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  • Trabajaba en la NASA, robó rocas de la Luna valuadas en 21 millones de dólares para su amante y transformó su vida en prisión

    » Clarin

    Fecha: 12/08/2025 12:32

    Thad Roberts tenía 23 años y era un prodigio de la Universidad de Utah, Estados Unidos. Graduado de una triple especialización en física, geología y geofísica, fue aceptado en el programa de élite de prácticas de la NASA. La experiencia era el puntapié para cumplir un sinfín de sueños, incluso un viaje al espacio, pero sucumbió ante un insólito robo de rocas lunares. En 2001, Roberts era el fundador de la Sociedad Astronómica de Utah, muy conocido en el estado, y solía decir que estaba decidido a ser la primera persona en pisar Marte. Desbordaba ilusión, talento, y encubría todas sus inseguridades en una personalidad avasallante. Cuando fue seleccionado para el programa Co-op, para aspirantes a astronautas, lo invadieron los nervios y la emoción, tal como él mismo explicó en una entrevista con CBS News varios años después. "Había trabajado muy duro para llegar allí, y cuando finalmente me aceptaron me estresé mucho, porque sentí la presión de seguir así, de superarme aún más, y me pregunté: '¿Cómo voy a lograr esto? ¿Cómo voy a aprender lo máximo posible y aprovechar todo esto sin el dinero que tienen los demás?". Según contó, se había casado muy joven y pasaba penurias económicas. "Fui criado por una familia mormona muy estricta, que me repudió por haber tenido relaciones sexuales prematrimoniales con mi novia, y yo decidí buscar mi propio rumbo en la ciencia", reveló. Llevaba más de un año en la NASA cuando en julio de 2002 conoció a Tiffany Fowler, una becaria de 22 años que trabajaba en el laboratorio de cultivo de tejidos de la NASA, y realizaba investigaciones con células madre. Thad Roberts quiso "darle la Luna" a su novia de entonces, Tiffany Fowler. Foto: ilustración Shutterstock Luego de tres semanas como amantes, Roberts se separó de su esposa y se mudó con su nuevo amor. "Estaba muy enamorado de Tiffany; pensaba: 'Cariño, te daría la Luna', y se lo comenté", confesó en diálogo con LA Times en 2004. Y la joven pasante no le respondió "Yo no te pido la Luna", como entona la letra del hit de Daniela Romo, sino que se convirtió en su cómplice para llevar a cabo "el robo más audaz de la historia de la NASA", tal como lo titularon los medios internacionales en aquel entonces. Thad Roberts, "el ladrón de rocas lunares": cómo llevó a cabo el peor robo de la NASA Sucedió en el Centro Espacial Johnson de Houston un sábado lluvioso durante la noche, y Roberts fue el cerebro de la operación delictiva. La logística fue similar a la de una película de ciencia ficción: usaron placas de identificación auténticas de la NASA, alteraron las cámaras de seguridad y usaron trajes de neopreno para evitar que se activaran las alarmas térmicas. La NASA tardó varios días en descubrir que faltaban ocho kilos de rocas lunares en la caja fuerte, y un fragmento de meteorito, un combo valuado en 21 millones de dólares, procedentes de cada alunizaje entre 1969 y 1972. Las muestras traídas de la Luna estaban guardadas en una caja fuerte. (Foto ilustrativa Pixabay) La flamante pareja no actuó sola. Recurrió a una tercera persona, Shae Saur, otra becaria de la NASA, para que hiciera de "campana" mientras ellos ejecutaban el plan, y controlaba la transmisión de las cámaras que habían recableado. Los enamorados entraron al Edificio 31, donde se guardaban las rocas lunares, entraron a la habitación sin ventilación vestidos con trajes de neopreno y forzaron la caja fuerte con una sierra eléctrica. "En ese momento yo no lo veía como 'robar'", dijo Robert en la entrevista con CBS en 2012. "No es que fuésemos a usar el dinero que obtuviéramos para comprar un yate, muchos coches o una casa enorme; íbamos a seguir viviendo con la modestia que teníamos, y usaríamos el dinero que obtengamos para financiar la ciencia que podría cambiar el mundo", aclaró. El 20 de julio de 2002, el día que se cumplía el 33º aniversario de la primera caminata lunar, Roberts y Fowler viajaron desde Houston hasta Orlando para reunirse con un potencial comprador belga. Pasaron la noche en un hotel, donde otra anécdota singular tuvo lugar. Una roca traída de la Luna de más de 40 kilos de peso. (Foto: Archivo Clarín) "Tomé algunas rocas lunares y las puse debajo de la manta en la cama mientras teníamos sexo; nunca le dije nada, pero estoy seguro de que ella lo percibió, y creo que nadie había tenido sexo en la Luna antes que