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  • ¿Y si resultara que la traidora era Karina Milei? – MisionesOpina

    » Misionesopina

    Fecha: 23/08/2025 17:28

    Por Ariel Corbat* Sobre la Ética Pública y la Soledad Del Poder Siendo el kirchnerismo un desvergonzado proyecto totalitario de corrupción estructural, al votante kirchnerista no lo ofende la corrupción, porque por distintas y todas espurias razones justifica esa corrupción. En cambio, a quienes votamos a Javier Milei sí nos ofende la corrupción por su sola existencia, claramente incompatible con la declamada superioridad ética. El planteo moral de la elección presidencial que colocó a Milei en la Casa Rosada se presentó en términos de opuestos absolutos, donde ante cada palabra de las que describen a la casta política se alzó la promesa del antónimo. Básicamente: «son corruptos, somos honestos». Blanco o negro, ningún gris. Así, representando de manera disruptiva el resurgir de una ética pública opuesta a los vicios consolidados de la corrupta casta política, el fenómeno Milei inventó una nueva última oportunidad después que con el fracaso del interregno macrista se creía haber malgastado el último disparo. Milei obtuvo la confianza del voto sobre esas bases y ahora en el gobierno debe garantizar absoluta transparencia siendo implacable ante cualquier señal de corrupción, porque una mínima mancha podría desacreditarlo por completo. Es que del corrupto no se espera otra cosa que corrupción y por ello se le tolera cualquier aberración (mentiras, corrupción, robo, infeKtadura, etc), pero del honesto sólo se espera honestidad y se lo castiga severamente por la más mínima mácula. Es lo que conocemos como «efecto Blumberg», cuya credibilidad pública estuvo muy alta pero cayó al subsuelo sin escala previa por haberse presentado como ingeniero sin serlo. Una nimiedad frente al régimen mas corrupto de la historia, pero así funciona. En tal sentido, el escándalo del "Caso $Libra" se encuentra contenido porque más allá del interés y esfuerzo opositor por encuadrarlo como un caso de corrupción del que el Presidente Milei fuera partícipe, centro y pleno responsable, la ciudadanía lo percibió como torpeza, poniendo foco y luces de alerta sobre un entorno íntimo que no cuida al Presidente de posibles engaños como esa estafa. Como si nadie en su círculo íntimo ni en funciones institucionales se atreviera a contradecirlo, ni recordarle las prevenciones que hacen al cargo tal como la lealtad exige hacerlo para evitar tropiezos y males. De hecho, hay ciertos funcionarios entre cuyas responsabilidades se encuentra la de hacerle entender al Presidente que hay reglas y protocolos a los que debe atenerse por el sólo decoro de su investidura. Es una brutal falacia suponer que un presidente puede hacer lo que quiera. No puede, ni se le debe permitir creerlo. Ahora bien, mientras el "Caso $Libra" sigue abierto y sus derivaciones todavía pueden dar sorpresas, irrumpe en escena otro posible caso de corrupción que parte de audios con apreciaciones de Diego Spagnuolo, abogado de confianza de Milei y a quien el Presidente designó al frente de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). No se trata pues de alguien que haya llegado a la gestión como parte de acuerdos políticos o intermediación de otros funcionarios. Es, para decirlo de manera gráfica, Milei puro. Según surge de esos audios, Spagnuolo habría detectado un sistema de peajes, es decir coimas, que estarían pagando los laboratorios para garantizar contratos con el Estado. La maniobra tendría por brazo ejecutor a la Droguería Suizo Argentina, proveedora de más de 7.000 farmacias del norte argentino y que con sede en Tucumán preside Jonathan Kovalivker, vecino en Nordelta de Eduardo "Lule" Menem. En el sistema descripto por Spagnuolo, Lule Menem y Karina Milei serían los destinatarios finales de lo recaudado por ese sistema. Una cifra obscena. ¿Podría todo esto ser finalmente una «opereta» de campaña? Podría serlo, para pegarle al Presidente donde más le duele. Pero los elementos que se han hecho públicos no parecen ser meras especulaciones dada la posición de Spagnuolo y su relación con el Presidente. Es más que conocida la dependencia practica y devoción afectiva de Javier Milei hacia su hermana Karina, teniendo en cuenta ello y que