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» Clarin
Fecha: 14/08/2025 08:31
La estadística epidemiológica empieza de a poco a aterrizar en el pesado capítulo del fentanilo contaminado. Al margen de que la Justicia presume que 96 personas murieron por esa droga y el Ministerio de Salud todavía informa la mitad de los decesos, un par de agujeros estadísticos sobresalen en la causa. En concreto, cuántas más muertes podrían revelarse en los próximos días y dónde. Para liquidar el misterio de entrada, Córdoba es, después de Santa Fe, la segunda provincia que más ampollas en mal estado administró a pacientes. Sin embargo (y más allá de que aplicaron un 40% menos “frasquitos”), mientras Santa Fe contabiliza 62 muertes por este tema, Córdoba registra dos. ¿Fue esa provincia más afortunada que su vecina o tiene un claro subregistro? Es difícil saberlo. Las cifras son tan dinámicas que, este martes, cuando se creía que había al menos 76 muertos por el potente opiáceo producido por los laboratorios HLB y Ramallo, las víctimas fatales se alzaron repentinamente a 96. Para decirlo bestialmente, la sensación por estas horas es que, en esta causa, el que rasca encuentra. Rasquemos, entonces, intentando predecir cuántas más muertes por fentanilo podrían revelarse en los próximos días. Se partirá de la base de que la ANMAT ya investigó la presencia de bacterias en los cinco lotes de la “campaña” observada (o sea, la “tanda”, entre cada limpieza del establecimiento) producida entre el 17 y el 20 de diciembre de 2024. De los cinco lotes de esa campaña, dos resultaron contaminados. Uno de ellos (el 31.244) se distribuyó a distintas provincias, pero no habría llegado a ser administrado a pacientes. El otro, el 31.202, sí. Fue a parar a Santa Fe, Formosa, la provincia y la ciudad de Buenos Aires y Córdoba. Allanamiento a HLB Pharma en el marco de la investigación. Tenía casi 155.000 ampollas contaminadas con dos bacterias multirresistentes a antibióticos. Cerca de un tercio fueron usadas en pacientes. Los dos tercios restantes se terminaron de localizar-identificar-resguardar en cuarentena esta semana. Con todos estos datos, ¿cuántas más muertes, por encima de las 96, pudo haber producido el fentanilo contaminado? Ampollas de fentanilo por paciente La letalidad en las provincias comentadas es particularmente despareja, básicamente porque hay una jurisdicción que, como se dijo arriba, desequilibra el aparente balance estadístico: Córdoba. Lo que sigue parecerá difícil, pero sólo requiere una mínima atención: el cálculo básico para ver la proporción entre las ampollas infectadas que se dieron por vía endovenosa y los eventos de mortalidad informados en Santa Fe, Formosa y la provincia y la ciudad de Buenos Aires, revela una relación de 332 dosis por fallecido. Es una cifra muy parecida a la reportada por CABA, jurisdicción que dijo tener una sola muerte por esta causa, y haber administrado 338 ampollas (de las poco más de 400 que adquirieron). Sólo a título informativo y hasta donde se pudo averiguar con dos médicos intensivistas que pidieron reservar sus nombres, un paciente de edad media y peso de 60 kg o más recibirá entre 15 y 20 ampollas de fentanilo diarias estando en UTI. El laboratorio HLB Pharma fue el epicentro de la contaminación sanitaria. Foto: Luciano Thieberger Si la persona está recibiendo ventilación mecánica (o asistencia respiratoria mecánica) el fentanilo se suele dar casi por default y de corrido durante todo el proceso, aun cuando dure una o dos semanas. Esto, más allá de que lo recomendable es no superar los cinco días con esta medicación, por los efectos adictivos que provoca. Si bien se sabe que muchos pacientes -afortunadamente- sobrevivieron a la infección por las bacterias presentes en el fentanilo contaminado, el interrogante que guía estas líneas es meramente estadístico: cuantas ampollas infectadas con las bacterias en cuestión se tuvieron que dar a todos esos pacientes graves para que ocurra el evento de una muerte. Si provisoriamente se da por válida la proporción informada en CABA (338 ampollas por cada muerte) y se aplica a las provincias mencionadas, los resultados cuadran relativamente bien. Al cierre de esta nota Santa Fe registraba 62 decesos. Con la cuenta propuesta registraría 66. El caso de la provincia de Buenos Aires es inverso: en lugar de las 28 muertes que registró hasta ahora, tendría 22. Formosa informó 3 decesos. Con la cuenta propuesta tendría 2,7 (que bien podría redondearse en 3). ¿Y Córdoba? Fentanilo contaminado en Córdoba Venía llamando la atención que habiendo recibido casi 13.500 ampollas de fentanilo contaminado, Córdoba sólo hubiera registrado una muerte. Este martes sumaron un segundo caso, de modo que ahora son dos. Ariel García Furfaro, el empresario detrás de HLB Pharma. Pero si se aplica fríamente la proporción comentada, a ese territorio le corresponderían casi 40 muertes por fentanilo contaminado. Por más que afirmarlo sea aventurado, podría ser un error periodístico omitir estas diferencias entre los números que salen de la provincia. Se suma que fuentes de la investigación federal que busca determinar si existió una relación comprobable entre las bacterias infiltradas y las muertes, informaron que el viernes secuestraron historias clínicas de una clínica privada cordobesa que pareció, o no haber indagado lo suficiente en sus casos sospechosos, o haberse resistido a dar la información completa sobre los efectos del fentanilo en sus salas de internación. Hablamos de la Clínica Vélez Sársfield, la misma en la que al cierre de esta nota se recuperaba Giovanni, el bebé de tres meses sobreviviente del fentanilo contaminado. La decisión judicial fue luego de que las autoridades de este centro privado de salud entregaran solamente cuatro historias clínicas de casos sospechosos de contaminación, cuando en esa clínica habían administrado casi 1.700 ampollas contaminadas (1.696, para ser exactos); casi la misma cantidad que las dadas en el Hospital Italiano de La Plata, donde se destapó todo este escándalo a comienzos de mayo. Aplicaron a pacientes 1.711 ampollas. Las víctimas fatales fueron, en ese caso, 18. En dónde podrían saltar más muertes por fentanilo Apenas la ANMAT suspendió el uso del fentanilo de HLB, el 8 de mayo, Clarín contactó a las 24 jurisdicciones. Se buscaba averiguar adónde habían ido a parar las ampollas, ya que la reglamentación local no exige que el fentanilo (por más que clasifica como precursor químico) cumpla con las normativas regulares de trazabilidad. Desde el Ministerio de Salud de Córdoba -cartera que maneja Ricardo Pieckenstainer- aclararon que “para la adquisición de insumos, se debe cotizar un mínimo de tres marcas o más comparando precios y verificando que cada opción cumpla con las habilitaciones requeridas”, y destacaron que “los laboratorios Ramallo y HLB no son proveedores directos del Ministerio”. El punto ciego eran, entonces, los establecimientos privados. Y de hecho, 18 sanatorios privados de esa provincia recibieron ampollas de fentanilo de los lotes en cuestión. Este martes, Formosa reconoció tener tres muertos por fentanilo. Acomodó, así, el claro subregistro que tenían, ya que aseguraban no registrar fallecidos por fentanilo, habiendo administrado 935 ampollas contaminadas. Todo indica que, de la misma manera, en Córdoba se deberá indagar un poco más.
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