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Parana » Valor Local
Fecha: 13/08/2025 15:08
El impacto en los precios de la suba del dólar en los primeros días de este mes fue mucho menor al 14% de escalada que el tipo de cambio acumuló a lo largo de julio. Las consultoras prevén que el IPC de agosto tenga un piso de 2 por ciento. Publicidad El Indec dará a conocer este miércoles la inflación de julio. El dato, según estimaciones privadas estará por debajo del 2 por ciento (el REM, el relevamiento del Banco Central, dio 1,8 por ciento). El traslado a los precios al consumidor de la fuerte volatilidad cambiaria de las últimas semanas –que se atemperaron desde agosto luego de una suba de las tasas de interés en pesos y otra serie de medidas del Gobierno para restringir la cantidad de pesos– tiene ya sus primeros números concretos en los relevamientos de mercado. Las distintas consultoras y centros de estudios que miden inflación semanal observaron realidades dispares. El consenso, por lo pronto, es que la suba del dólar de julio no presionó en la misma proporción al resto del ecosistema de precios. Entre las explicaciones que brindan en el mercado y entre las empresas de consumo masivo y de otros rubros como los industriales, se menciona que el principal es el temor a aplicar aumentos que no sean convalidados luego por el consumidor. Una de las cámaras que registró que el consumo masivo no levanta es la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), con números de julio que marcaron una caída de 2% interanual y de 5,7% mensual. En la entidad señalan a las compras courier desde el exterior -principalmente con la explosión de las plataformas de ventas chinas- pero aseguran que ya no se trata de casos puntuales o de anécdotas de experiencias de compras puerta a puerta, sino que ya hablan de un impacto en los números globales de consumo. Salvador Femenia, directivo y vocero de CAME, asegura que “en el sector pyme no hay chance” de trasladar el aumento del dólar a los precios. “Hay mayores costos fijos por el aumento de tarifas y no lo podemos trasladar, imaginate una suba directa que impacte en los alimentos es imposible. No hay más margen para seguir absorbiendo aumentos sin trasladarlos”, dijo en diálogo con Ecomedios. Desde otra empresa grande de consumo masivo también mencionaron el mismo punto: en la última parte de la cadena los aumentos pueden ser “contenidos” por el temor a vender menos -y por esa razón no llegan a traducirse en las góndolas de los supermercados- pero que “aguas arriba” las presiones para aumentar son más grandes. “Hay proveedores de insumos que enseguida llaman para trasladar”, resoplan. Plásticos, colorantes o incluso un producto primario como la leche experimentan un aumento inmediato de precios por los movimientos cambiarios. En el caso de la leche, el hecho de que no paguen más retenciones hace que el precio de exportación sea el mismo para el mercado local. “Sí hay un cimbronazo por el ‘dólar planificado’. Las compañías proyectan el valor del dólar para tener en claro el valor de los costos, lo proyectamos en base a datos del mercado o consultoras. Julio hizo reprogramar los costos, la cantidad de pesos para pagar insumos es distinta”, mencionó otro hombre de negocios. (Fuente: Infobae)
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