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Concepcion del Uruguay » 03442noticias
Fecha: 17/08/2025 03:31
Cuenta la historia, en la pluma de Roberto Colimodio Galloso, que era un 13 de agosto de 1850. “Parado frente a la costa del Canal de La Mancha, sus ojos neblinosos tratan de hurgar infructuosamente a través de esa ceguera que lo mortifica y amarga. Mira con intensidad, tratando de ver con los ojos velados de la nostalgia, a aquella tierra lejana, que lo había visto nacer, a la que había dado Libertad e Independencia. Sus ojos negros que habían visto la Gloria de América, ahora lo habían sumido en la oscuridad que lo martiriza. Le ha sacado el placer de la escritura y la lectura. Tomado del brazo de su amada Mercedes, caminaba por la cima de los acantilados de Boulogne Sur Mer, mientras la brisa marina, le depositaba en los labios el sabor salado del mar. Lo oye, lo huele, y lo saborea. Sabe que el mar está allí. Pero no puede verlo. De repente, percibió que algo pasaba. No se sintió bien. Una puntada en el pecho, un mareo, el adivinar que la Parca lo besaba. Y en francés le dijo a su hija amada: -¡C’est I´ourage qui mène au port! («¡Es la tempestad que lleva al puerto!») Rápidamente fue llevado al 105 de la Grand Rue, y recostado en su lecho, se sumió en profundos dolores estomacales. Así, sin estridencias, con estoicismo y humildad, quedadamente, sin rencores, quejas ni reproches, con la tranquilidad de conciencia que sólo tienen los justos, se iba apagando como un débil candil, la vida del Argentino Más Grande la Historia, Libertador de Tres Naciones, Don José Francisco de San Martín y Matorras. Sabía que se moría. Pero lo haría como vivió toda su vida, con dignidad.” Lo rodeaban sus amores, su hija Mercedes, sus nietas, Maria Mercedes y Josefa Dominga y su yerno Mariano Balcarce, 25 años antes, o sea que se están cumpliendo 200 a la fecha, había escrito en Bruselas sus máximas para Merceditas: “MAXIMA PARA MI HIJA” 1-Humanizar el carácter y hacerlo sensible aun con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una mosca, abriéndole la ventana para que saliese: anda, pobre animal, el mundo es demasiado grande para nosotros dos. 2-Inspirarle amor a la verdad y odio a la mentira. 3-Inspirarle gran confianza y amistad, pero uniendo el respeto. 4-Estimular en Mercedes la caridad con los pobres. 5-Respeto sobre la propiedad ajena. 6-Acostumbrarla a guardar un secreto. 7-Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia todas las religiones. 8-Dulzura con los criados, pobres y viejos. 9-Que hable poco y lo preciso. 10-Acostumbrarla a estar formal en la mesa. 11-Amor al aseo y desprecio al lujo. 12-Inspirarle amor por la patria y por la libertad. Merceditas nació en Mendoza el 24 de agosto de 1816, cuando su padre era gobernador de Cuyo y estaba preparando el Ejército de los Andes para la Campaña Libertadora. Ella tenía solo cuatro meses cuando se inició el cruce de Los Andes y pasó los primeros años de su vida al cuidado de su madre. Tras la muerte de Remedios, se encargó de ella su abuela materna. después de Guayaquil, el General decidió dar un paso al costado en la lucha por la liberación de América, quedando está en manos de Simón Bolívar, y volvió a su Patria. De regreso de su campaña emancipadora, San Martín sabiéndose perseguido y amenazado y no teniendo interés alguno en la política interna de la Nación, decidió viajar a Europa para mantenerse al margen de dichas internas políticas junto a Mercedes. “Estas máximas reflejan el pensamiento del General, sus principios y valores esenciales que deseaba inculcar en su hija. Verdadero código de conducta como el que ya había redactado para sus “otros hijos”, el “código de honor” del Regimiento de Granaderos a Caballo. Estos principios conforman una guía integral para la formación ética y humana de Mercedes, centrada en la sensibilidad, la verdad, el respeto y la solidaridad. Él deseaba que fuera educada en el amor al prójimo, especialmente a los más débiles, comprometida con la justicia, la sencillez y la discreción, el equilibrio emocional y el respeto por la diversidad religiosa y social. Pero sobre todo, un profundo amor a la patria y la libertad. Otra valiosa