23/08/2025 09:22
23/08/2025 09:20
23/08/2025 09:20
23/08/2025 09:20
23/08/2025 09:10
23/08/2025 09:10
23/08/2025 09:10
23/08/2025 09:04
23/08/2025 09:03
23/08/2025 09:03
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/08/2025 05:47
“Existe una intención muy clara de cometer un genocidio por parte de Rusia”, denunció, en diálogo con DEF, la coronel Inna Zavorotko, quien acaba de visitar nuestro país como parte de una delegación del Ministerio de Defensa y de la Cruz Roja de Ucrania. Recordó que las violaciones sistemáticas de los derechos humanos se iniciaron en marzo de 2014, con la operación militar que culminó con la anexión ilegal de la península de Crimea a la Federación Rusa, y se profundizaron a partir de febrero de 2022, tras la invasión a gran escala del territorio ucraniano que se prolonga hasta el día de hoy. Actualmente jefa de la sección de Derecho Internacional Humanitario del Departamento de Apoyo Jurídico del Ministerio de Defensa de Ucrania, esta joven militar y abogada ucraniana agradeció el compromiso de la Argentina, único país de América Latina que forma parte del denominado “Grupo de Ramstein”, el conjunto de países de la OTAN y otros socios internacionales que acompañan el esfuerzo bélico del país atacado. “Es importante a nivel bilateral y, para nosotros, es un apoyo muy valioso”, enfatizó. Ucrania pierde a sus mejores hombres -¿Cuál es la razón de esta visita a Argentina? -El primer objetivo es la cooperación y el contacto entre los departamentos jurídicos de los Ministerios de Defensa de Ucrania y de Argentina. Esta visita es, para nosotros, muy valiosa en ese sentido. También estamos presentando un informe sobre la implementación del derecho internacional humanitario, que fue publicado por nuestro Ministerio de Defensa. Lo estamos difundiendo para compartir nuestra experiencia y sumar apoyos al derecho internacional humanitario. -¿Cuál ha sido el impacto demográfico de la guerra en la población ucraniana? -La primera consecuencia de la guerra es que estamos perdiendo a nuestros mejores hombres, muchos de ellos muy jóvenes, que están defendiendo al país en el frente. Un segundo impacto es el de los desplazados internos y los refugiados, que han dejado el país. Muchos de ellos son mujeres con sus hijos, cuyos padres están en el frente de batalla. Para ellos, fue muy difícil empezar una nueva vida fuera de Ucrania. Y diría que una consecuencia, al comienzo de la guerra, fue que muchas parejas jóvenes estaban dudando sobre si tener hijos por temor a lo que podía suceder. Ahora, la gente entiende que la vida debe seguir y están intentando retomar la normalidad. Inna Zavorotko es la jefa de de la sección de Derecho Internacional Humanitario del Departamento de Apoyo Jurídico del Ministerio de Defensa de Ucrania Rusia viola las Convenciones de Ginebra -¿Se registran ataques de drones a la población civil? -Constantemente. Los drones son utilizados intencionalmente contra la población civil. Atacan ciudades. Los civiles deberían estar protegidos por las Convenciones de Ginebra. Pero, a nuestro adversario, Rusia, no le interesa la ley. Tenemos muchos heridos. Más de 700 niños han muerto a causa de los ataques rusos que, diría, se llevan adelante en todos lados, incluso en las residencias civiles. Es importante señalar que, usualmente, esos ataques se llevan adelante por la noche, cuando las familias duermen y no tienen tiempo suficiente para dejar sus hogares. Es difícil decir por qué lo hacen, pero creemos que el principal objetivo es infundir terror. Diría que también lo hacen para crear un efecto psicológico en la población y quebrarla mentalmente. -¿Cuál es la situación de los prisioneros de guerra? -Desde la invasión de Crimea, se estableció la necesidad de una ley para tratar a los prisioneros de guerra. Y, en 2022, cuando la invasión avanzó, profundizamos el trabajo con foco en la información de cada uno. Hacemos un seguimiento del ciclo de cada prisionero: comenzando desde que son capturados y cerrando cuando son intercambiados. Durante todo el proceso, cada área de nuestro gobierno sabe qué hacer y cuáles son los procedimientos, todo fue aprobado por el gobierno de Ucrania. Nosotros establecimos campos destinados a prisioneros de guerra, la mayoría en el