nosotros, así que podemos afirmar que fuimos los primeros en tener sexo sobre rocas lunares, lo cual es todo un símbolo", relató Roberts. La felicidad les duró muy poco, porque el comprador sospechó de la procedencia de las muestras lunares, y contactó al FBI, que envió rápidamente agentes encubiertos a Orlando, donde se llevaría a cabo la venta. Ambos fueron arrestados en el acto. Aunque Roberts argumentó que el robo no tuvo motivos económicos, los investigadores dijeron lo contrario, cuando descubrieron que el precio de venta que había fijado era de entre 1000 y 5000 dólares por gramo. El robo de rocas lunares pasó a la historia como el peor crimen del que la NASA fue víctima. (Foto: Archivo Clarín) Del "sexo en la Luna" a seis años en la cárcel: cómo transformó su vida Thad Roberts "Cuando me preguntan por qué arruiné una oportunidad tan grande de mi vida, la respuesta es sencilla: lo hice por amor; quería ser amado, que supiera que me había preocupado tanto por ella, y que hubiera un símbolo poderoso para recordárselo; creo que no había nada más fuerte que traerle literalmente la Luna a mi amada", describió. En contraste con el romanticismo, el FBI afirmó que las rocas recuperadas son prácticamente inútiles para la comunidad científica. "Destruyeron tres décadas de notas de investigación manuscritas por un científico de la NASA, que también estaban guardadas en la caja fuerte", revelaron en un comunicado. Roberts se declaró culpable en 2002 del robo de rocas lunares, y fue sentenciado a ocho años de prisión. Su amante, Fowler, y la otra becaria, Saur, también se declararon culpables y cumplieron 180 días de arresto domiciliario, 150 horas de servicio comunitario, tres años de inhabilitación y la orden de pagar más de 9.000 dólares en concepto de restitución a la NASA. Pese a la intensidad de su romance, Roberts y Fowler nunca volvieron a verse. Él fue liberado dos años antes de lo previsto, en 2008, tras cumplir más de seis años de su condena. El crimen fue documentado en el libro de Ben Mezrich, Sexo en la luna: la increíble historia detrás del robo más audaz de la historia (2011). Quizá cueste comprender cómo ocho años después de aquel mítico robo, Roberts estaba sobre un escenario frente a una audiencia como orador de una motivadora charla TEDx. Thad Roberts durante su charla motivacional sobre física cuántica. (Foto: Captura de YouTube @TEDx) Una vez más, dio entrevistas y explicó que durante los 100 meses que estuvo en prisión dio clases de física cuántica, hizo mucho ejercicio, y se mantuvo abocado a los misterios de la física moderna. Durante ese tiempo escribió un artículo científico de más de 700 páginas, que dio como resultado un aporte a la teoría cuántica del espacio, una forma específica de la teoría del vacío superfluido, que postuló como candidata a la teoría de la gravedad cuántica. "Pese al aislamiento, y la soledad que pasé esos años, me ayudó a comprender las preguntas sobre la construcción de nuestro universo", indicó. Como trotamundos, recorrió varios países en las últimas dos décadas. (Foto: Instagram @superfluiduniverse) Se presentó como físico teórico y filósofo de la física, interesado en la posibilidad de que la mecánica cuántica sea emergente y no exacta. Escribió su propio libro, "La intuición de Einstein: visualizando la naturaleza en once dimensiones", que explora las consecuencias de la suposición de que el vacío es un superfluido. Se convirtió en figura destacada del American Program Bureau, con charlas abiertas al público para inspirar con sus vivencias. "Todos somos capaces de recuperarnos del fracaso, y nunca hay que dejar de perseguir los sueños", aseguró. Está decidido a contribuir al sueño de Einstein de unificar los reinos de la relatividad y la mecánica cuántica. Su situación económica mejoró, y logró otras hazañas como aventurero trotamundos. Cuando salió de prisión publicó una teoría científica y se dedicó a viajar por el mundo. (Foto: Instagram @superfluiduniverse) Cruzó el Atlántico en un balandro de 17 metros, extrajo fósiles de dinosaurios de los desiertos de la Gran Cuenca, Mojave y Chihuahua, gemas raras en las montañas Wah Wah, buceó en las costas de Hawái, voló en gravedad cero, exploró los restos de un naufragio, y participó en el descubrimiento de restos selváticos de un antiguo complejo maya. Actualmente tiene 47 años, y su vida personal es un misterio. Antes solía mostrar algunas de sus relaciones amorosas, que fueron cambiantes y numerosas, pero ya hace tiempo dejó de lado sus redes sociales.

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