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  • La noche que un piloto avistó un ovni en Bariloche y los enigmas que aún persisten: “La explicación de la Fuerza Aérea fue absurda”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 13/08/2025 02:48

    Invitado al programa de Mirtha Legrand, el comandante Jorge Polanco recordó lo que vio la noche del 31 de julio de 1995 El 31 de julio de 1995, una helada noche de invierno en la Patagonia argentina, el comandante Jorge Polanco, con 18 años de experiencia en Aerolíneas Argentinas, se preparaba para aterrizar en San Carlos de Bariloche al mando del vuelo 674 proveniente de Aeroparque. Lo que parecía ser una operación de rutina se transformaría en uno de los episodios más extraños y debatidos de la aviación nacional: el llamado “Caso Bariloche”. “Mi hicieron sentir como un pelotudo que soñaba con los platos voladores”, aseguró Polanco en diálogo con Infobae, a 30 años del hecho. “Al día de hoy recuerdo con lujos detalles lo que vi esa noche. Los que estaban conmigo en la cabina también se quedaron paralizados, estaban todos bloqueados y tuve que realizar casi todas las maniobras en solitario”, recordó sobre el avistamiento de un OVNI, que “duró 17 minutos”. Polanco iba acompañado por el copiloto Carlos Atilio Dortona; el ingeniero Jorge Allende; y Roberto Benavente, otro comandante que estaba de visita en la cabina. Ese día, mientras el Boeing 727 iniciaba su aproximación al aeropuerto Teniente Luis Candelaria, un corte de energía dejó las luces de la pista a oscuras. Desde la torre de control le informaron a Polanco que el suministro se había restablecido gracias a un generador auxiliar, por lo que continuó el descenso. Fue entonces cuando comenzó a percibir una luz a unas 12 millas. Jorge Polanco comandaba un Boing 727 con 150 personas a bordo cuando avistó un OVNI antes de aterrizar en Bariloche Desde la torre le confirmaron que no había tránsito registrado en ese sector, solo un avión sanitario de Gendarmería Nacional que volaba detrás del Boeing. Esa tripulación —que más tarde confirmaría la historia la Polanco— sería testigo clave de lo que sucedió a continuación. Polanco contó que la luz comenzó a acercarse hasta colocarse prácticamente al lado derecho de su avión, acompañando el descenso. “El objeto tenía una forma definida: unos 30 metros de diámetro, como un plato sopero invertido, con luces verdes girando a gran velocidad y, en la parte superior, una luz naranja”. El relato se volvió más inquietante cuando describió lo que ocurrió al aproximarse a la pista: “Cuando estábamos por aterrizar, se volvió a cortar toda la luz. El generador se aceleró a fondo, largó humo y se paró. El aeropuerto quedó completamente a oscuras. Ahí tomé conciencia de que algo no estaba bien e inicié la maniobra de escape”. El 5 de agosto de 1995 Jorge Polanco declaró oficialmente lo ocurrido esa noche El escape implicaba alejarse y ganar altura rápidamente para evitar un aterrizaje inseguro. Al alcanzar los 10.000 pies y virar hacia el lago Nahuel Huapi, volvió a ver el objeto. Lo esquivó por poco y, según la tripulación del avión de Gendarmería, el artefacto lo siguió por debajo hasta desaparecer en dirección al Cerro Otto. Lo que para algunos podría ser un instante fugaz, para Polanco fue un contacto muy cercano y duradero. Tiempo suficiente para maniobrar, intercambiar comunicaciones con otros pilotos y confirmar que aquello no era producto de una ilusión óptica. Los comandantes Rubén Cipuzak y Juan Domingo Gaitán, de Gendarmería Nacional; y el Jefe del Aeropuerto de Bariloche, el Suboficial Daniel García, también coincidieron en sus declaraciones ante la Fuerza Aérea. “Mi hicieron sentir como un pelotudo que soñaba con los platos voladores”, aseguró Polanco en diálogo con Infobae. a 30 años del hecho “En esa época, hablar de OVNIS era un tema tabú. Antes de eso, había visto a otros tres, también en Bariloche, pero me quedé callado porque nadie quería saber nada al respecto”, enfatizó Polanco. El expiloto reconoció que, de haber