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» Clarin
Fecha: 11/08/2025 06:40
Fue uno de los muchos cineastas europeos que, tras triunfar en su país natal, pegó el salto e intentó emular su éxito en los Estados Unidos, probando suerte con capitales hollywoodenses. Sea como director, guionista o productor, Luc Paul Maurice Besson se hizo un nombre, más que nada a partir de El perfecto asesino (1994), con Jean Reno -su actor fetiche-, una adolescente llamada Natalie Portman y Gary Oldman, otro viejo amigo del director de El quinto elemento. Han pasado más de cuatro décadas desde el estreno de aquel filme, y Besson cosechó elogios, dinero y hasta estuvo a punto de declararse en bancarrota con su empresa EuropaCorp. Nacido en París, creció en Grecia, Bulgaria y la ex Yugoslavia, donde sus padres eran instructores de buceo del Club Med. De hecho, de niño quería ser biólogo marino, pero un accidente a los 17 años le impidió perseguir ese sueño en el agua. Besson, cineasta visionario Considerado un cineasta visionario y de ideas revolucionarias en sus inicios, con filmes como Azul profundo y Nikita, Besson (66 años, ya) acaba de dejar atrás los cimbronazos que significaron los cargos de violación, de los que fue absuelto hace dos años, en 2023. Otras mujeres denunciaron comportamiento sexual inapropiado por parte del director, pero ninguna lo llevó a la Justicia, y Besson lo ha negado enfáticamente. Luc Paul Maurice Besson, el director de "El quinto elemento" y un filme hiper romántico. Foto EuropaCorp Su primera esposa fue la actriz Anne Parillaud. Besson comenzó a salir con la actriz Maïwenn cuando él tenía 32 años y ella, 15. Se casaron en 1993 cuando ella, a los 16 años, estaba embarazada de su hija Shanna. Luego se casó con otra actriz, Milla Jovovich, la protagonista de sus películas El quinto elemento y Juana de Arco, cuando ella tenía 21 años. Desde 2004, y en su relación más estable, está casado con su cuarta esposa, Virginie Besson-Silla, productora de EuropaCorp, con quien tiene tres hijos. Desde París, Besson atendió a Clarín para una entrevista por Zoom, con la excusa del estreno, este jueves en la Argentina, de Drácula, en la que el ganador de dos Oscar, Christoph Waltz, es un sacerdote tras su rastro, y que ocupa el lugar de Van Helsing en el relato original de Bram Stoker. Natalie Portman tenía 12 años cuando empezó a rodar "El perfecto asesino" junto a Jean Reno. -Ante todo, me gustaría preguntarte qué recuerdos tenés de tu visita a la Argentina cuando viniste a presentar a “Valerian y la ciudad de los mil planetas”, y estuviste en la Comic-Con, por 2017. -Normalmente me ponen en una habitación y hago una entrevista tras otra, y no veo nada de la ciudad. Así que mi mejor recuerdo de la Argentina fue después de haber pasado un par de días visitando. -¿Has visto algún filme argentino, que te haya gustado o recuerdes por algo en especial? -Primero, no tengo muy buenos recuerdos, ni buena memoria, pero la mayoría del tiempo cuando veo películas no sé exactamente de dónde vienen o quién es el director, de qué nacionalidad. Estoy guiado por la emoción del filme. Es incluso peor con las películas de Asia. No recuerdo los títulos, los filmes pueden ser geniales, pero... Caleb Landry Jones, como el atormentado protagonista de "Drácula". Fotos BF Paris Releyó "Drácula" porque no le gusta el horror -¿Y te interesa el género del horror? -No, en absoluto. No. Cuando leí el libro de nuevo, estuve muy interesado acerca de la historia de amor, porque me había olvidado. Me olvidé que Drácula, antes de que se convierta en un monstruo de terror, era, de hecho, un hombre que puede esperar cien años para ver de nuevo a su amor. Y fue tan romántico que estuve dándole vueltas durante dos años. Yo quiero utilizar a Drácula y el elemento del vampirismo en el fondo, pero no en el plano principal. Bruce Willis y la ex de Besson, Milla Jovovich, en "El quinto elemento". Dice que sigue en contacto con sus actores. -¿ A cuál película de Drácula te encontrás más conectado? ¿La de de Francis Ford Coppola, o una de los primeras…? -No, he visto uno o dos, pero como te decía no soy un gran fanático del género. No, no específicamente. Pero cuando hacés un filme, es solamente tu propia visión. Bien o mal, pero es tu visión. E intentás usar tu imaginación y tu background más que otra cosa, porque si te inspirás en los filmes de los demás… Es como digerir algo que ya ha sido digerido por alguien más. Lejos de la caricatura del vampiro -En tu película ofrecés una adaptación centrada en el origen humano de Drácula, alejada de la caricatura del vampiro. Besson responde si hará una secuela de "El perfecto asesino". -Sí, para mí, es mucho más cercano a La Bella y la Bestia