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» Clarin
Fecha: 13/08/2025 10:40
El resquebrajamiento progresivo que se advierte en el PRO es un fenómeno que tiene activados los sensores del gobierno de Javier Milei. Desde aquel acuerdo nacional convalidado por Karina, la secretaria General, y Mauricio Macri han sucedido cosas. Por lo pronto existen más provincias donde el macrismo declaró su autonomía electoral (14) que aquellas que decidieron unirse al frente con los libertarios (10). La cabeza visible de esa legión de rebeldes es María Eugenia Vidal. La diputada y ex gobernadora de Buenos Aires fue la primera en hacer pública su disconformidad. Avanzó más en las últimas horas. Declaró que su objetivo a futuro sería pertenecer al posmileísmo. Podría inferirse de sus palabras que no estaría muy convencida sobre la continuidad de La Libertad Avanza en el poder en 2027. El presidente Milei, en su discurso por Cadena Nacional, cuando cuestionó a la oposición. También desarrolló la idea acerca de que la Argentina no podría sobrevivir siempre en un juego pendular. Un movimiento que, en un sentido o el otro, estaría teniendo al kirchnerismo como referencia permanente e ineludible. Aunque no se explayó, quedó instalada la impresión que Vidal estaría iniciando una convergencia con ese núcleo de cinco gobernadores que apuestan para octubre a una despolarización del escenario electoral. De hecho, Ignacio Torres, gobernador de Chubut, se deshizo en elogios hacia la actitud de resistencia a la alianza con LLA de la diputada. Esta colocó al mandatario más joven del país (37 años) como un símbolo de los tiempos que podrían venir. En ese listado figuran además Maximiliano Pullaro, de Santa Fe, Martín Llaryora, de Córdoba, Claudio Vidal, de Santa Cruz, y Carlos Sadir, de Jujuy. Habrá que observar que sucede con Corrientes una vez que pase la renovación del poder provincial el último domingo de agosto. Ese conglomerado de gobernadores que pretende despuntar no pareciera ser por ahora una gran preocupación electoral para el Gobierno libertario. Tampoco, con seguridad, la rebeldía de Vidal. El dilema resultaría más inmediato. Cómo jugarán aquellos mandatarios cuando deban tratarse en Diputados los nuevos vetos anunciados por Milei en la cadena nacional del viernes. Que efecto podrá tener en el PRO el desmarque de la ex gobernadora de Buenos Aires. Vetos a tres leyes clave El Presidente repitió que no dejará pasar la aprobación de tres leyes. Los incrementos a los jubilados (7% que representa $20 mil para los haberes mínimos), la restitución de la moratoria previsional y la declaración de la emergencia por discapacidad. “No hay ninguna posibilidad de que esto suceda. No vamos a volver atrás. No vamos a volver al pasado”, advirtió. Milei logró bloquear un aumento a jubilados en septiembre del 2024 cuando consiguió el número mágico de 87 para impedir la ratificación de Diputados. Hace menos de un año de todo eso, pero varias cosas cambiaron. El Gobierno no hizo grandes esfuerzos por cultivar el vínculo con los gobernadores. Quizá porque parte de un principio frágil: no les reconoce la misma legitimidad de origen que posee el Presidente. Todos han sido electos. Está en pleno desarrollo, por otra parte, el calendario electoral que desembocará en las legislativas de octubre. El alejamiento del grupo de cinco gobernadores plantea un problema objetivo. Nunca tuvieron una actitud de confrontación irreductible con la administración libertaria. Incluso en la sesión de Diputados de la semana pasada donde el oficialismo resultó vapuleado (perdió doce votaciones sucesivas) aquella entente mostró comportamientos mixtos. El único mandatario provincial que instruyó a sus diputados a dar quórum y votar en contra del Gobierno fue Llaryora, de Córdoba. Les resultará muy difícil a aquellos respaldar los vetos a los jubilados y la emergencia por discapacidad. Jaldo, gobernador tucumano del PJ pero cercano al Gobierno, también rechazó tantos vetos. El transcurrir de la campaña generó otras mutaciones. Osvaldo Jaldo, el gobernador peronista de Tucumán, alertó que no se le puede permitir a Milei “andar vetando todo el tiempo”. Cerró trato electoral en su provincia con Juan Manzur. Raúl Jalil, otro de los colaboracionistas del PJ, también se apuró a tomar distancia. Sus cuatro diputados votaron a favor de la asistencia al Hospital Garrahan. Sobre el incremento a los jubilados respaldaron tres y uno se ausentó. El quinto representante, radical, sufragó íntegramente en contra. Gustavo Sáenz, de Salta hizo lo suyo. Tres diputados del bloque Innovación Federal (que integran varias provincias) votaron a favor de los jubilados y uno se ausentó. Los rebeldes del PRO A esos escollos para llegar al número que sostenga los vetos el Gobierno debe añadir la crisis en el PRO. Después de cerrar el pacto frentista Karina y Cristian Ritondo, el jefe del bloque de diputados macristas, redactaron un comunicado afirmando que todos los legisladores de esa coalición deberán acompañar a futuro los proyectos enviados por el Poder Ejecutivo. Verticalismo de difícil cumplimiento. Existen ocho diputados del PRO –incluyendo a Vidal– que han decidido no sumarse a la alianza con La Libertad Avanza. La nómina puede engrosarse en los próximos días. Ya se observaron votaciones disidentes en la última sesión de Diputados. Por ejemplo, a favor de fondos para intentar superar la crisis del Hospital Garrahan. La ex gobernadora de Buenos Aires no estaría sola. Viene arrastrando un prolongado silencio y perfil muy bajo una figura clave del bloque macrista: Silvia Lospennato, electa desde mayo legisladora porteña. Representó al PRO cuando pocos tenían talla y nadie estaba dispuesto ante el desafío libertario en la Ciudad con Manuel Adorni, el portavoz, de estandarte.
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