tenido un teléfono con cámara en ese entonces, su vida habría cambiado. “Hoy sería millonario con esa foto”, bromeó. Lo más curioso es que no solo los que comandaban los aviones implicados reportaron el fenómeno. En tierra, el meteorólogo del aeropuerto, Nicolás Aray; los hermanos Abel y Pedro Drelevich; y el matrimonio integrado por Berta y Silverio Cabral afirmaron haber visto “una gran luz blanca desplazándose a alta velocidad y luego ascendiendo de forma vertical”, un movimiento imposible para aeronaves convencionales. Testimonio del piloto Ruben Cipuzak, que comandaba un avión sanitario de Gendarmería y también avistó el mismo OVNI que Polanco Desde el vuelo sanitario de Gendarmería, la descripción coincidía. “El objeto se movía a gran velocidad sobre el lago, ascendía en ángulo recto y se detenía de forma abrupta en el aire, sin señales de inercia ni pérdida de control”, aseguró el el comandante Rubén Cipuzak. Para él, no había dudas: lo que observó no correspondía a ningún aparato conocido. Las grabaciones de las conversaciones entre los pilotos del boing de Aerolíneas Argentinas y la torre de control -desclasificadas en septiembre de 2020 por el Gobierno argentino- mostraron cómo las tripulaciones intercambiaban impresiones, incrédulas ante lo que veían. La investigación quedó en manos de la Fuerza Aérea Argentina, a través de su Comisión de Investigación de Fenómenos Aeroespaciales. El resultado, sin embargo, fue decepcionante para quienes esperaban una confirmación del encuentro cercano: el informe concluyó que no había evidencia de que el objeto fuera una nave de origen desconocido que representara un riesgo concreto. Declaración del piloto Jorge Polanco En otras palabras, como no se identificó un aparato físico, el caso se archivó. Tras varios análisis y experimentos con maquetas, la Fuerza Aérea deslizó su conclusión: dijo que la luz vista por los pilotos había sido generada a partir de que una persona, identificada como Juan Carlos Rivero, quien decidió probar “un potente proyector hacia la base de las nubes”, justo en el momento en el que las dos aeronaves se aproximaban al aeropuerto de Bariloche, “en horas nocturnas y con la ciudad completamente a oscuras debido a un corte general de energía eléctrica”. Esta explicación no convenció a Polanco ni a muchos de los involucrados. “Era imposible que los reflectores del año 95 encandilaran a alguien, ni siquiera con un desperfecto técnico”, insistió el expiloto, quien hizo hincapié en el testimonio de lo que vieron los hermanos Abel y Pedro esa noche, que estaban a varios kilómetros del centro de Bariloche. “Estaban del otro lado de la ciudad, absolutamente opuestos al lugar donde se encuentra el aeropuerto. Esto es fundamental para entender hasta dónde se movió el objeto aquella noche. Y Pedro vio una bola de luz blanca que cruzaba sobre ellos mientras estaban tratando de sacar la nieve del techo de su casa”, recordó. La Fuerza Aérea cerró el caso y determinó que se trató de la luz de un potente reflector que iluminó el cielo de Bariloche Para él, la Fuerza Aérea intentó silenciar a los testigos que estaban en la torre de control de Bariloche, pese a que habían visto el mismo objeto que él. “Desde ‘arriba’ les pidieron que no hablaran”, dijo al referirse a los altos mandos de las FFAA. Según Polanco, “la explicación que dio la Fuerza Aérea fue absurda”. Subrayó que el objeto estaba a corta distancia, claramente visible, con forma definida, y que ni él ni su tripulación pudieron confundirlo con un simple haz de luz. “La Fuerza Aérea ocultó o minimizó el caso para evitar reconocer un hecho que no podían explicar, recurriendo a una versión inverosímil para desacreditarnos”, resaltó. "La explicación de la Fuerza Aérea fue absurda", aseguró Polanco El regreso de un recuerdo: “¿Vimos el OVNI de Polanco?” En septiembre de 2022, un nuevo episodio reavivó la memoria del Caso Bariloche. Tres tripulaciones de Aerolíneas Argentinas reportaron haber visto, en la zona de Choele Choel, dos objetos luminosos que ascendían y descendían sobre el horizonte, apareciendo y desapareciendo de forma errática. En las conversaciones radiales, uno de los pilotos bromeó: “¿Vimos el OVNI de Polanco?”