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» Diario Cordoba
Fecha: 17/08/2025 14:47
Hay un municipio en la provincia de Córdoba que, aunque hoy es más conocido por su arte barroco, vivió siglos atrás uno de los periodos de esplendor más intensos. Su historia es la de una localidad fronteriza, codiciada y estratégica, que no solo acumuló poder económico y defensivo, sino que llegó a convertirse en capital de provincia. En época romana ya fue un lugar muy importante, pero fue bajo el dominio islámico cuando alcanzó su auge. En el siglo IX, su papel fue decisivo en las luchas internas del emirato cordobés. En el año 889, se convirtió en el centro de operaciones del rebelde Ibn Mastana, que se alzó contra el emir Abdalá I, en alianza con Omar Ben Hafsún, el gran cabecilla muladí que desafió el poder omeya. De Córdoba a Granada Antes de ese levantamiento, soldados egipcios dirigidos por Abul-Jattar habían llegado allí y habían comenzado a fortificar la ciudad. El recinto amurallado, su castillo y su judería (similar a la de Córdoba o Granada) son vestigios de aquella época en la que la urbe era un bastión político y militar. Durante ese periodo, se convirtió en capital de una de las coras de Al-Andalus. Vista aérea del casco histórico. / R.C.C. Tras la caída del Califato, pasó a manos del reino de Granada, y finalmente fue ocupada por almorávides y almohades. En 1226, la conquistó Fernando III y, tras breves periodos turbulentos, fue reconquistada definitivamente por Alfonso XI en 1341, quien le concedió privilegios y la repobló. A partir de entonces fue parte del Señorío de la Casa de Aguilar, cuyo linaje fue elevado a marquesado en el siglo XVI y posteriormente absorbido por los Medinaceli en el XVIII. Vistas desde el castillo. / Córdoba Arte a raudales Precisamente en ese siglo XVIII, al abrigo de una burguesía próspera y un poder señorial consolidado, la ciudad floreció en el plano artístico. Iglesias, conventos, retablos y fuentes dieron forma al estilo que aún hoy define su identidad: el barroco cordobés, cuya capital indiscutible es esta localidad. Priego de Córdoba, más conocida en la actualidad por su monumentalidad, fue también capital administrativa, enclave militar, centro de rebelión y núcleo económico durante largo tiempo. Una historia que, pese a su importancia, aún permanece oculta a muchos viajeros, tal vez por esa potente atracción que supone el arte en la localidad y que centra toda atención. Este pueblo forma parte también de la Ruta de los Omeyas.
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