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» Diario Cordoba
Fecha: 16/08/2025 03:14
Las familias que tienen mascota se enfrentan a un dilema cuando han de tomar las vacaciones, pues han de decidir si el animal viaja también o se queda al cuidado de alguien. Para ambas opciones hay ya posibilidades, pues cada vez hay más negocios que permiten la entrada con mascotas y cada vez es mayor la oferta de establecimientos o profesionales que se hacen cargo de los animales durante el viaje de sus dueños. En Córdoba, según los datos del portal dogsfriendlyhotels.com, hay más de una decena de hoteles que permiten la estancia con mascotas para los visitantes que llegan a la ciudad. Para los cordobeses que salen y no se los llevan existe una red de aproximadamente a una docena de posibilidades para dejar a la mascota en buenas manos. En este caso, las residencias caninas para las vacaciones presentan una doble versión, las que ofrecen «habitaciones» o cheniles individuales para cada animal y los que optan por tenerlos sueltos e «integrarlos» en el grupo de compañeros de estancia. Habitaciones individuales Así, uno de los primeros casos es la residencia canina Séneca. Su responsable, Lucía Liñán, ha explicado a este periódico que en vacaciones ellos también tienen «temporada alta», pues se llenan todos los cheniles (habitaciones, dice la empresaria). Por eso, ante el aumento constante de la demanda, señala que hay clientes que han reservado plaza para su perro desde Navidad. Al precio de 17 euros por día, el animal cuenta con estancia individual, tres paseos diarios, alimentación (aunque hay quien aporta la suya), con la intención de darle todo el confort del mundo al animal. Esos son los motivos de que, según apunta, «tengamos clientes que repiten de un año a otro». El otro sistema de residencia canina es el que deja al perro suelto todo el día y en compañía de otros, «por eso, una de las condiciones que pedimos es que el animal sea sociable», aclaran desde el centro Rastadog. En este caso, también tienen tres salidas a la calle cada día y, aunque estén sueltos, hay alguien presente las 24 horas. «Intentamos que se relacionen, que se ejerciten, que jueguen, que se refresquen en las fuentes», por eso, para que puedan estar a sus anchas no aceptan más de 10 animales y rechazan aquellos que sean agresivos o poco sociables. «Nuestra intención es que esto sea una gran familia para los animales, por eso muchos cuando luego pasan por la puerta hacen el intento de entrar», porque además recuerdan el pollo con verduras que le dan de comer a diario, apunta. Para aquellos perros que no se adaptan al grupo, en este centro también ofrecen la posibilidad de adiestramiento, que es otro de los servicios de este negocio. La propuesta de Yucacán es similar, la de un espacio abierto, de unos 3.000 metros de superficie, para que los animales estén sueltos todo el día y consideren su estancia como la de una gran familia. Cada vez más habitual El otro grupo de turistas, el que sale con su mascota también va en aumento. Según los datos facilitados por el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Córdoba, Antonio Caño, «hay mucha gente, sobre todo en torno a los 35-45 años, que busca servicios de piscina, playas para mascotas, restaurantes, etcétera». Y añade un dato significativo, según Segitur, «en 2023, la cifra de actividad económica relacionada con mascotas en España alcanzó los 5.770 millones de euros». Además, explica Caño que los establecimientos «tienen la obligación de definir claramente sus políticas de admisión de mascotas, algo muy valorado por el viajero friendly». En Córdoba, explica el empresario que hay algo más de una decena de hoteles que ofrecen la posibilidad de entrar con mascota, cifra que se eleva bastante en los negocios rurales. Además, apunta que aunque hay muchos casos en los que esta incorporación no aumenta el precio de la reserva, existen algunos otros en los que supone un incremento del 10 o el 15%. Desde Aehcor, la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba, su presidenta, Elena Rizos, ha señalado a este periódico que, por el contrario, ya hay algunos negocios que después de ofrecer esos servicios, «han dejado de prestarlos por el estado en el que quedaban las habitaciones». Rizos aclara señalando que aunque la mayoría de los clientes atienden bien a sus mascotas y se las llevan durante sus visitas a la ciudad, otros solo los sacan por la mañana «y luego los dejaban todo el día en la habitación», con lo que ello suponía para la estancia. La empresaria señala que, evidentemente, «eso no es culpa del animal, sino de sus dueños». Suscríbete para seguir leyendo
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