. La referencia no era casual. La descripción de las luces tenía similitudes con lo narrado por el comandante en 1995. A lo que otro piloto acotó: “Estaba a punto de preguntar lo mismo”. “Nosotros también lo vimos, que venimos detrás de ustedes, tres veces apareció y desapareció y no tiene pinta de avión”, respondió el tercer colega. En septiembre de 2022, tres pilotos de Aerolíneas Argentinas hablan con la torre de control sobre el avistaje de Ovnis en Bariloche En este casa particular, los objetos se mantuvieron a distancia y no representaron peligro para las aeronaves, pero el fenómeno dejó a las tripulaciones perplejas. “Hay dos y moviéndose”, indicó uno de ellos. Otro señaló: “Sí, sí, estamos viendo el espectáculo acá, es increíble”. Advertido sobre este otro episodio con supuestos OVNIs, Polanco mantuvo su relato intacto y su convicción firme: “Yo puedo dar fe de lo que viví. No voy a convencer a nadie, pero sí creo que hay que abrir la cabeza. Vienen tiempos en los que nos vamos a enterar de cosas que nos van a sorprender.” Más allá de las explicaciones oficiales, para el comandante aquel objeto no identificado fue real y cambió su forma de ver el mundo y la aviación. Jorge Polanco se jubiló a los 65 años La vida de Polanco hoy Lejos de definirse únicamente por el célebre avistamiento, la trayectoria de Jorge Polanco está marcada por 41 años de profesionalismo y la pasión por la aviación. Y a pesar de que se jubiló a los 65 años, hoy con 72 todavía sigue activo como consultor y auditor aeronáutico, y continúa realizando vuelos esporádicos. También produce y conduce desde hace tres décadas “Reporte Aéreo Mundial”, un prestigioso programa de televisión dedicado al sector, lo que le ha dado voz y relevancia en el ambiente profesional: “Es el único programa en todo Sudamérica con tantos años y con gente profesional. Porque lo que hablamos o lo que hacemos está todo relacionado a la industria en el mundo”. Su cercanía con la industria aeronáutica es también familiar: de sus tres hijos, dos son pilotos. Uno de ellos fue trasladado recientemente a Turquía por razones laborales, y el otro vuela para una aerolínea estadounidense. Desde hace 30 años, Polanco conduce el programa de TV llamado "Reporte Aéreo Mundial", con novedades del sector aeronáutico Su hijo más chico, en cambio, es piloto de carreras; un hobby que se le despertó después del retiro y que lo hace “pilotear” autos también de vez en cuando. “Él no siguió mi legado pero fue el único que me convirtió en abuelo y con quien comparto este nuevo pasatiempo”, afirmó. Para Jorge, el equilibrio entre vocación y vida personal es imprescindible. “Es lo que te lleva a vivir. Por lo menos yo vivo a fondo”, afirmó, subrayando la importancia de mantenerse activo, asumir nuevos retos y disfrutar de las pasiones heredadas y compartidas. Con respecto a sus próximos proyectos, Polanco adelantó que fue convocado para escribir un libro y hacer una serie, aunque evitó ahondar en detalles. “Me entusiasma que las nuevas generaciones sepan lo que pasó, y acepten realidades que pensaban que no existían”. A pesar de haberse jubilado, Polanco sigue trabajando como consultor y auditor aeronáutico Treinta años después, el caso Bariloche sigue siendo uno de los incidentes más citados por ufólogos y aficionados al misterio en Argentina. Reúne todos los elementos que suelen alimentar el debate: múltiples testigos cualificados, registros de comunicaciones, observaciones en tierra y en vuelo, y un objeto que desafió las capacidades tecnológicas conocidas. Que la investigación oficial lo haya cerrado sin una conclusión clara solo aumentó el interés y las especulaciones. Y aunque para la Fuerza Aérea el expediente ya esté sellado, para muchos continúa siendo una incógnita qué tipo de objetos no identificados sobrevuelan el cielo patagónico.

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