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» Elterritorio
Fecha: 22/08/2025 01:57
El dispositivo fue creado en agosto de 2022 y desde entonces trabaja con adolescentes en conflicto con la ley y en situación de vulnerabilidad, logrando además una reducción en la cantidad de ingresos. jueves 21 de agosto de 2025 | 16:20hs. El Centro Modelo de Asistencia y Seguimiento de Niños, Niñas y Adolescentes (Cemoas) de Oberá comenzó a funcionar el 18 de agosto de 2022. Desde su apertura, se constituyó como un espacio destinado a la admisión, contención y derivación de menores en conflicto con la ley penal, mediante un abordaje interdisciplinario e interministerial. Estos espacios cumplen un rol fundamental en la restitución de derechos vulnerados y en la posibilidad de brindar contención a los adolescentes, acompañando sus trayectorias y generando espacios de protección. A lo largo de este tiempo, el centro registró 23 ingresos en 2022, 77 en 2023, 70 en 2024 y 23 en lo que va de 2025, alcanzando un total de 183 casos. Entre 2023 y 2024 se produjo una disminución del 9,1 % en la cantidad de ingresos. “En el Cemoas se reciben a menores de toda la provincia que fueron detenidos por presunta participación en un delito y que se encuentran en conflicto con la ley penal. Se les brinda un servicio que coordine, evalúe, contenga y derive con celeridad”, expresó la alcaide y directora Andrea Karina Ribeiro. Del mismo modo, aclaró que la gran mayoría de los adolescentes asistidos son varones de entre 11 y 17 años, que es la edad máxima de permanencia en el dispositivo. Los casos corresponden principalmente a Oberá, con procedencias en barrios como San Miguel, Villa Sapucay, Sixten Vick y Villa Cristian, además de algunos provenientes de Mártires. Las problemáticas más frecuentes se relacionan con delitos de robo, hurto y estafa, y detrás de ellos aparece como factor común el consumo problemático de sustancias. “En 2022 se registraron 23 admisiones, en 2023 un total de 77, en 2024 fueron 70 y en lo que va de 2025 ya suman 23, dando un total de 183 menores que pasaron por el centro”, sostuvo Ribeiro. En este sentido, añadió que el Cemoas de Oberá tiene la particularidad de articular directamente con la Municipalidad. De esa manera, no solo se atienden adolescentes en conflicto con la ley, sino también aquellos derivados por medidas de protección dictadas por juzgados de familia, en casos donde se vulneraron sus derechos básicos. “Actualmente tenemos ocho adolescentes varones de entre 11 y 15 años bajo medidas de protección, porque no pueden estar con sus familias o directamente no las tienen. En estos casos permanecen en el centro hasta que se resuelva su situación judicial”, indicó la responsable. A la par, explicó que cuando se trata de jóvenes en conflicto con la ley, la permanencia es breve: el gabinete interdisciplinario interviene de manera inmediata con ellos y sus familias, y luego son restituidos a sus tutores. “Como mucho están uno o dos días en el Cemoas, o en algunos casos la entrega tutelar se da de manera automática”, comentó Ribeiro. Uno de los aspectos que la directora resaltó como logro es la disminución en la cantidad de ingresos. “Se redujo considerablemente el número de casos en comparación con los primeros años, lo que demuestra que con trabajo sostenido, adquisición de hábitos y respeto por los derechos básicos los adolescentes logran bajar los niveles de agresividad y proyectar un futuro en estudios o trabajo”, remarcó. Del mismo modo, subrayó la importancia del acompañamiento que brindan instituciones de la ciudad. Entre ellas mencionó al Departamento de la Niñez de la Municipalidad, el Hogar de Día -clave en la educación de los chicos-, escuelas públicas de los barrios Norte y Krause, los Caps y el Hospital Samic. También destacó la colaboración de la Coordinadora General de Hogares de Día con la provisión de medicamentos. “Nosotros recibimos mucha ayuda de distintos organismos que tienen el mismo interés que nosotros: que los adolescentes logren recuperarse y continuar con su vida con otras herramientas”, manifestó la directora. Respecto a los talleres que se ofrecen, mencionó los de huerta y cocina, además de las actividades promovidas por diferentes religiones y profesionales voluntarios. Un profesor de educación física asiste los lunes, lo que refuerza el trabajo de contención que se realiza. “Me gustaría que pudiéramos ampliar la oferta de talleres, sumando oficios como electricidad, plomería o carpintería, que les den herramientas reales para desenvolverse en la vida adulta. Pero para eso necesitamos contar con un espacio propio”, expresó Ribeiro. Finalmente, destacó que el acompañamiento también se apoya en los vínculos mantenidos con quienes estuvieron al frente de la institución en etapas anteriores, lo que permite sostener la continuidad y reforzar la misión de apostar por la recuperación de los jóvenes.
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