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» Comercio y Justicia
Fecha: 13/08/2025 11:39
Dada la desaceleración de la inflación, las empresas argentinas comienzan a dejar atrás la urgencia de ajustes permanentes y optan por políticas de compensación más estratégicas, con foco en adecuaciones salariales por desempeño. Así lo informó la consultora Randstad que recientemente dio a conocer el Reporte Salarial Julio 2025 En comparación con el relevamiento del segundo semestre de 2024, los datos de los primeros seis meses de 2025 muestran una moderación en los porcentajes de ajuste salarial frente al cierre del año pasado. Así, mientras que en el relevamiento anterior las empresas estimaban un incremento salarial promedio del 49% para este semestre, los datos actuales muestran que el ajuste promedio efectivamente realizado fue del 34,4%. Una diferencia de 14,6 puntos que da cuenta del cambio de ritmo en la dinámica de adecuación salarial, y refleja el impacto del nuevo contexto macroeconómico. Según el estudio, los incrementos del primer semestre del año oscilaron entre un mínimo del 15% y un máximo del 56%. De cara a lo que resta del año, las proyecciones salariales muestran una profundización de la tendencia de desaceleración de los ajustes, con valores mucho más alineados a la previsión de evolución del índice de inflación. “Para el tercer trimestre, se espera un ajuste promedio del 7,6% y para el último trimestre, del 8,6%, lo que podría reflejar situaciones como cierres de paritarias, revisiones de cierre de año para equiparar inflación o anticipos de aumentos previstos para 2026”, detalla el informe. Sobre estos indicadores, Andrea Avila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, afirmó: “Estamos viendo un cambio en el enfoque de las empresas en materia de política salarial. Están dejando de correr por detrás de la inflación para adoptar esquemas más racionales y sostenibles, donde el rendimiento individual y los objetivos estratégicos empiezan a tener un mayor peso en las decisiones de compensación. La brecha entre los niveles de ajuste proyectados y los realmente realizados en el primer semestre muestran el impacto que ha tenido la política de combate a la inflación y también cómo incide la percepción de la coyuntura en las expectativas a futuro y en la planificación salarial de los planes anuales de las organizaciones”. En cuanto a los indicadores que orientan los aumentos salariales en las organizaciones, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) sigue siendo el indicador más utilizado por las empresas (82%), seguido por las paritarias (66%). Asimismo, se consolida una tendencia que ya se insinuaba el año pasado: el desempeño individual gana terreno y es utilizado hoy por el 46% de las organizaciones para definir ajustes, frente al 34% que lo hacía en 2024. Al analizar la frecuencia en que las organizaciones revisan su política salarial para realizar ajustes, el 46% afirma que actualiza los salarios de manera trimestral y el 21% lo hace cada dos meses, mostrando que aún con una desaceleración marcada de la inflación, se mantiene un alta periodicidad de las revisiones en la mayoría de las organizaciones. Solo el 15% actualiza mensualmente, mientras que el 10% sostiene una lógica semestral y apenas el 8% lo hace de manera cuatrimestral. Tasas de rotación El informe también aporta datos alentadores respecto a los niveles de rotación de personal en las organizaciones. En comparación con el informe de diciembre de 2024, la rotación promedio descendió del 8% al 5,9%, con extremos que fueron del 1% al 17%. Esta reducción sugiere una mayor estabilidad en las dotaciones y una menor presión sobre los equipos de recursos humanos. Los datos del presente informe fueron relevados entre mayo y junio de 2025 a partir de una muestra de 298 empresas de todo el país.
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