Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Marta Peris y José Manuel Toral: La vivienda social puede ser un laboratorio para cambiar la arquitectura

    » La voz

    Fecha: 19/08/2025 12:07

    Marta Peris y José Manuel Toral son arquitectos y fundadores de Peris+Toral Arquitectes, un estudio barcelonés reconocido internacionalmente por su compromiso con la sostenibilidad social y medioambiental. Su trabajo, premiado en múltiples ocasiones, se centra en repensar la forma de habitar y en desarrollar soluciones que integren calidad espacial, eficiencia energética y equidad social. Entre sus obras más emblemáticas, se encuentran las 54 viviendas sociales en el barrio de Bon Pastor y las 85 viviendas en Cornellà, proyectos que han marcado un punto de inflexión en la vivienda pública en España. En esta entrevista, realizada en Córdoba en el marco del Congreso Nacional de Arquitectura (CONARQ) 2025, los arquitectos repasan su visión de la vivienda social como campo de innovación, explican cómo integran el diseño pasivo y el uso de materiales sostenibles, y reflexionan sobre los cambios culturales que este enfoque ha generado en la arquitectura contemporánea. –¿Cómo llega a ustedes el interés por meterse en la vivienda social, un ámbito que suele estar reducido a construir lo más barato posible? –(José Manuel Toral) Creemos que en el caso de la vivienda social, si solo nos centramos en el coste mínimo y en maximizar la cantidad de unidades, al final solo se benefician las pocas familias afortunadas que acceden por sorteo. Si a la Administración le pedimos entre un 5% y un 10% más de inversión, se pueden lograr edificios con menor huella en su construcción, que no requieran consumo energético en su vida útil y que minimicen emisiones. Esto también permite investigar y liderar nuevas formas de construir, como con madera, tierra o piedra. Ese pequeño esfuerzo adicional puede cambiar el modelo de vivienda actual. –(Marta Peris) Además, como la vivienda social tiene pocos metros, obliga a repensar la distribución. No es como en una vivienda amplia, donde el espacio permite adaptaciones fáciles. Aquí es necesario cuestionar piezas y jerarquías, eliminar pasillos o vestíbulos, y redistribuir los metros para generar flexibilidad. Eso cambia la sintaxis de la casa: la cocina puede pasar a ser el núcleo, un espacio de reunión que visibiliza el trabajo doméstico y evita roles de género tradicionales. El barrio de Bon Pastor, donde Peris y Toral desarrollaron uno de sus proyectos más emblemáticos, está ubicado en el noreste de Barcelona, junto al río Besòs. Históricamente obrero, se caracterizó por un conjunto de casas bajas construidas en las décadas de 1920 y 1930. Muchas de ellas fueron sustituidas en los últimos años por edificios de vivienda social. El diseño de los arquitectos buscó reinterpretar esa vida comunitaria, incorporando espacios intermedios como terrazas amplias que funcionan como habitaciones exteriores y fomentan la interacción vecinal. –Mencionaron la eliminación de pasillos. Es difícil imaginar un edificio sin ellos. –(Marta Peris) Ninguno de nuestros proyectos tiene pasillo. Eso implica aceptar soluciones distintas, como ubicar la cocina en el centro, distribuyendo los ambientes. También significa que la sala de estar ya no es el espacio principal; lo es la cocina-comedor. –(José Manuel Toral) En nuestro diseño, todas las habitaciones son iguales, de 13 m², comunicadas entre sí, y se ingresa por la terraza. Esa disposición, sumada a la ventilación cruzada y las terrazas múltiples, crea porosidad y permite que las estancias se usen de forma intercambiable. –¿Cómo respondió este diseño durante el confinamiento por la pandemia? –(José Manuel Toral) Se adaptó muy bien. La ausencia de jerarquías y la igualdad de dimensiones permiten flexibilidad: cualquier habitación puede ser dormitorio, oficina o aula. La conexión con terrazas mejoró la calidad de vida en ese contexto. –(Marta Peris) También hubo una adaptación funcional: espacios que se suman o se repliegan según necesidad, lo que llamamos una “casa telescópica”. Eso respondió muy bien al teletrabajo y a la exposición de la vida doméstica en internet. –En sus proyectos, la flexibilidad espacial es clave. ¿Cómo logran ese equilibrio con superficies tan reducidas? –(José Manuel Toral) Igualando las dimensiones y eliminando jerarquías. Si todas las habitaciones son del mismo tamaño, se pueden intercambiar funciones sin perder comodidad. En Bon Pastor logramos estancias de 3,6 x 3,6 metros, que permiten múltiples usos. Creemos que una medida óptima podría ser de 4 x 4, como en la tradicional casa chorizo argentina, donde cada habitación servía para cualquier función. –(Marta Peris) No se trata de hacer viviendas más grandes, porque eso no es viable económicamente, sino de cuestionar piezas poco necesarias y repartir los metros donde aporten más calidad de vida. El segundo gran hito del estudio fue el edificio de 85 viviendas sociales en Cornellà de Llobregat, un municipio del área metropolitana de Barcelona con fuerte tradición industrial y una importante presencia de vivienda pública. Marta Peris y José Manuel Toral (Gentileza El Mundo). Allí llevaron la sostenibilidad un paso más allá, utilizando una estructura de madera de kilómetro cero que redujo la huella de carbono y permitió una construcción más rápida gracias a la prefabricación. Las viviendas, pasantes y con ventilación cruzada, incorporaron amplias terrazas que funcionan como verdaderas habitaciones exteriores. –¿Fue difícil convencer a las administraciones de cambiar materiales y diseño? –(José Manuel Toral) No fue fácil. Esto fue posible porque en España la crisis de 2008 rompió inercias. Algunas administraciones entendieron que había que hacer las cosas de forma distinta y arriesgarse. Ganamos un concurso con una propuesta que muchos creían inviable, pero demostramos que sí lo era. –(Marta Peris) No hubo más presupuesto por usar madera. Hubo que convencer a todos los niveles, desde técnicos hasta el alcalde, de que no daría problemas. Fue un cambio cultural en la forma de construir en Barcelona. –El edificio de Bon Pastor se terminó en 2021. ¿Sigue funcionando como esperaban? –(José Manuel Toral) Sí, y nos permitió avanzar más. En Ibiza hicimos otro edificio con habitaciones iguales y sin pasillos, pero con paredes de bloque de tierra, sin calefacción ni aire acondicionado, regulando el confort con diseño pasivo. Cada obra es un paso más hacia lograr confort arquitectónico sin depender de máquinas. –(Marta Peris) Eso implica más inversión inicial, pero a largo plazo reduce muchísimo el consumo energético. –¿Sienten que están marcando una tendencia? –(José Manuel Toral) Sí. Como decía Buckminster Fuller, para cambiar la realidad hay que crear otra que funcione mejor, y entonces se impondrá. Cada vez hay más edificios en esta línea, y demostrar que es viable inspira a otros. –(Marta Peris) Da confianza a promotores, constructores y arquitectos. Este modo de habitar ya está influyendo en nuevos proyectos.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por