enseñanza que nos legó el Libertador fue la necesidad de establecer un código de convivencia para la tan tumultuosa sociedad argentina que emane del Preámbulo de nuestra Constitución.” Gral. Br (RE) Alejandro A. Díaz Bessone, Miembro correspondiente por la provincia de Buenos Aires de la Academia Sanmartiniana y Director de Extensión Sanmartiniana. EL CODIGO DE HONOR GRANADERO. La férrea disciplina, el culto al valor y al honor, la exigencia y rigurosidad en la instrucción física y militar quedarían reflejados en las siguientes disposiciones, establecidas por el Coronel San Martín, con el nombre de «Delitos por los cuales deben ser arrojados los oficiales». Este reglamento interno debía establecer una norma de conducta para los oficiales del regimiento que sentara el ejemplo para el resto de la tropa. Porque la idea de Don José, era que los Granaderos a Caballo, no solamente se distinguieran por su marcialidad, entrenamiento y valor, sino que a su vez debían servir como ejemplo para las demás unidades del Ejército. Ese reglamento que regía el accionar de los Oficiales del RGC, decía específicamente: «DELITOS POR LOS CUALES DEBEN SER ARROJADOS LOS OFICIALES. Por cobardía en acción de guerra, en la que aún agachar la cabeza será reputado tal. Por no admitir un desafío, sea justo o injusto. Por no exigir satisfacción cuando se halle insultado. 4 .Por no defender a todo trance el honor del cuerpo cuando lo ultrajen a su presencia o sepa ha sido ultrajado en otra parte. Por trampas infames como de artesanos. Por falta de integridad en el manejo de intereses, como no pagar a la tropa el dinero que se haya suministrado para ella. Por hablar mal de otro compañero con personas u oficiales de otros cuerpos. Por publicar las disposiciones internas de la oficialidad en sus juntas secretas. Por familiarizarse en grado vergonzoso con los sargentos, cabos y soldados. Por poner la mano a cualquier mujer aunque haya sido insultado por ella. Por no socorrer en acción de guerra a un compañero suyo que se halle en peligro, pudiendo. Por presentarse en público con mujeres conocidamente prostituidas. Por concurrir a casas de juego que no sean pertenecientes a la clase de oficiales, es decir, jugar con personas bajas e indecentes. Por hacer un uso inmoderado de la bebida en términos de hacerse notable con perjuicio del honor del cuerpo.» SAN MARTÌN Y LA EDUCACION: El Padre de La Patria fue un verdadero precursor de la educación, impulsando acciones desde el lugar de conductor político que ocupara, ya sea como Gobernador de Cuyo, como así tambien como Protector del Perú, y nos dejó su ejemplo en una serie de frases o sentencias que nos dan una clara pauta de su pensamiento: Querer contener con la bayoneta el torrente de la opinión universal de la América, es como intentar la esclavitud de la naturaleza (Santiago, 11 de abril de 1818) Divididos seremos esclavos: unidos estoy seguro que los batiremos: hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos resentimientos particulares, y concluyamos nuestra obra con honor (Mendoza, 13 de marzo de 1819) La armonía que creo tan necesaria para la felicidad de la América, me ha hecho guardar la mayor moderación (Curimón de la Villa de los Andes, 28 de enero de 1819) El mejor gobierno, no es el más liberal en sus principios sino aquel que hace la felicidad de los que obedecen empleando los medios adecuados a este fin (Grand Bourg, 26 de septiembre de 1846) Suponiendo que la suerte de las armas me hubiese sido favorable en la guerra civil, yo habría tenido que llorar la victoria con los mismos vencidos (Proclama a los Habitantes de las Provincias del Río de la Plata, Valparaíso, 22 de julio de 1820) No hay juez más parcial que el amor propio; si alguno tengo, es el de haber dirigido bien las operaciones de esta campaña (Mendoza, 7 de octubre de 1818) La seguridad individual del ciudadano y la de su propiedad deben constituir una de las bases de todo buen gobierno (Lima, 7 de agosto de 1821) Estoy firmemente convencido, que los males que afligen a los nuevos Estados de América no dependen tanto de sus habitantes como de las constituciones que los rigen. Si los que se llaman legisladores en América hubieran tenido