y para mantener un peso saludable”, afirmó la pediatra. Al cierre, pidió a los padres prestar atención a las consultas de los niños y hablar de manera clara sobre los cambios corporales. También sugirió acudir al pediatra cuando no se cuente con las respuestas adecuadas, para que tanto adultos como hijos reciban orientación profesional y pertinente. “Cuando los padres no tienen las palabras justas para responder, lo ideal es acudir al pediatra. Él puede explicar qué cambios se van a dar y cómo acompañar al niño”, concluyó.
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