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» Clarin
Fecha: 19/08/2025 12:38
En un vivero de Banfield, entre macetas de colores, plantas y flores, hace más de diez años que el lugar se convirtió en un punto de encuentro para una red solidaria. La campaña, con epicentro en el vivero “Los Tilos”, convoca a vecinos del barrio —y de otras localidades— a donar cuadraditos de lana, ropa para destejer o retazos de tela. El objetivo: armar mantas y llevar abrigo donde más se necesita. La iniciativa tiene nombre, rostros y raíces. Tamara Bratich y su marido Eduardo están al frente del vivero desde 1991. “Continuamos el proyecto de Fabiana, una docente de nivel inicial de Lanús. Por motivos personales no pudo continuar y decidimos seguir con el proyecto”, cuenta Tamara. Así, el vínculo social encontró un nuevo cauce desde el mismo vivero. Así nació la campaña solidaria: Cosiendo y Tejiendo Abrigos, una forma de combinar el trabajo con la vocación de ayudar. “Lo que recibimos es muchísimo más que lo que damos”, afirma Tamara. La campaña recibe cuadraditos de tela de 15x15 cm de cualquier color y punto. Cada manta se arma con entre 100 y 120 cuadraditos. También se recolectan prendas viejas para destejer, lana nueva o usada, y cuadrados de tela de abrigo, para armar mantas de tela, —que facilitan el lavado y el transporte— especialmente pensados para personas en situación de calle o familias que necesitan abrigo urgente. Hay vecinos que traen materiales y otros que se acercan a buscarlos. La lana se clasifica según el grosor, para que cada tejedor trabaje con lo que mejor maneja. Una vecina, apodada “la destejedora”, desarma ropa para aprovechar la lana. Luego, las armadoras se encargan del ensamblado. Armar una manta puede llevar más de ocho horas de trabajo. Aunque la campaña tiene su base en Banfield, sus mantas llegaron lejos: al Hospital Gandulfo, donde desde hace dos años abrigan los sillones de oncología; a Jujuy, luego del fenómeno conocido como “la Luz del Volcán”; a La Quiaca; y a Sierra de la Ventana, donde se donaron a un refugio para mujeres víctimas de violencia de género. Pronto, también al Hospital Garrahan, donde esperan completar diez mantas simbólicas —una por cada año de campaña— para sumar abrigo a las camas de las salas generales. Un centro de jubilados en Temperley se sumó al proyecto tejiendo cuadraditos para armar las mantas. En paralelo, entregaron mantas a "Casa de Abrigo” en Lomas de Zamora, la primera institución que los contactó. De esta manera, asistieron a la institución y vivieron una experiencia inolvidable: compartieron una merienda con 18 niños que, después de recibir sus mantas, les regalaron dibujos y los ayudaron a ponerlas en sus camas. Con el paso del tiempo, la campaña fue tejiendo una red solidaria que no deja de crecer. Algunos se acercaron al vivero a dejar donaciones sin más. Otros, desde distintas localidades se sumaron al proyecto. Un centro de jubilados de Temperley colabora tejiendo. Un grupo de Bariloche se contactó con Tamara para contarle que replicaron la iniciativa. Incluso alguien donó una canasta con las agujas de su madre fallecida. “Todo suma y es súper emocionante”, resume Tamara. La campaña solidaria se llama: Cosiendo y tejiendo a abrigos y lleva más de 10 años entregando mantas. Además de las mantas, el vivero organiza ferias artesanales con fines solidarios, que desde 2019 fueron declaradas de interés municipal. Lo recaudado se destina a causas benéficas previamente definidas. Cada manta se hace con más de 100 cuadraditos de tela 15x15 y cada una puede llevar más de ochos de trabajo. Actualmente están juntando golosinas y galletitas para el merendero que recibió las mantas. “Cada niño tiene un padrino que se encarga de los juguetes, así que la idea es sumar algo dulce para celebrar el Día del Niño”, explica Tamara. Vecinos de todas las localidades se acercan a entregar bolsas con telas o ropas para destejer.
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