presente, que a los pueblos no se les debe dar las mejores leyes, pero sí las mejores que sean apropiadas a su carácter, la situación de nuestro país sería diferente (París, 13 de septiembre de 1833) Mi barómetro para conocer las garantías de tranquilidad que ofrece un país, las busco en el estado de su hacienda pública y, al mismo tiempo, en las bases de su gobierno (Grand Bourg, 30 de septiembre de 1846) Hagamos justicia a nuestra ignorancia y que el orgullo no nos precipite en el abismo (Mendoza, 24 de abril de 1816) La biblioteca destinada a la ilustración universal es más poderosa que nuestros ejércitos para sostener la Independencia (Lima, 18 de septiembre de 1822) Mi corazón se va encalleciendo a los tiros de la maledicencia, y para ser insensible a ellos me he aferrado con aquella sabia máxima de Epicteto: “Si l’on dit mal de toi et qu’il soit véritable, corrige~toi : si ce sont des mensonges, ris en’’ (si uno dice mal de ti y que es verdad, corrígete; si son mentiras, ríete) (Mendoza, 24 de febrero de 1816) El camino más seguro de llegar a la cabeza es empezar por el corazón (Santiago, 1 de enero de 1819) La ilustración y fomento de las letras son las llaves maestras que abren las puertas de la abundancia y hacen felices a los pueblos (Al Cabildo de la capital de Chile, Mendoza, 17 de marzo de 1817) La conciencia es el mejor y más imparcial juez que tiene el hombre de bien, pero no para depositar una confianza que nos pueda ser funesta (Correspondencia del General San Martín, Op. cit., 18 de diciembre de 1827) Serás lo que hay que ser, si no, no eres nada (Correspondencia del General San Martín, Op. cit., Bruselas, 18 de diciembre de 1827) La marcha de todo Estado es muy lenta; si se precipita, sus consecuencias son funestas (Grand Bourg, 25 de agosto de 1844) GOBERNACION DE CUYO: La educación como un derecho humano San Martín fundó escuelas y bibliotecas, porque la educación del pueblo era una prioridad. Lo dice en la circular dirigida a los preceptores de las escuelas públicas cuyanas, firmada el 17 de octubre de 1815: “La educación forma el espíritu de hombres. La naturaleza misma, el genio, la índole, ceden a la acción fuerte de este admirable resorte de la sociedad. A ella han debido siempre las naciones la varia alternativa de su política. La libertad, ídolo de los pueblos libres, es aún despreciada de los siervos porque no la conocen. Nosotros palpamos con dolor esta verdad. La independencia americana habría sido obra de momentos, si la infame educación española no hubiera enervado en la mayor parte nuestro genio. Pero aún hay tiempo. Los pobladores del nuevo mundo son susceptibles de las mejores luces. El destino de preceptor de primeras letras que Ud. ocupa le obliga íntimamente a suministrar estas ideas a sus alumnos. Recuerde Ud. que esos tiernos renuevos dirigidos por mano maestra formarán algún día una nación culta, libre y gloriosa. El gobierno le impone el mayor esmero y vigilancia en inspirarles al patriotismo, y virtudes cívicas, haciéndoles entender en lo posible que ya no pertenecen al suelo de una colonia miserable, sino a un pueblo liberal y virtuoso”. Al mismo tiempo eliminaba los castigos corporales en las escuelas. Fundó, con la colaboración de Godoy Cruz, el primer Colegio secundario de Mendoza, el de la Santísima Trinidad, que fue inaugurado el 17 de noviembre de 1817 bajo la dirección del padre José Lorenzo Guiraldes. Su plan de estudios estaba basado en el del Instituto Nacional de Francia, y en una primera etapa incluía materias como filosofía, física, matemáticas, historia, geografía, dibujo, nociones de derecho. Tiempo después se incorporaron las matemáticas superiores, la arquitectura civil, militar e hidráulica. A pesar de su nombre, el colegio no incluía en su programa la teología como materia especial. Este proyecto venía desde 1808 y gracias a Don Jose y a Tomas Godoy Cruz se pudo concretar. EL PROTECTRORADO DEL PERÙ Y LA EDUCACION El 6 de julio de 1822 el Gral. José de San Martín, libertador y protector del Perú funda la primer Escuela Normal de Varones, un año antes él había creado la Biblioteca Nacional a instancias de Ministro de Guerra y Gobierno Bernardo de Monteagudo, la misma