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» Misionesparatodos
Fecha: 09/08/2025 00:22
Se trata de Norberto Cristian Graf. Según los investigadores, conoció a la víctima en vida y residió en la vivienda donde se descubrieron los restos enterrados. Su llamativa reacción a la noticia Fue una semana clave en la investigación del cadáver hallado en el patio de un chalet ubicado en el barrio porteño de Coghlan, justo al lado de una propiedad donde vivió el músico Gustavo Cerati. En los últimos días, los investigadores no solo confirmaron que los restos pertenecen a Diego Fernández Lima, un joven desaparecido en 1984, sino que también obtuvieron datos clave que poco a poco develan el misterio. Por un lado, el personal del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF)quelogró establecer la identidad de la víctima, determinó que los restos tenían signos de lesiones compatibles con una “muerte violenta”. Por el otro, se dio conocer el nombre del sospechoso que podría tener relación con la muerte de Diego. Se trata de Norberto Cristian Graf, quien según los investigadores, conoció a la víctima en vida y residió en la vivienda donde se halló el cuerpo. Su nombre fue aportado por un testigo que se presentó en la fiscalía del caso, a cargo del fiscal Martín López Perrando. En un principio, Graf pasó desapercibido por la familia de la víctima, ya que no era de su círculo íntimo. Hasta hace cuestión de días, el hombre -hoy de 58 años- no estaba vinculado al hecho, pese a que el hallazgo se produjo en el jardín de la casa de su familia. El hombre tomó conocimiento con el caso el primer día Sin embargo, según supo este medio, el sospechoso tuvo contacto con el caso apenas aparecieron los restos del joven. Infobae dialogó con Daniel Scarfo, quien es licenciado en Seguridad e Higiene y responsable de una obra en construcción que se estaba llevando a cabo muy cerca del lugar donde encontraron el cadáver. Aquel 20 de mayo, cuando se produjo el hallazgo, un colega suyo que sí trabajaba en el predio donde vivió Cerati lo llamó con una noticia que lo estremeció. “Yo estaba en otra obra cerca, me llama mi colega de Seguridad e Higiene y me dice ‘Dani, mirá, acá hay unos restos óseos en la obra. Parece un cuerpo humano’”, contó Daniel. De acuerdo con su relato, en el medio de la conmoción del barrio, y cuando la obra ya estaba paralizada, apareció en la escena Graf. El hombre comenzó a hablar con los obreros, incluido Daniel, sobre lo que había pasado. En aquel momento -admite el responsable de Seguridad e Higiene- no le pareció rara su actitud. Se mostró tranquilo pese a lo macabra que ya era su situación. Según dijo a este medio, Graf comenzó a arrojar distintas hipótesis del posible origen de los huesos en el patio de su casa. En total dio tres posibles teorías, que por entonces, no levantaron ninguna sospecha en los trabajadores que lo estaba escuchando. Hoy -quizá- aquellas palabras tomen otra relevancia. “Estábamos en la puerta todos y empezó a hablar con nosotros, pero bien. Comenzó a dar la hipótesis de que probablemente eso había sido porque antes fue iglesia hace muchos años, que pudo haber sido los restos de no sé si un cura que lo habían enterrado”, relató Scarfo. El lugar del hallazgo (Maximiliano Luna) “Después tiró la de un establo, porque eso fue algo viejo. Y después dijo lo de un camión de tierra que él había pedido para nivelar cuando hicieron la pileta”, continuó. En rigor, lo que dijo es que cuando Graf compró tierra para esa obra, es probable que dentro de las toneladas que pidió, hayan estado los huesos, cuya identidad para entonces era completamente desconocida. Sobre esta última teoría, el experto en construcciones explicó a Infobae que es poco probable que haya sido así, ya que es prácticamente imposible que al arrojar tierra no se note la presencia de un cadáver. Ese contacto con el sospechoso fue el segundo que había mantenido con él. De acuerdo con lo que contó, algunas semanas atrás, por error, los trabajadores de la obra en la que estaba Daniel rompieron un caño maestro y dejaron a toda la manzana sin agua. Graf, en ese momento, se acercó y dialogó con Daniel para saber qué había pasado, ya que en la casa -donde actualmente solo vive su mamá- estaba sin el servicio. El trabajador de la construcción le explicó lo que había ocurrido y que ya lo iban a solucionar. El segundo encuentro fue el día del hallazgo del cadáver de Fernández Lima. “Siempre fue muy cordial y habló bien”, recordó el testigo en su diálogo con este medio. “Después de ahí yo no tuve más contacto con él. Sí, los trabajadores un par de veces, porque él estaba haciendo unos arreglitos en la casa de la mamá y nos pedía arena o nos pedía cal, cemento o lo que tuviéramos para colaborar con él, pero nada más”, dijo. Sobre el hallazgo, explicó que ocurrió después de que los obreros hicieran unos trabajos de perfilamiento en la medianera. Fue al remover tierra de la propiedad contigua cuando se arrastraron los huesos hasta el predio donde supo vivir el líder de Soda Stereo. Parte de los objetos hallados y el rostro de la víctima “Estaban perfilando para hacer la medianera sobre el vecino y ahí es donde se abre un hueco y caen todos los restos para la obra. Por eso no es de Cerati, sino del vecino hacia Cerati”, aclaró. En ese sentido, dijo que la obra en ese predio estuvo paralizada durante unos 15 días hasta que finalmente se continuó con la demolición. Por lo pronto, Scarfo no fue citado por la Justicia para declarar, aunque su testimonio es el dato más cercano que se tiene sobre el único sospechoso. De acuerdo con lo que publicó Infobae, Graf está registrado en los rubros de gestión de oficinas de ARCA, empleado de una conocida multinacional. Su dirección fiscal es, precisamente, la casa de la avenida Congreso donde vivió en su juventud, y donde se hallaron los huesos de Diego. Ambos eran compañeros desde preescolar e iban al mismo curso en la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N° 36, al momento en el que la víctima desapareció sin dejar rastros. El sospechoso tampoco declaró ante el fiscal. Diego fue asesinado. El trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense, citado por López Perrando, que identificó a Fernández Lima gracias al ADN hallado en sus huesos cotejado una muestra de su madre, determinó una muerte violenta y un posible intento de descuartizamiento. Por Miguel Prieto Toledo-Infobae
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