15/08/2025 04:55
15/08/2025 04:51
15/08/2025 04:50
15/08/2025 04:49
15/08/2025 04:48
15/08/2025 04:46
15/08/2025 04:45
15/08/2025 04:44
15/08/2025 04:43
15/08/2025 04:43
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/08/2025 03:08
Jorge Macri en la Legislatura porteña A casi una semana del anuncio formal del acuerdo político electoral con La Libertad Avanza, en el PRO de la ciudad de Buenos Aires reina la incertidumbre. Sobre todo en la Legislatura porteña, caja de resonancia de las decisiones políticas y donde el oficialismo espera un reacomodamiento táctico tras el cierre de alianzas para avanzar con una agenda de temas que necesita el jefe de Gobierno, Jorge Macri, para relanzar su gestión. “Cuando se firman las alianzas antes de mayo, cuando el PRO decide ir solo, naturalmente se rompe lo que Juntos por el Cambio tenía y se rompen los equilibrios internos. Ahí cambia la relación de la Legislatura con el Ejecutivo y también la forma en que se construyen los acuerdos para generar leyes", señaló a Infobae un importante referente parlamentario del PRO. Así, desde el macrismo advierten una doble complicación para retomar la iniciativa con medidas de alto impacto relacionadas con la baja de impuestos como una moratoria impositiva, ingresos brutos y la ley de Presupuesto 2026, que el Ejecutivo deberá presentar en un mes. Por un lado, señalan, está quebrado el diálogo con el gobierno porteño. En una primera etapa el nexo era entre el ahora ex jefe de Gabinete, Néstor Grindetti, y el vicepresidente primero de la Legislatura, Matías López. El ex intendente de Lanús dejó ese rol, se distanció de los primos Mauricio y Jorge Macri, y del PRO, y está abocado a su tarea como presidente de Independiente. La interlocución ahora es con Ezequiel Sabor, secretario de Gobierno y Vínculo Ciudadano, uno de los dirigentes que ganó peso en los últimos meses en la estructura Macri-PRO y que negoció con la legisladora libertaria Pilar Ramírez, delegada de Karina Milei, las condiciones del nuevo frente. Manuel Adorni, Karina Milei y Pilar Ramírez Por otro lado, no hay todavía una certeza de cómo será el impacto del acuerdo en CABA. En la sede de Gobierno de la calle Uspallata esperan un “pacto de gobernabilidad” y se corren de todo lo que tiene que ver con la campaña, mientras que desde el entorno de Ramírez indican que la alianza es nacional, para obtener más representación parlamentaria en el Congreso, y que la relación de fuerzas a nivel local se mantiene como hasta ahora. “No es que ellos van a votar lo que nosotros planteemos, no es un cheque en blanco”, reconoció un legislador macrista. “Sé que no se van a aliar con otra fuerza para hacer daño, pero tampoco hay un compromiso para votar todo lo nuestro”, agregó, y completó: “Tampoco sabemos si ellos nos van a pedir que nos pintemos de violeta en diciembre”, agregó. Son muchas las dudas, y pocas las certezas. En este contexto, uno de los puntos más sensibles para el oficialismo fue la discusión sobre la baja de Ingresos Brutos. LLA y sectores del radicalismo impulsaron reducciones que el Ejecutivo no acompañó, pero este año, con la campaña en marcha, Jorge Macri presentó su propia iniciativa, que incluía reducciones graduales y criterios técnicos para no afectar las cuentas públicas. En el ámbito legislativo se leyó como una provocación, y las diferencias entre bloques y la falta de acuerdo frenaron el avance. EL PRO busca reactivar esta discusión. El segundo tema que se buscará impulsar es la moratoria impositiva. Macri buscó autorizar facilidades de pago y quitas para deudas menores, pero chocó con un amparo judicial y con la resistencia de mandatarios judiciales por la regulación de honorarios. En paralelo, en poco más de un mes, antes del 30 de septiembre, deberá comenzar la discusión del Presupuesto 2026. El año pasado, el bloque de LLA votó en contra de la ley que había enviado el Ejecutivo, salvo Ramiro Marra, que se desmarcó y ayudó a la aprobación de la iniciativa. Luego, el dirigente sería expulsado del bloque libertario. Otra discusión que deberá afrontar el oficialismo es la elección de autoridades. Este punto es clave, el vicepresidente primero de la Legislatura tiene a su cargo no solo la conducción de las sesiones, sino la responsabilidad de lograr los acuerdos políticos y maneja una caja millonaria. Salvo raras excepciones, el color político responde al mismo que gobierna la Ciudad. El recinto de sesiones de la Legislatura porteña “Es muy difícil pensar de acá a diciembre, qué va a pasar con Jorge, qué va a pasar con la interna de peronismo, quién asume en última instancia, Si el peronismo y La Libertad Avanza se ponen de acuerdo, ponen al viceprimero, pero es un escenario que no vemos porque el peronismo es más institucionalista”, graficó un legislador PRO a Infobae. Mapa de la legislatura porteña La elección legislativa celebrada en la Ciudad de Buenos Aires en mayo de este año produjo una reconfiguración de la Legislatura porteña. Los resultados marcaron el avance de La Libertad Avanza (LLA), el retroceso del PRO, y la consolidación del peronismo como la primera fuerza dentro del recinto. A partir del 10 de diciembre, el nuevo mapa legislativo estará compuesto por múltiples bloques, lo que obligará a las principales fuerzas políticas a establecer alianzas para garantizar la gobernabilidad. La nueva configuración de la Legislatura porteña marca a Unión por la Patria / Es Ahora Buenos Aires: 20 bancas; La Libertad Avanza: 13 bancas; PRO (Vamos por Más): 11 bancas; UCR-Evolución: 5 bancas; Volvamos Buenos Aires (larretismo): 3 bancas; Confianza Pública: 2 bancas; Frente de Izquierda: 2 bancas; MID: 2 bancas; Compromiso Liberal Republicano: 1 banca; y Transformación: 1 banca. Para alcanzar el quórum de 31 legisladores, ninguna fuerza cuenta con los números suficientes de forma individual, lo que anticipa una Legislatura fragmentada y con necesidad de consenso para aprobar proyectos relevantes o impulsar bloqueos institucionales.
Ver noticia original