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» Clarin
Fecha: 13/08/2025 12:39
Corría el año 2022 cuando dos amigos y compañeros de la carrera de Administración de Empresas salieron a un bar y conocieron un producto, hasta entonces, desconocido para ellos: sorbetes hechos de trigo e importados de China. “No podíamos entender cómo con tanto trigo que hay en Argentina nadie los estuviera haciendo en el país”, cuentan Francisco Ben y Franco De Stefano acerca del momento que dio origen a lo que luego sería Paja Sorbetes. El trayecto de desarrollo para obtener un sorbete apto para la venta fue más largo de lo que esperaban al no haber información disponible, no tener interlocutores que conocieran del tema ni lograr que les facilitarán datos desde China. En base a la idea que tenían, fueron probando, en un proceso que duró casi dos años. “A principios del 2023 -recuerdan- tomamos la decisión de avanzar con el proyecto y recién salimos al mercado en diciembre del 2024”. Como Francisco es de Bragado, consiguieron contactos con agrónomos y genetistas, que los fueron asesorando para alcanzar una buena producción y encontrar el trigo ideal, un dato que es hoy el secreto mejor guardado de la PYME. Francisco Ben y Franco De Stefano A diferencia del productor tradicional, no usan la espiga. Por eso, aseguran que no solamente lograron un producto de sabor neutro, sino también gluten free, ya que el gluten es una proteína que se encuentra en el grano de la espiga. El sorbete no está considerado un alimento. Consiste, prácticamente, en la materia prima: el tallo natural de la planta, cortado, pelado y esterilizado. Las pruebas se hicieron con una siembra de dos hectáreas y un trabajo bastante artesanal. “Era ver crecer el tallo y cortarlo. Las primeras esterilizaciones fueron en mi casa, en una olla a presión a alta temperatura”, describe Franco. Después, sí comprarían la maquinaria necesaria para hacer crecer la producción. Crear una empresa En el proceso, repasan que hubo quienes los trataron de locos, sin poder creer que iban a revisar tallo por tallo. Pero fueron más los que les tendieron una mano. Además, debieron aprender, por ejemplo, que el trigo es un cultivo que se siembra en invierno y se cosecha en verano, que el clima y el agua tienen que acompañar a la producción para sacar un producto competitivo. Finalmente, para avanzar, la dupla (que se reconoce primero como amigos y después como socios) decidió repartirse. Hoy en día, Francisco está en el campo, donde ya son 10 personas que se ocupan de todas las etapas del proceso productivo. Alquilan hectáreas en Bragado, de las que están sembrando alrededor de 15 y, aún siendo más de lo que necesitan (dos millones de plantas por hectárea), les alcanza para tener un buen volumen de tallos, del que siempre hay desperdicio. Afirman hacer un tratamiento diferenciado del suelo, sin químicos, solamente con bioestimulantes de origen vegetal y agua, si fuera necesario. Incluso, el rastrojo que queda sirve como protector para el próximo cultivo. Sorbete a base de trigo Ya en CABA, la planta ubicada en Monte Castro, a cargo de Franco, recibe los sorbetes cortados y hace “la parte limpia de la producción”: el secado, el esterilizado y el empaquetado. Sin embargo, reconocen que les costó mucho la habilitación, porque, a partir del nuevo código urbanístico quedaron muy pocas zonas habilitadas para industria en Capital Federal. Finalmente, lograron, a pesar de estar en una zona residencial, que con ellos se hiciera una excepción, porque no generan ruido ni producen desechos. Salir al mercado Se definen como “una estructura chica, de triple impacto (económico, social y ambiental), con grandes planes a futuro”. En este momento, Paja Sorbetes se comercializa únicamente de manera directa, en medidas de 14 y de 20 centímetros, y en cajas de 100 o 500 unidades y packs para locales gastronómicos, que son los principales clientes. Y enumeran los motivos de esta decisión: “Al estar presentando el producto, no queríamos alejarnos del cliente final ante cualquier duda o problema. En segundo lugar, al ser el primer año, no estamos buscando rentabilidad. A largo plazo, necesitamos liquidez para poder operar el negocio. Tercero, es nuestra primera experiencia empresarial, aprendiendo en el proceso, y no queríamos que nos sobrepase la situación”. Lo cierto es que, ante la aceptación que tiene el producto, para el próximo verano van a hacer una apuesta más fuerte, apuntando a volúmenes más altos y con un distribuidor en cada punto del país. “La visión -afirman- es convertir al sorbete de trigo en el producto estándar. Nuestro interés es que crezca el mercado”. Dicen que la alternativa que hay son los sorbetes de cartón y “no funcionan, porque al minuto se deshacen, a la vez que tienen químicos que retardan la humedad cuando entran en contacto con líquidos”; mientras que, la tendencia con los de plástico es que se vayan eliminando.
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