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Fecha: 21/08/2025 22:42
La campaña 2025 se perfila con uno de los mayores potenciales productivos de la historia, aunque marcada por la incertidumbre que genera el exceso hídrico. Las intensas precipitaciones registradas en la región núcleo durante las últimas 48 horas sorprendieron por su magnitud y ritmo de acumulación. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), los registros superaron ampliamente los promedios históricos y consolidan un invierno atípico, con abundancia de agua en pleno corazón agrícola del país. En julio ya se habían medido lluvias excepcionales y agosto continuó con la misma tendencia. En el noroeste bonaerense los valores se duplicaron e incluso quintuplicaron respecto de lo normal. Baradero encabezó los acumulados con 156 milímetros —70 de ellos en un solo día—, seguido por Chacabuco con 146 y Pergamino con 126, donde en apenas 24 horas cayeron más de 80 milímetros. Rosario tampoco quedó al margen: alcanzó los 102 milímetros, de los cuales 76 se concentraron en la última jornada. Los especialistas de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) señalaron que el impacto inmediato será sanitario. El exceso de humedad crea condiciones propicias para la proliferación de enfermedades en los cultivos de trigo, que hasta ahora mostraban un estado muy favorable. De no mediar un control intensivo mediante aplicaciones, los rindes podrían verse afectados. Otro foco de preocupación se ubica en el noreste bonaerense, donde los acumulados anuales ya se encuentran entre 1.000 y 1.100 milímetros. El contraste resulta elocuente: en enero la zona fue epicentro de la sequía más severa del país y hoy atraviesa la situación inversa, con un exceso hídrico que amenaza lotes bajos con pérdidas totales y compromete seriamente la transitabilidad de los caminos rurales. El fenómeno no se limitó a Buenos Aires. También se registraron lluvias abundantes en gran parte de Santa Fe, Entre Ríos, el este de Córdoba y sectores de Chaco, consolidando un escenario invernal fuera de lo común. “Estamos asombrados por la magnitud de los acumulados”, afirmó Cristian Russo, jefe de GEA, al advertir que el clima plantea un doble desafío: aprovechar la chance de rendimientos elevados y, al mismo tiempo, gestionar los riesgos sanitarios y logísticos que trae aparejada tanta humedad. Los pronósticos de corto plazo indican la llegada de un frente frío con nuevas precipitaciones en el centro y sur bonaerense. Frente a ello, los técnicos remarcan la necesidad de al menos una semana de pausa en las lluvias para permitir que los suelos drenen y evitar que los cultivos sufran condiciones de anaerobiosis a nivel radicular. De cara al futuro inmediato, el panorama combina oportunidades y amenazas. La abundancia de agua asegura reservas óptimas para los trigos y para la próxima siembra de granos gruesos. Así, la campaña 2025 avanza con un potencial productivo que podría ubicarse entre los más altos de la historia, aunque atravesada por un nivel de incertidumbre que obliga a seguir cada frente climático con atención.
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