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Parana » 2 Florines
Fecha: 22/08/2025 22:54
El empresario socio de Frigorífico Alberdi y otras plantas de la cadena vacuna en la Argentina, analizó el presente del sector y consideró que “la situación económica de la industria sigue complicada”. Además, advirtió que el mercado del cuero tampoco se encuentra en un buen momento. Leonardo Lequio conduce los destinos del grupo que lleva su apellido y que nuclea a frigoríficos exportadores y del consumo, como Alberdi en Oro Verde, que faenan hacienda propia y de terceros. Además procesan subproductos ganaderos. El Grupo Lequio incorporó hace pocos tiempo a las plantas del grupo Mattievich. De lo que produce, contó el empresario, cerca del 50% tiene como destino a la exportación y la otra mitad se vende en el consumo interno. En esta entrevista analiza el mercado ganadero, en el comercio de carne, de los subproductos y resalta la necesidad de medidas que le den competitividad al negocio. —¿Qué opinás sobre la oferta de ganado con destino a la faena? —Las estadísticas dicen que es elevada y que el volumen es muy parecido al del año pasado, pero al mismo tiempo se observa una caída en la disponibilidad de las categorías de vacas y novillos que son necesarias para atender a la demanda internacional. A nivel del consumo veo que es una oferta razonable pero hay reticencia en la compra de parte de la demanda interna por los incrementos en el costo de vida. La oferta de vacas este año es menor a la de 2024 y en los próximos meses va a caen más porque ya quedaron bien atrás los tactos y entramos en otro momento del ciclo ganadero. También faltan novillos. Nosotros tenemos algo de producción propia y con eso algo nos vamos defendiendo pero se nota se nota una menor oferta de ganado para la faena. En los próximos meses debería mejorar un poco la oferta para el consumo. Pero por ahora lo que se ve es que hay un faltante de hacienda buena, de calidad y los precios de venta que van en términos generales de los 3.300 a 3.500 pesos por kilos vivo deberían ser más altos pero la demanda interna no convalida más subas por las dificultades que tiene el poder de compra de la población. —¿Mejoró la situación de la industria exportadora con los cambios que hubo en los derechos de exportación y en el valor del dólar? —Todas esas mejoras se trasladaron al precio de la hacienda porque los operadores pujamos por la oferta. Eso se refleja en la suba que tuvo el precios de la vaca en las últimas semanas. También aumentó, aunque menos, el novillo que valía 5000/5100 pesos por kilos vivo y ahora vale 5500/5700 pesos. La situación económica de la industria sigue complicada. La mejora que se logró fue trasladada al valor de la hacienda porque la competencia nos obligó, nadie quiere quedarse sin la materia prima. —¿Los valores del mercado internacional son buenos? —Europa está pagando precios buenos. Los de Estados Unidos son también buenos siempre que se venda dentro de la cuota que es de sólo 20.000 toneladas y que nosotros ya la cubrimos. Por fuera de ese cupo los valores son de 6000 dólares por tonelada pero hay que pagar 26,4% de tasa para entrar. Y China que es nuestro gran cliente, está presionando los precios a la baja. —¿Y qué pasa mientras tanto con los costos? —Recientemente cerramos una paritaria que rige hasta octubre con un promedio de aumento de 2% mensual. Los salarios en la industria están aumentando por encima de la inflación en el último año. Sin dudas ese es un costo significativo pero también se incrementaron otros rubros como el energético cuyos incrementos fueron superiores a la inflación y el más importante que es el de la hacienda que también aumentó y mucho más que la inflación promedio que informa el Indec. —Algunos analistas dicen que con este nivel de faena, si no crece fuerte la producción de terneros, volverá a caer el stock, ¿qué opinás sobre esto? —Claramente es un tema que preocupa a la industria que necesita de niveles de faena más altos para licuar costos fijos que se están encareciendo. Por otro lado hay que tener en cuenta que en los últimos años hubo sequías que afectaron la productividad de la cría y además hubo un gobierno que sostuvo políticas diferentes a las actuales. Todo eso impacta en el ciclo ganadero que es de largo plazo. Veremos si los buenos precios que ahora tiene la hacienda y el mejor estado de los campos favorecen un crecimiento del stock que es lo que todos deseamos. —¿Qué medidas se podrían tomar Leo para mejorar la rentabilidad de la industria, la competitividad sectorial y exportadora? La primera y principal es la reducción de los impuestos, que nosotros venimos reclamándolo hace tiempo. Me refiero tanto a las retenciones que todavía rigen para la carne de novillos como otros que lastiman los resultados de la actividad como el impuesto al cheque, ingresos brutos provinciales y tasas municipales. Además, hay que sostener un tipo de cambio competitivo, eso es fundamental para la exportación. También hay que normalizar la situación financiera porque se necesitan de tasas razonables para poder trabajar, para que haya inversiones que dinamicen la economía. Con estas tasas no se puede pensar en crecimiento. —¿Cómo vienen los precios y el comercio de subproductos? —El mercado del cuero está muy complicado. Hay plantas que tienen muchos problemas de colocación de ese subproducto. La desregulación que hizo el gobierno ayudó a que se pueda exportar pero el precio es muy bajo porque es un producto que está en desuso. El cuero vacuno para marroquinería o para la industria automotriz se utiliza cada vez menos y los compradores se quedan solo con los de mejor calidad. Se debería trabajar en alguna política de mejora de los cueros. Las marcas a fuego los dañan mucho. Con la cantidad de veces que se comercializa una hacienda en Argentina hay animales que tienen hasta cuatro marcas y ese cuero prácticamente no vale nada. En Estados Unidos no tienen ni una sola marca. Pero más allá de eso el mercado está complicado. La venta de menudencias está estabilizada, se está esperando la habilitación del mercado chino para ver si se puede lograr alguna mejora en los precios y esperamos que pronto eso se pueda dar. Sesos y huesos están a la baja porque ya termina un poco la temporada invernal de venta de grasas refinada en Argentina y la harina de carne para los mercados, tanto interno como externo, están bajos. —¿Y qué pasa entonces con los recuperos? Hay frigoríficos que están volviendo a cobrar el servicio de faena y otros que ya lo hacen porque los números no dan bien. Es una necesidad que tienen las fábricas para poder sostener su funcionamiento. En el interior se está cobran en promedio 150 pesos por kilo producido (kilo gancho) y es una tendencia ascendente por la suba de costos de la actividad. Fuente: Contenido difundido por FIFRA
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