contó en su principios con más de 11.000 volúmenes que provenían de las bibliotecas jesuíticas que los españoles le confiscaran cuando los expulsaron y en ella quedo al primer biblioteca de San Martin (llamada por eso tiempos librería) de la cual se cree que no quedo ningún ejemplar producto de un grave incendio que sufrió tiempo después. El decreto de creación de la Escuela lleva también la firma de Monteagudo y del delegado de San Martín en su cargo de Protector (pues él estaba dedicado a las acciones militares tendientes a lograr la liberación total del territorio) José Bernardo de Portocarrero y Tagle, el mismo libertador la dejo inaugurada el 9 de septiembre de ese año a las 5 de la tarde. Su primer director fue el inglés Diego Thompson y se estableció el método Lancasteriano para la formación de sus alumnos (luego lo adoptarían en casi toda Sud América, principalmente en Argentina y Uruguay). “Sin educación no hay sociedad” sostenida San Martin. La escuela funciono un tiempo, se cerró, reabrió en 1851, tuvo varios cambios de nombres, se transformaron propósitos y curricula, en 1955 se convirtió en Escuela Normal Superior Enrique Guzmán y Valle, nombre en homenaje a quien fuera el primer profesor peruano que asumió su dirección entre 1919 y 1923. Por la ley 12502 le dio jerarquía universitaria, pasando a ser UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN, siendo considerada como la decana en América. Conmemorando este ida y en homenaje al libertador se celebra el Día del Maestro en Perú. Exaltado y con justa razón como militar, no siempre se lo ha destacado como el gran estadista que fue. Y desde luego si se preocupó tanto por al educación de los demás, ya sean sus soldados o sus gobernados, como no lo iba a hacer especialmente con la de su hija. ALLÁ LEJOS EN LA FRANCIA Y CASI EN SOLEDAD Por una cuestión lógica de la vida Don Jose ya había perdido a sus padres, a Don Juan en 1796 mientras servía a España, y a doña Gregoria en 1813 cuando ya estaba de regreso en la Patria, a su hermano Juan Fermín Rafael en Manila en 1822 (dejó descendencia hasta mediados del siglo XX) y a Justo Rufino, el más cercano y que lo acompaño en Bruselas y Paris en 1832, con Manuel Tadeo que moriría un año después que él no tenía buena relación y si tenía aprecio por ella y la pondría en su testamento a su hermana Maria Elena , que le dio una sobrina, Petronila, Maria Elena fallecería en 1852 y Petronila en 1881 soltera. Por lo que el Libertador en Francia, al momento de su muerte, estaba acompañado por su hija, nietas y yerno además de Eusebio y las vistas que recibía: Eusebio Soto: Al poco tiempo de llegar a Lima, San Martín nota que un niño lo sigue constantemente. Solo hace eso, no le habla. Un domingo que el Libertador caminaba por la ciudad lo interrogó: “¿Por qué me sigues?”. Eusebio le contestó: “Deseo servirle”. El General ordenó que lo hicieran pasar a su casa y le encargó que lustrara sus botas, haciéndolo muy bien. De a poco le sumó tareas, como preparar su mate, café y aprestar sus uniformes. De la conversación diaria supo que era huérfano. Eusebio contaba para enero de 1821 entre 11 y 13 años. Era de tez morena, de una regular estatura y muy callado. Finalmente San Martín lo tomó como su criado. Cuando el Libertador parte del Perú a Chile, el 21 de septiembre de 1822, Eusebio se embarca con él. A partir de allí permanecerá junto a San Martín hasta su paso a la inmortalidad. Lo acompañará por Santiago de Chile, Mendoza y Buenos Aires. El 10 de febrero de 1824, en la Bayonnais, lo hará a Londres. En agosto de 1824 viajará junto al Libertador a Banf, Escocia, a visitar al conde Fife Mac Duff. A fines de diciembre de 1824 se mudarán a Bruselas. Eusebio asumía cada día más responsabilidades. El General lo trataba con mucho cariño y le enseñaba matemática. Aprendió rápidamente a hablar francés y lo hacía de corrido. En menor medida hablaba el inglés. Cabalgaban juntos por los bosques de Bruselas. A fines de diciembre de 1828 se embarcó junto al Liberador para regresar a Mendoza en el frustrado regreso de este, regresando con él a Bruselas. En Inglaterra, en un carruaje camino a Londres, se produce un accidente. San Martín cae sobre una