que a Drácula. Tenemos a este tipo y todos creen que es un monstruo, pero no lo es. Es un hombre enamorado. -¿Qué se puede aportar de nuevo en la adaptación de una novela cuyo personaje ha sido elevado al rango de mito? -¿Cómo lo podés hacer? No lo pensás. Simplemente tomás tu... tomás tu pinceles, y luego pintás, y hacés tu pintura. Eso es. Con tu corazón, y tu cerebro. Eso es. Y luego dejás a los demás juzgar lo que has hecho. Christoph Waltz es el sacerdote tras el rastro de Drácula, no en Londres, sino en París. -Tu película surgió más por tu fascinación por Caleb Landry Jones ("Tres anuncios por un crimen", su película “Dogman”) que por un interés particular en la historia de Drácula. -Para mí, Caleb es un genio. Es el mejor actor de la década. El tipo es tan talentoso, y creo que estoy en una buena posición para decirlo, porque filmo con él todos los días. No me alcanzan las palabras, el tipo es una locura. Te da todo lo que quieras. El está buscando todo el tiempo. Y, sobre todo, es generoso. Siempre es agradable. Comparte con Christoph Waltz, con Mina o Elisabeta (Zoë Bleu, hija de Rosanna Arquette). Es una hermosura y un placer trabajar con él. Si puedo terminar mi vida haciendo solo películas con él, estoy bien. Besson y Caleb Landry Jones. "Si puedo terminar mi vida haciendo solo películas con él, estoy bien". -Ah, ¿tenés un nuevo proyecto con él? -No específicamente, pero si puedo, sí. Después de dos filmes, hagamos un tercero y luego un cuarto. Ser románticos hoy es difícil -El centro de la historia es esperar una eternidad el regreso del amor. ¿Vos serías capaz de esperar un amor tanto tiempo? Defendiendo al conde. "Todos creen que es un monstruo, pero no lo es. Es un hombre enamorado". -Vamos a un cine para ver historias en las que, desafortunadamente, vos y yo somos solo humanos y soñamos ser héroes, ser amantes eternos, salvar a los inocentes, traer la justicia. Por eso vamos a ver una película al cine, para ver la vida que quizás amamos tener. Ser tan romántico como él, sí, es un sueño. -¿Podemos ser tan románticos en la sociedad de hoy en día? -Es muy difícil. Incluso he visto a algunas parejas que están juntas desde hace 50 o 60 años y están felices, pero es raro. La sociedad es demasiado dura y tan cínica. Scarlett Johansson, cuando fue heroína de Luc Besson en "Lucy". -¿Te sentís, te definirías como un tipo romántico? -Sí. He hecho 22 películas como director. Y si aún el público no entiende que soy romántico, entonces estoy preocupado. -¿Dejás abierta la cuestión de si Mina, la mujer que conoce Drácula, es una reencarnación de Elisabeta, o no? -Sí, es ella. Es su reencarnación. Y ella lo siente, él está aquí para recordarla. Pero lo que fue tan interesante para mí no es el hecho de que él quiera verla de nuevo. Es el hecho de que sólo quiere tener la suerte de decirle adiós. Porque Dios lo perdió. Él no puede decir adiós. Ella está muriendo y no puede decir adiós. Y él puede esperar 400 años solo para poder verla de nuevo y decir adiós correctamente. Y creo que es una buena lección de ser obstinado. Y hay una sensación de dignidad. Superproducción. "En mi primer filme no pude pagar a nadie. Ahora estoy feliz de poder pagar a 970 técnicos en 'Drácula'". -¿Es cierto que “Drácula” es la película de mayor producción del año en Francia? -No lo sé. Pero es mucho dinero, ¿no? ¿Querés que no le pague a la gente? No lo sé, pero es una gran producción. Eso siempre es una pregunta para los periodistas, pero en realidad, cuando filmás, tu propósito no es el dinero. Nadie viene con un bolsillo lleno de plata al set. Estás trabajando con artistas y algunos artistas son más caros que otros. Y el efecto especial fue un poco caro. Así que ése no es realmente el problema. El problema es intentar hacer un buen filme. Y estoy muy feliz porque en mi primer filme no le pude pagar a nadie. Ahora estoy feliz de poder pagar a 970 técnicos en el filme. -Ah, cierto. Pero “Juana de Arco”, “El quinto elemento” fueron películas de gran producción. -Sí. ¿Sabés?, el filme que hice antes, llamado June and John lo hice con un teléfono móvil y 12 técnicos. Así que puedo hacer grandes y pequeños filmes. No es el problema. “Nikita”, uno de los clásicos de Besson, con Ann Parillaud, primera de sus cuatro esposas. -¿Seguís en contacto con los intérpretes de tus películas, como Jean Reno, o Bruce Willis y Scarlett Johansson, en su momento? -Siempre. Siempre. Soy amigo de todas las personas con que he trabajado. Es una pequeña familia. Es como si cruzaras el Atlántico en un barco con cinco personas. Nunca las olvidás. -Soy un gran fan de “El perfecto asesino”. ¿Tenés alguna idea de una secuela del filme sin Jean Reno?
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