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» Elterritorio
Fecha: 10/08/2025 06:54
Una docente de San Antonio denunció a su marido por intento de femicidio, y lo acusó de provocar intencionalmente el vuelco del automóvil en el que ella iba como acompañante. La hija de la víctima relató el historial de violencia, amenazas y control que sufrieron durante años, y pidió que el acusado permanezca preso para evitar un desenlace fatal. sábado 09 de agosto de 2025 | 22:15hs. El sindicado causante del vuelco está detenido desde hace una semana. //Fotos: Gentileza. "Queremos que siga preso porque si lo sueltan nos va a matar. Amenazó varias veces con prender fuego la casa si mi mamá quería separarse, con romper todo, porque según él, en Brasil es barato conseguir quien lo haga. Tenemos muchísimo miedo", expresó con angustia Rocío Servián, hija de Natalia Servián, la docente de San Antonio que el domingo denunció por intento de femicidio a su marido, Daniel Fabián Boicho. Esta semana, el hombre se abstuvo de declarar y fue imputado por el titular del Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, Martín Brites, por el delito de "tentativa de homicidio culposo", una calificación que, para la familia, minimiza la gravedad de lo ocurrido y abre la puerta a una eventual excarcelación. "Él dijo que no se iba a ir de la casa con las manos vacías. No es una amenaza cualquiera, es algo que puede cumplir", alertó Rocío. Según el relato de la joven, Boicho es un hombre “machista, controlador, posesivo” y con un carácter conflictivo. "Desde que yo iba al colegio y él se conoció con mi mamá, siempre le molestó la relación que tengo con ella. Le molesta todo de mí, que hablo fuerte, que me río, y hasta que respiro. Para él soy un estorbo. Llegó al punto de invadir mi privacidad, de revisar mis redes sociales, de entrar a mi pieza cuando aún vivía acá y sacar fotos. Varias veces me golpeó, incluso delante de las hijas que tiene con un matrimonio anterior", apuntó, y admitió que "conmigo siempre fue violento, tenía un trato muy asqueroso, por eso no quería quedarme sola con él; con mi mamá, en tanto, la violencia era verbal y psicológica", describió, para contextualizar lo sucedido el pasado fin de semana. Domingo de terror Rocío contó que actualmente vive en Posadas, donde estudia, y el domingo estaba en la casa de su mamá en San Antonio. Contó que, a raíz de las actitudes del hombre, cada vez que iba prefería pasar el tiempo en su habitación, haciendo sus cosas. Ese mediodía, su madre y el acusado estaban haciendo asado, escuchaban música y tomaban una cerveza. "Me llaman para comer, voy con mi teléfono porque tenía una serie puesta. Me sirvo comida, me siento y sigo mirando la serie. Yo estaba en la mesa y ellos en el desayunador. Él hace un gesto de enojo, tira las cosas en la mesa y se va a la pieza. Mi mamá lo sigue y le pregunta qué le pasaba. No sé qué hablaron, pero mi mamá volvió y seguimos almorzando las dos solas". De acuerdo al relato de Rocío, el ambiente se puso tenso, pero almorzaron juntas mientras él continuaba encerrado, y luego se pusieron a limpiar la casa. Minutos después, el acusado salió de la habitación, tomó el auto de la docente y se fue de la casa. Más tarde, contó, la mujer le escribió para saber qué pasaba. "Él le mandó una foto de la tarjeta y le respondió 'si es esto lo que te preocupa, no voy a gastar tu plata'. Le dijo que no había solución, que no iba a arreglar las cosas porque estaba harto, pero mi mamá insistió que regresara, y él le respondió que la iba a buscar pero que no había nada que arreglar. Estaba bastante borracho". Según la joven, cuando Boicho regresó ella estaba en la habitación, pero escuchó, sin embargo, que su mamá subió al auto y ambos empezaron a discutir, lanzando el hombre fuertes amenazas. "Decía que estaba cansado, que iba a entrar y me iba a matar, que se iba a terminar