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  • Argentina / Economía | Pesos: Nueva aspirada de Caputo aumenta aún más el encarecimiento del crédito

    » Voxpopuli

    Fecha: 19/08/2025 15:10

    El problema reside en el cómo se logra esa absorción. El gobierno, a través de la Secretaría de Finanzas, ha emitido letras y bonos con tasas de interés elevadas para atraer a los bancos. Por otro lado, el Banco Central (BCRA) ha aumentado los encajes bancarios, forzando a las entidades financieras a inmovilizar una mayor porción de sus depósitos. Ambas medidas tienen el mismo fin: sacar pesos de la calle. Es una política deliberada, en línea con el enfoque de ortodoxia fiscal que impulsa el actual gobierno. Un Golpe de $3.788 Billones y Tasas de Hasta 69% Absorción por licitación: En una sola jornada, el gobierno de Milei adjudicó la impresionante suma de $3.788 billones en la licitación, atrayendo dinero del sistema financiero con una oferta que buscaba ser atractiva para los inversores. Encajes elevados: A esto se suma el aumento de los encajes bancarios en 5 puntos porcentuales, elevando el total de reservas obligatorias para los bancos del 45% al 50%. Esta decisión, que forzó a las entidades a suscribir nuevos títulos públicos, contribuyó a la inmovilización de una cantidad masiva de pesos. Tasas en ascenso: Para lograrlo, el gobierno ha convalidado tasas de interés en sus instrumentos financieros que han llegado a un alarmante 69,20%, como se vio en la licitación de la semana anterior, lo que presiona al alza a toda la curva de rendimientos. Un efecto dominó en la economía Este proceso, aparentemente técnico, crea un efecto dominó que impacta negativamente en el poder adquisitivo de las personas y en la viabilidad de los pequeños negocios. Encarecimiento del Crédito: La medida más visible es el aumento del costo del dinero. Cuando los bancos invierten sus fondos en los títulos del gobierno con altas tasas de interés, no solo se ven menos incentivados a prestar, sino que cuando lo hacen, trasladan el alto costo de la deuda pública al crédito privado. Los créditos personales, los préstamos para emprendedores y las hipotecas se vuelven prohibitivamente caros. Esto frena la capacidad de las familias para adquirir bienes duraderos y de las empresas para invertir y crecer. Impacto en la Producción: Las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), motor de la economía argentina, dependen en gran medida del financiamiento para capital de trabajo, compra de insumos o expansión. Con un crédito caro, se ven obligadas a postergar proyectos, reducir su actividad e incluso a subir los precios de sus productos para compensar los mayores costos financieros. Esta dinámica no solo encarece los productos en las góndolas, sino que también puede llevar a una recesión económica, contrarrestando el objetivo de la política de absorción. La Ilusión del Ahorro: Aunque algunos puedan ver las altas tasas como una oportunidad para el ahorro, la realidad es que el rendimiento de estos instrumentos a menudo apenas alcanza a equiparar a la inflación, o en el peor de los casos, pierde frente a ella. Por lo tanto, el dinero que los argentinos inmovilizan en plazos fijos o inversiones de corto plazo pierde valor real, lo que erosiona el poder de compra a largo plazo. Un sacrificio con dudosos resultados La política de absorber pesos, tal como se implementó, parece un sacrificio que el gobierno impone a la población para sanear las cuentas públicas. Si bien la estabilidad macroeconómica es deseable, el camino elegido encarece el día a día de los argentinos, dificulta la vida de las familias y asfixia a los productores. La inflación no es solo un fenómeno monetario, sino también una cuestión de expectativas y confianza. Si las medidas para combatirla se traducen en un parate económico y en un mayor costo de vida, el remedio puede terminar siendo peor que la enfermedad.

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