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Parana » Radio La Voz
Fecha: 11/08/2025 11:50
Golpeados por la apertura importadora y la baja del consumo, los empresarios denuncian que se están fundiendo 40 firmas por día. En poco más de un año y medio de gobierno libertario cerraron 15.000 empresas, según la información de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (Enac). Este número coincide con otro: el cierre de 40 firmas por día: una verdadera masacre económica y social. “Las pymes son empresas propensas a crecer, no a achicarse, y ese potencial se está perdiendo ahora”, advierte Cesar Guereta, dirigente de ENAC. “El consumo cayó, las empresas no venden y el conocimiento que tenían para fabricar en su rubro específico se está perdiendo. Las capacidades que existen podrían aprovecharse pero se están desperdiciando, lo mismo ocurre con las universidades, el Conicet, el INTA o el INTI. Se desestima el potencial que se tiene para poder ser competitivo, y esto el Gobierno no lo ve”, agrega el empresario. El costo de este desarme del entramado productivo local, y también del sistema científico-tecnológico afecta a las capacidades de desarrollo futuro. “Los salarios privados le vienen ganando sistemáticamente a la inflación desde el mes de abril del año pasado”, afirmó el presidente en cadena nacional el viernes, pero los datos lo desmienten. Desde CP Consultora señalaron: “Desde enero el salario real cayó todos los meses y acumula una baja de 5,5 por ciento. La caída es similar a otras crisis pero con desinflación. El ancla salarial tiene costos crecientes”. La pérdida de los salarios contra la inflación afecta al consumo de miles de familias y eso se siente en las fábricas. “Actividades que siempre empujaron a la industria, como la construcción, están en niveles muy bajos. Esto se traduce en pérdida de empleo”, sostiene Paloma Varona, economista y cofundadora de Misión Productiva. Días atrás se difundió un informe del Centro de Estudios de la UIA que estimaba que "la industria promedió una caída de 1.500 empleos por mes en el último trimestre, según datos oficiales, con una pérdida acumulada de 37.000 empleos desde agosto de 2023”. Bancar para perder La UIA respaldó al Gobierno desde sus inicios. Los primeros reproches llegaron –con voz suave- con la apertura indiscriminada y apreciación cambiaria. Fue cuando los industriales comenzaron a hablar de “nivelar la cancha”, por ejemplo con reducciones impositivas que custodiaran la competitividad local. Ahora, por primera vez, reconocen las pérdidas de empleo, una realidad que atraviesa a la gran mayoría de las empresas más pequeñas de la entidad, pero que golpea con más intesidad a las pequeñas. En materia de empleo, desde la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo (Enac) apuntaron, según datos de la Encuesta Industrial del segundo trimestre, que el 25,5 por ciento de las empresas despidió personal y el 40,1 por ciento redujo las horas extras, mientras sólo el 15,3 por ciento incorporó nuevos trabajadores. La industria sufrió una "importante pérdida de empleados durante 2024 y se mantiene la reducción en 2025", sostienen. Para Varona “la industria argentina atraviesa un momento difícil. La combinación de apertura de las importaciones, un dólar atrasado y el aumento de costos internos está dejando a muchas fábricas sin aire para competir. A esto se suman decisiones como la eliminación de la obra pública nacional y el recorte de fondos a las provincias, que golpearon fuerte a sectores mano de obra intensivos vinculados al mercado interno, como la manufactura (cayó 8,4 por ciento) y la construcción (bajó 29 por ciento desde que asumió Milei)”. Sectores en caída libre Cuando se analiza la composición sectorial de la caída en la industria en el período de gobierno de Javier Milei las actividades más perjudicadas son la producción de neumáticos, sectores dedicados a la fabricación de insumos para la construcción, la industria textil y algunos segmentos del consumo masivo. En el caso de neumáticos, entre noviembre de 2023 y junio de este año, la caída en la producción alcanza un 50 por ciento, según datos oficiales de Indec. La contracara es el aumento excepcional de las importaciones: en mayo de 2025, ingresaron al país 869.525 unidades, la cifra mensual más alta registrada en más de dos décadas. Esa suba se explica por la política de apertura comercial, que incluyó la rebaja del arancel de importación de 35 a 16 por ciento y la eliminación del Certificado de Homologación, facilitando el ingreso de productos sobre todo de China. El desplome en la producción de insumos para la construcción, de la mano de menores ventas en el sector, llega al 42,7 por ciento en el caso de productos de arcilla y cerámicos no refractarios (ladrillos, tejas, lozas sanitarias, cerámicos para pisos y revestimiento, baldosas y azulejos). Mientras promedia el 29 por ciento si se suman también la cal y yeso, pinturas, artículos de cemento y yeso y productos metálicos para la construcción. Siguiendo con los datos de Indec, las gaseosas, aguas, sodas, cervezas, jugos para diluir, sidras y bebidas espirituosas acumulan una caída del 40,8 por ciento desde que asumió Milei. Este sector se ve golpeado por la falta de demanda en tanto no se trata de artículos de primera necesidad. Lo mismo ocurre con la rama de detergentes, jabones y productos personales que perdió un 26 por ciento en el período. Por último, se destaca el deterioro de las ramas vinculadas a la industria textil. En el caso del curtido y artículos de cuero (billeteras, carteras, cinturones) y del calzado la producción cayó en promedio un 33 por ciento. También lo que es tejido y productos textiles se desplomó 29,7 por ciento.
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