la autenticidad de los audios no fue negada por Spagnuolo ni se ha argumentado que sean falsos, la siguiente frase cobra particular significación: “Hablé con el presidente y le dije: ‘Están choreando, te podés hacer el boludo, pero no me tiren a mí este fardo. Llega a haber algún quilombo y no me cuidan, tengo todos los whatsapps de Karina”. Es creíble, dado el vínculo entre Spagnuolo y Milei, que efectivamente haya dado aviso al Presidente de las irregularidades detectadas. De ser así, no es difícil comprender la contrariedad emocional del Presidente frente a la decisión que tal informe supone. Acaso, hermosa palabra la palabra «acaso», uno de esos momentos en los que duele la soledad del poder. Porque se quiera o no, el poder es un ámbito solitario a la hora de tomar decisiones cruciales. Desde la campaña electoral, Javier Milei llama a su hermana Karina «El Jefe». Y no es un simple apodo. Va de suyo que no hay ningún escenario en el cual el Presidente, afecto a imaginar traiciones, haya contemplado como posibilidad ser traicionado por ella. Pero si affaire se confirma como un caso de corrupción y la consiguiente investigación convalida la ya instalada sospecha sobre la participación de Karina Milei, no tendría el Presidente mejor opción que reconocerse traicionado eyectándola de su gobierno y entorno. Desde luego sería un golpe duro, tanto como una muerte, pero las alternativas de resolución al mismo escenario hipotético son todavía peores porque en todas ellas el Presidente se vería involucrado como parte del asunto. Y no es el nuestro un país con instituciones que puedan sobrellevar sin mayores sobresaltos, una renuncia presidencial, un juicio político o cualquier otra consecuencia que señale como corrupto a quien ganó las elecciones prefiriendo decir verdades incómodas en lugar de mentiras complacientes y prometiendo con ello la superioridad ética que da sentido a los sacrificios de medidas duras. No creo necesario explicar a nadie cuál sería el destino del país en tales supuestos. Lo grave de la situación queda expuesto en la publicación, del pasado 21 de Agosto de 2025, del Decreto 599/2025 que reconociendo se trata ya de una situación de público conocimiento suspende en sus cargos a Diego Orlando Spagnuolo y Daniel María Garbellini (Director Nacional de Acceso a los Servicios de Salud de la Agencia Nacional de Discapacidad) a la espera de lo que resuelva la investigación judicial. En los audios que dan origen a la publicidad de la trama de corrupción expuesta, Spagnuolo aludió a Garbellini en estos términos: “A mí me pusieron un tipo que maneja todo lo que es la caja mía. Es un delincuente que estaba en la gestión de Macri y que cuando se fue se llevó los discos rígidos de las computadoras. (…) Entonces, van a pedirle guita a los prestadores». Téngase presente que estas acusaciones se conocen en paralelo a las investigaciones por casi un centenar de muertes vinculadas a ampollas de fentanilo contaminadas que siendo fabricadas por laboratorios vinculados a HLB Pharma Group SA y Ramallo SA, fueron provistas a hospitales. Si la corrupción siempre es perversa e implica desprecio por los demás, se percibe todavía peor cuando se lucra directamente sobre la salud y vida de la población. Que funcionarios de gobierno sean partícipes de semejantes corrupciones es siempre un cachetazo a la credibilidad pública en la política y las instituciones. Por ello, si frente a las sospechas de corrupción a través de coimas con medicamentos, el Presidente Milei hace honor a su propia frase: «ESTO NO ES PARA TIBIOS, SOMOS SUPERIORES MORALMENTE», su relación con quienes lo votaron se verá fortalecida. La transparencia de un gobierno honesto no puede ser negociable. Es, como se sostuvo en campaña, blanco o negro. Esto debe ser esclarecido sin dejar lugar a ninguna duda. Cosa de por sí difícil en un país con un Poder Judicial que tan corrupto como ineficiente tiende a convertir cualquier caso que involucre al poder vigente en una larga novela de final abierto. El Presidente Milei, en la soledad del poder, deberá tomar decisiones más allá de los tiempos oportunistas del Poder Judicial, para que caiga quien deba caer; cualquiera sea el apellido que porte. *La Pluma De La Derecha, un liberal que no habla de Economía

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