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Parana » Entreriosya
Fecha: 13/08/2025 10:55
La falta de una estrategia nacional respecto a Malvinas trascendió a los gobiernos, indistintamente de la línea discursiva. La postura argentina, dividida entre el Gobierno federal y la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, quedó nuevamente expuesta. Esto se da ante la inacción frente al avance de un proyecto multimillonario de una firma británica-israelí. Preparan el terreno para extraer aproximadamente 1.700 millones de barriles de crudo de la cuenca León Marino, al norte de la isla Soledad. La explotación privada de los recursos de las aguas circundantes al archipiélago del Atlántico Sur, a través de licencias otorgadas por el Reino Unido, contradicen algo básico de las resoluciones de organismos internacionales consideradas un “triunfo diplomático” de Argentina frente a la potencia ocupante: no se puede explotar económicamente un territorio en disputa por la soberanía. El proyecto petrolero está integrado por las firmas RockHopper (35% de participación) y Navitas (65%). Son de capitales británicos e israelíes respectivamente y avanza a paso firme. Incluso a pesar del silencio oficial del Gobierno nacional y las quejas en off de algunos funcionarios patagónicos por la falta de estrategia nacional frente al continua explotación ilegal de los recursos de Malvinas. “Para esta Cancillería Malvinas no existe”, reconoció un funcionario provincial. La explotación de la cuenca León Marino en Malvinas En una audiencia pública realizada el 31 de julio en Puerto Argentino, la petrolera británico-israelí Navitas presentó las proyecciones del proyecto Sea Lion. Prevé extraer crudo de la cuenca León Marino y volcar hasta 4.000 millones de dólares en impuestos y regalías a las arcas de la administración kelper. La empresa estima alcanzar su pico de producción en 2032. Crearía unos 250 empleos directos e indirectos y la construcción de infraestructura específica, como un hotel de 150 camas y viviendas para trabajadores. Estos planes implican una consolidación económica del enclave colonial en función de recursos en disputa. Esto contradice de manera directa la Resolución 31/49 de la ONU. La misma insta a las partes a abstenerse de introducir modificaciones unilaterales mientras persista la disputa de soberanía. Bajo esta premisa, cualquier explotación de recursos naturales en las aguas circundantes a las Islas Malvinas sin acuerdo de ambas partes constituye una violación del derecho internacional. Fuente: Perfil Podes comentar y leer comentarios sobre esta noticia mas abajo
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