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» El siglo web
Fecha: 11/08/2025 03:32
Un crimen brutal que conmocionó al barrio de La Boca fue esclarecido por la Justicia argentina: Juan Antonio Melino, un jubilado de 80 años, fue asesinado en su departamento por un guardia de seguridad que había ganado su confianza durante la pandemia. El móvil del crimen fue la codicia: 300 mil dólares que el agresor creía que la víctima tenía guardados. El hecho ocurrió el 10 de septiembre de 2020, cuando Oscar Darío Sánchez, de 42 años, ingresó al domicilio de Melino con una mochila que contenía una jeringa con clonazepam, provista por su cómplice Claudio Fernández. El plan original consistía en dopar al jubilado para simular un infarto, pero fue abandonado en favor de una maniobra aún más violenta. Según el expediente judicial, Melino fue torturado, maniatado con cinta adhesiva y estrangulado con una bolsa de residuos negra atada a su pecho. El cuidador del jubilado también fue reducido y amordazado. El crimen fue cometido antes del mediodía, y el cuerpo fue hallado horas más tarde por familiares que acudieron al departamento tras no recibir respuesta a múltiples llamados. Sánchez fue condenado a prisión perpetua en 2023, sentencia que fue confirmada en mayo de 2024 por la Cámara de Casación Penal. Fernández, su cómplice, recibió una pena de diez años de cárcel, tras comprobarse que había facilitado los elementos para ejecutar el crimen. Durante la investigación, una taza sucia con ADN de Sánchez fue encontrada en la cocina, junto con pertenencias de la víctima en la mochila del agresor. Además, mensajes recuperados del celular del asesino revelaron su intención de provocar un infarto con clonazepam, y una conversación con su pareja dejó en evidencia que “la plata no estaba” y que “todo salió mal”. El crimen fue calificado como homicidio criminis causae y robo a mano armada, y se destacó por la “oscuridad” con la que fue ejecutado. Hoy, Sánchez cumple su condena en el penal de Ezeiza.
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