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  • Concluyó la histórica expedición submarina del Conicet y el Schmidt Ocean Institute - PLAZA DE MAYO

    CABA » Plazademayo

    Fecha: 11/08/2025 12:43

    Por primera vez, el fondo del mar argentino fue explorado en vivo ante miles de espectadores. La campaña “Talud Continental IV” rompió récords, mostró criaturas asombrosas y reivindicó el valor de la ciencia nacional. “Gracias por el apoyo”, decía el cartel escrito a mano que apareció en la última transmisión en vivo de la histórica expedición científica al Cañón Submarino Mar del Plata. A bordo del buque Falkor (Too), más de 30 científicas y científicos argentinos cerraron con emoción una campaña inédita: por primera vez, los misterios del océano profundo argentino fueron compartidos en tiempo real con el público. El saldo es tan asombroso como inapelable: más de un millón de visualizaciones, picos de 80.000 usuarios conectados y una conexión sin precedentes entre la ciencia nacional y la ciudadanía. “¡Viva la ciencia argentina!”, gritaron con emoción los investigadores en la última transmisión, que se extendió hasta las cuatro de la tarde del domingo. Allí concluyó una misión de 19 días en el mar, donde se recolectaron muestras únicas de organismos y se registraron imágenes subacuáticas en ultra alta definición gracias al ROV SuBastian, un robot submarino capaz de descender hasta 4.500 metros. El fenómeno de ciencia en vivo Lo que comenzó como una expedición científica especializada terminó siendo un fenómeno cultural inesperado. Capturas de pantalla del “pulpo Dumbo”, estrellas de mar “culonas”, calamares voladores y peces telescópicos circularon en redes sociales, donde el streaming del Conicet y el Schmidt Ocean Institute superó incluso a canales de entretenimiento masivos. “Esto no le había pasado a ninguna expedición del Schmidt desde 2009”, reconoció el jefe de la misión, Daniel Lauretta, con admiración. “De repente, la ciencia dejó de ser algo lejano o inalcanzable, y se convirtió en parte del día a día de la gente. Tuvimos que explicar de manera clara, con palabras sencillas, lo que hacemos. Fue como abrir las puertas del barco, del laboratorio y del fondo del mar, todo al mismo tiempo”. Para los investigadores argentinos, el éxito de la transmisión no fue casual. Ignacio Chiesa, del Centro Austral de Investigaciones Científicas del CONICET, lo resume así: “La pasión es argentina. Y eso se notó. La gente se sintió cerca porque escuchaba el ruido del mate, los chistes, los apodos. Fue una expedición con alma”. Un laboratorio natural a 300 kilómetros de la costa La expedición “Talud Continental IV” exploró el Cañón Submarino Mar del Plata, una zona donde convergen la corriente cálida del Brasil y la corriente fría de Malvinas, creando un ecosistema de altísima biodiversidad. El equipo recolectó organismos marinos con una precisión inusual: cada muestra fue tomada con datos exactos de profundidad, posición y condiciones ambientales. «Eso es un lujo en ciencias marinas», explicó Diego Urteaga, investigador del Museo Argentino de Ciencias Naturales y uno de los embarcados. Y destacó: “Todo el conocimiento generado va a quedarse en el país, va a ser estudiado por científicos argentinos y va a ser parte de la investigación nacional. Sin universidades públicas, sin CONICET, esto no es posible”. Urteaga también enfatizó el esfuerzo colectivo que hizo posible la misión: “Nosotros somos producto del trabajo de docentes, universidades públicas y financiamiento estatal. Schmidt pone el barco y la tecnología, pero el conocimiento, la interpretación, la toma de decisiones… eso lo pone Argentina”. Una despedida entre ciencia, emoción y mate La transmisión final estuvo cargada de emoción. “Ver bajar y subir por última vez al ROV SuBastian fue conmovedor. Fue una mezcla de alegría, tristeza y nostalgia. Estos días pasaron volando, y no caemos aún en que terminó”, compartió Urteaga. Sin embargo, la misión no concluye con el amarre del buque. Ahora comienza la parte más silenciosa y exigente: procesar las muestras, identificarlas y analizarlas con detalle. “No nos dan las manos”, bromeó el biólogo entre risas, mientras explicaba que no hay tiempo para nuevas transmisiones. Y aunque todavía no saben cuántas especies descubrieron, sospechan que algunas podrían ser nuevas para la ciencia. “Hay gente que quiere conocer otros planetas, y nosotros tenemos un océano entero sin explorar. Es nuestro planeta y no lo conocemos”, subrayó Urteaga. Según datos publicados en Science Advances, solo se ha explorado un 0,001% del fondo oceánico. Se estima que hay entre 5 y 10 millones de especies submarinas, pero hasta ahora solo se han descrito poco más de 2 millones. ¿Y ahora qué? El Falkor (Too) ya navega hacia Montevideo, donde se iniciará la próxima campaña científica: “Uruguay Sub200: Viaje a lo desconocido”, con la participación de 27 científicos uruguayos y varios expertos internacionales. En septiembre, el buque volverá a Argentina para nuevas exploraciones en los sistemas de cañones Bahía Blanca (Buenos Aires) y Almirante Brown (Chubut). A bordo de cada expedición, además de instrumentos de última tecnología, viaja algo mucho más valioso: la vocación de una comunidad científica que, con mate en mano y corazón en alto, hace ciencia desde el sur del mundo para todo el planeta.

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