oeste de Ucrania. También contamos con lugares para su atención, porque la Convención de Ginebra nos solicita que los ayudemos. Es decir, los prisioneros de guerra no son criminales y son capturados con el fin de evitar su participación en las hostilidades, no para castigarlos. Acusan a Moscú de violencia sexual en la guerra -¿Cuál es la diferencia en el tratamiento de los prisioneros entre Rusia y Ucrania? -En Rusia, no hay un sistema especializado en su tratamiento a nivel estatal, como sí ocurre en Ucrania, ni se brindan condiciones adecuadas a los prisioneros de guerra. Hay que subrayar que, de acuerdo a las Convenciones de Ginebra, los prisioneros de guerra no son criminales. Por eso, se les deben garantizar sus derechos como soldados y oficiales del adversario y no tratarlos como criminales. Sin embargo, Rusia utiliza prisiones comunes y no se les dan las condiciones adecuadas. Allí son sometidos a tortura y a condiciones deliberadas de inanición. Hay reportes de casos de violencia sexual cometidos contra los prisioneros de guerra ucranianos. Es una violación de sus derechos. Este es uno de los métodos más efectivos para influir psicológicamente y destruir a la persona. La Federación Rusa lo usa con frecuencia. Rusia tampoco brinda información sobre sus prisioneros de guerra en custodia, algo que también establece la Convención de Ginebra: hay que dar los datos vinculados con sus nombres, grados, condiciones de salud y lugar en el que están. También, establece que hay que informar cuando son trasladados desde un campo a otro, justamente porque es la oportunidad para mantener el vínculo entre ellos, el Estado y las familias. Desafortunadamente, los prisioneros de guerra ucranianos no tienen la oportunidad de comunicarse con sus familias. Pueden imaginar el estado de aislamiento en el que están, mientras Rusia busca que sientan que no le interesan a su país ni a sus familias. Zavorotko formó parte de una charla en uno de los salones de la Universidad Nacional de la Defensa. -¿Cuántos intercambios de prisioneros existieron en el último tiempo? -Pero hubo tres intercambios, como resultado del proceso de negociaciones en Estambul. Involucraron aproximadamente 1000 prisioneros de cada bando y también cadáveres de soldados caídos. Existieron algunos requisitos sobre quiénes deberían ser parte de ese intercambio. Una categoría, por ejemplo, fueron los jóvenes de entre 18 y 25 años. -¿La Cruz Roja Internacional estuvo involucrada? -Si y no. El Comité Internacional de la Cruz Roja está directamente involucrado en el intercambio de información sobre los prisioneros de guerra. Nuestra Oficina Nacional de Información (National Information Bureau) comparte información. Pero, como ya dije, Rusia a menudo viola su obligación y no provee la información sobre prisioneros de guerra ucranianos. ¿Qué sucede con los niños ucranianos? -¿Cómo es la vida cotidiana en los territorios ocupados por Rusia? -A todo lo mencionado, se suma que se violan los derechos humanos de las poblaciones de territorios ocupados: hay una disposición muy clara en la Convención de Ginebra que establece que la potencia ocupante –Rusia, en este caso– no puede reclutar civiles para sus propias fuerzas armadas. Es una obligación muy clara, pero lo hace. En este contexto que describo, se requiere del pasaporte ruso para poder trabajar, tener una cuenta bancaria o comprar medicamentos. Entonces, muchos ucranianos deben hacerlo para sobrevivir: están obligados a tener una identificación rusa. Entonces, en los territorios ocupados temporalmente, con el único objetivo de sobrevivir, nuestros ciudadanos reciben pasaportes rusos. Y, en consecuencia, los reclutan para las Fuerzas Armadas. Es decir, los ucranianos terminan luchando contra nosotros. Es muy doloroso. Por eso trabajamos en varios programas que pueden hacer. Uno de ellos se denomina “I want to live”, que establece cómo deben hacer los soldados que quieren rendirse ante nuestras fuerzas y evitar seguir luchando contra Ucrania. -¿Se intimida también a las familias de los prisioneros de guerra ucranianos? -Conocemos casos en los que, desde Rusia, se comunican con las familias para pedirles dinero o alguna información útil respecto del campo de batalla, a cambio de mantener con vida a