de las puertas que tenía vidrios y sufre una profunda herida en su brazo izquierdo. Eusebio le realiza las primeras curaciones eficientemente. A fines de 1830 se instalan en la bella París. Luego de la boda de Merceditas con Mariano Balcarce, la pareja viaja a Buenos Aires, y él se queda junto al Libertador. Con la aparición de Alejandro Aguado (uno de los mejores amigos del general), se inician los viajes a Evrý, allí Eusebio conoció a quien sería su mujer y madre de sus cuatro hijos, Lorenza Bustos. En 1839, Eusebio viaja a Buenos Aires, para acompañar al hermano de Mariano Balcarce, Florencio, poeta , autor del poema El Cigarro, dedicado a San Martin, que estaba muy enfermo; regresando a Francia el mismo año. Acompañó al Libertador en todos sus viajes, lo que le daba tranquilidad a Mercedes. En un viaje a Italia, coincidiendo con su amigo Gervasio Posadas y su esposa, en el hotel Minerva, que aún existe, sucede un episodio particular, Eusebio cree que San Martin ha muerto y se lo dice a Posadas, este corre a la habitación de San Martín y lo encuentra tirado, inmóvil. Inmediatamente le aplica un remedio que le alcanza Soto, y a los pocos minutos, ante la sorpresa de ambos, San Martín se recupera. Finalmente Eusebio acompañó a la familia a Boulogne Sur Mer. Fue un golpe durísimo la partida del general. Posteriormente se instaló en París, siguiendo al servicio de la familia Balcarce. En 1870, en la guerra Franco Prusiana, muere su hijo mayor. Con el gran dolor que le produce su muerte, pide incorporarse al ejército francés en reemplazo de él, ofrendando su vida al igual que su hijo en combate por el país que los albergó. Tenía 58 años. En Boulogne Sur Mer, San Martin disfrutó mucho de su confort y las grandes charlas con Henry Adolphe Gérard, dueño de la propiedad, quien escribirá las últimas memorias del General. Pero lo que más disfrutaba era la compañía de sus nietas. Paseaba seguido con ellas, salían a almorzar y/o tomar el té a la ciudad amurallada. Ellas eran muy cariñosas y apegadas a su abuelo. Merceditas, su hija, lo veía feliz y por ello sentía mucha paz a pesar que quizás el clima no era el ideal para la salud de su padre. Intentaron convencerlo de volver a París, pero él se negó. Ya habían vendido su casa de campo de Grand Bourg, su entrañable amigo, Alejandro Aguado, había muerto años antes por lo que podemos pensar que el Libertador había decidido, en su secreta intimidad, que ese sería el lugar elegido para morir. Unos días antes del 17 de agosto de 1850, su salud empeoró. Sin embargo, luego del incidente del dìa 13 mejoró. Iba a la habitación de su hija, continua a la suya a conversar, pedía que le leyeran los diarios y pasaba tiempo con sus nietas, en un verano cálido. El 17, un día sábado, se sintió bien al despertar. Se vistió y al rato se fue a la habitación de su hija, donde se sentó a conversar con ella. Le leyeron los diarios, tomó pocos alimentos y bastante líquido. Les pidió que colocaran tabaco en su tabaquera, para ofrecerle a sus visitas. Seguía dando órdenes como buen militar. Antes del mediodía, llegó Francisco Javier Rosales, encargado de negocios de Chile en Francia. Había viajado en tren de París para visitarlo ese fin de semana. Almorzó bien cerca del mediodía y conversó con quienes lo acompañaban, entre ellos sus nietas. Luego de ello, sintió frío en las piernas y Mercedes le sugirió que reposara en su cama, a lo cual accedió. Pasadas las 14:45 empezó con fuertes dolores de estómago y comenzó a sentirse muy fatigado. Su hija lo abrazó y él le dijo: “Mercedes, esta es la fatiga de la muerte”, y unos minutos después, casi sin fuerzas para hablar le dijo a Balcarce: “Mariano, a mi cuarto”. Fueron sus últimas palabras, y luego de una ligera convulsión expiró el padre de la Patria. Eran exactamente las tres de la tarde. Estaban a su lado su hija, su yerno, sus nietas, y el doctor Jardon y Rosales. Elìas Almada Correo electrónico: almada-22@hotmail.com Fuentes: Colimodio Galloso, Granaderos Bicentenarios; Gral. Alejandro Díaz Bessone, La Nación; Felipe Pigna, El Historiador; Instituto Sanmartiniano; Identidad Correntina TV Canal 10 Goya, Corrientes.
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