todo. Juraba por las hijas que lo iba a hacer. Yo tuve mucho miedo porque conmigo siempre fue violento, como dije, para él soy un estorbo en su relación, siempre le molestó mi presencia. Mi mamá le cuestionó en ese momento sobre por qué tenía tanta bronca hacia mí y es cuando él arrancó el auto y aceleró, comenzando a circular a toda velocidad", relató. Detalló que filmaciones de algunas cámaras de seguridad muestran cómo, con su mamá como acompañante, Boicho realizó maniobras extremas en el pueblo, al mando del coche Citroën C3 de la víctima. "Decía que estaba cansado de mí, que si mi mamá no me corregía él me iba a matar y a terminar esa historia. También empezó a romper el auto contra el cordón cuneta y mi mamá le pedía por favor que pare, que piense en lo que estaba haciendo porque estaba rompiendo su herramienta de trabajo, porque ella usa el auto para ir a la escuela. Él le contestó que ese auto no era nada y avanzó acelerando hacia la rotonda haciendo maniobras con el freno de mano". "Mi mamá comenzó a gritar que llamen a la Policía, y él no la dejaba bajar, aceleraba y le decía que la iba a matar, que la iba a llevar al paredón de piedras de Cerro Siete y arrastrar su cuerpo. Iba a todo lo que daba", reveló Rocío, repitiendo lo que le contó su madre, y lo que justamente coincide con una grabación en la que se ve el coche al mando de Boicho y la mujer gritando desesperada que llamaran a la Policía. "A la salida del pueblo, vuelcan en la primera curva, sin llegar a Cerro Siete", contó la joven. Recordó que toda esa secuencia sucedió estando ella en la casa, por lo que una vecina le avisó del vuelco. "Salí corriendo y otra vecina me llevó al lugar. El auto estaba destrozado, dado vuelta. No encontraba a mi mamá y estaba desesperada. Me dijeron que la habían llevado al hospital, pero mientras tanto él estaba ahí, riéndose. Me dio mucha impotencia". En el hospital supo que su mamá tenía golpes pero estaba fuera de peligro. "Ella gritaba que él la quiso matar, que amenazó con hacerlo y de hecho, lo intentó, por eso salimos del hospital y fuimos derecho a la comisaría para hacer la denuncia. Cuando lo detuvieron, él se resistió y no quería que le pongan las esposas". Alertas previas Rocío también trajo a su mente el recuerdo de episodios anteriores que marcan cierto grado de violencia y manipulación. "Siempre fue machista, nunca tuvo ganas de trabajar. Desde que llegó a la casa vivía del sueldo de mi mamá, pero eso a ella nunca le importó, jamás le hizo sentir de menos porque no aportaba nada en la casa, es más, lo ayudó constantemente porque siempre lo quiso, y sin embargo, sin que se diera cuenta él la fue alejando de la familia y de sus amistades. Hizo su vida una rutina, de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, todo siempre bajo su control", lamentó. Reveló en este sentido que Boicho, oriundo de Colonia Liebig (Corrientes), llegó a San Antonio en 2010. Conoció a Natalia en 2013 y se casaron en 2016. En 2019, ocurrió un episodio que Rocío describe como una alerta. "Mi mamá le había dado una extensión de su tarjeta para que compre cosas si necesitaba. Un día él desapareció con el auto, sacó préstamos con su tarjeta y gastó todo, la dejó súper endeudada. Era fin de año y mi mamá no tenía ni para comer. Él se burlaba, le decía que compre una pizza y coma una porción por día. Ella lo quería, lo perdonó y volvió con él después de eso, pero le dije que no era bueno, que las parejas se acompañan, pero él la hundió económica y emocionalmente". Para Rocío, lo ocurrido el domingo no fue un simple episodio de violencia familiar, sino un claro intento de femicidio. “Analizando todo el contexto, está clarísimo que la quiso matar. Amenazó con matarme también a mí. Por eso tenemos tanto miedo. No es un caso más de violencia, si lo sueltan nos va a matar".
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