los prisioneros de guerra. Pueden imaginarse el drama emocional que viven las familias en Ucrania. Rusia no tiene ninguna barrera moral. -¿En qué consiste la iniciativa “Bring Kids Back”? -Desde 2022, Rusia deporta a los niños de los territorios ocupados. Estamos hablando de aproximadamente 20.000, pero sabemos que el número puede ser mayor. Tampoco podemos proporcionar una cifra exacta. porque el 20 % del territorio ucraniano está ocupado. Además, no tenemos información sobre algunos niños porque no contamos con familiares directos con vida, son menores de los orfanatos. Esta última categoría es la más compleja, aunque sabemos que normalmente deportan a todo el lugar, así que, si encontramos a uno de esos niños, habrá 50 más en el mismo lugar. Hay varias organizaciones trabajando en eso. Además, muchas veces no sabemos los nombres de los niños llevados a Rusia, ya que nunca se informa a Ucrania sobre ello. Así que necesitamos encontrar distintas maneras de obtener esos datos. El problema es que no existe un mecanismo legal para traerlos. Simplemente porque es algo que nunca debió suceder. Justamente, desde Ucrania buscamos crear nuevos mecanismos, uno es Bring Kids Back. De hecho, estamos cooperando con Estados Unidos y organizaciones internacionales para ayudar a los padres a identificar a sus hijos. El objetivo de la charla fue la cooperación y el contacto entre los departamentos jurídicos de los Ministerios de Defensa de Ucrania y de Argentina. -¿Cuál es el presente de esos niños y de qué manera se ven vulnerados sus derechos por parte de Rusia? -Es un tema muy importante, porque es el futuro de Ucrania. Además, sabemos que Rusia utiliza su propaganda y narrativas para que esos niños pierdan su identidad como ucranianos. Para nosotros, es un claro caso de genocidio, ya que se intenta destruir a un grupo de personas basándose en aspectos étnicos o nacionales. Incluso, Rusia está modificando su legislación para lograrlo. Por ejemplo, está cambiando los procedimientos para adoptar niños ucranianos, en vez de rusos. Se trata de un trámite más simple que brinda, a cambio, garantías y beneficios. ¿La razón? Si adoptan a un niño de entre tres y cinco años pueden hacer lo que quieran para influenciar su identidad y mentalidad. Por otro lado, el procedimiento para otorgar pasaporte ruso a los niños ucranianos de entre 14 y 18 años también se simplificó. La ley internacional en la guerra moderna -El Consejo de Europa aprobó la creación del Tribunal Especial sobre el Crimen de Agresión cometido por la Federación Rusa contra Ucrania. ¿En qué marco se da este proceso? -Ucrania puso todo su esfuerzo para cooperar con distintos países con el objetivo de establecer un tribunal especial, reconocido internacionalmente y con jurisdicción para investigar y perseguir a los responsables del crimen de agresión contra Ucrania. Por la naturaleza de este tipo de crímenes, solo los altos mandos militares y los líderes políticos pueden ser juzgados como responsables de un crimen de agresión. Ucrania considera que sus perpetradores, en los altos rangos de Rusia, deben ser juzgados. Un total de 41 Estados ha contribuido a esta iniciativa. Estamos muy agradecidos por el apoyo de Argentina, conscientes del rol que el país tiene dentro de la Corte Penal Internacional. El procesamiento y la condena de los culpables de este crimen es un pilar fundamental para lograr una paz sostenible. -¿Qué lecciones deja la experiencia de Ucrania para la Defensa argentina? -Es una de las razones por la que estamos aquí, queremos compartir nuestra experiencia sobre cómo aplicar la ley internacional en la guerra moderna. Es decir, cómo se puede aplicar, incluso, en caso de ciberataques o empleo de inteligencia artificial. Cabe destacar que la Convención de Ginebra se escribió luego de la Segunda Guerra Mundial y, en el presente, los conflictos cambian todos los días. Por eso, para saber cómo aplicarla en la guerra contemporánea, se requieren esfuerzos, sobre todo desde lo legal. Durante la visita a Argentina, vimos el interés que tienen los militares en este tema. Eso nos motiva porque creemos que la ley internacional debería ser respetada por todos dado que, en definitiva, son las reglas que aprobaron los Estados.
Ver noticia original