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Fecha: 08/08/2025 19:22
Silvina Voltolini: “Uno tiene que tener por quien o por que vivir” En el segundo bloque del programa Todo Pasa por Radio Max 93.3, Silvina Voltolini compartió un testimonio profundo y valiente sobre el duelo, la pérdida y la importancia de acompañar a quienes atraviesan momentos de dolor. En medio del dolor decidió compartir su voz, su recuerdo y mensaje, no para revivir tristeza sino para mostrar que incluso en noches más oscuras puede nacer la esperanza. “Uno tiene que tener por quien vivir, podes perder a tu único hijo y estar viuda, pero siempre va a haber alguien que necesite de vos, siempre vas a poder hacer algo para ayudar a otro, tenes que estar atenta a que poder hacer y la respuesta aparece.” El duelo más difícil: la pérdida de un hijo. “El duelo, es una situación difícil de transitar, pero sobre todo el duelo por la pérdida de un hijo que es el dolor más fuerte que puede sentir una persona en este caso una madre, lo pude comprobar, le tuve que poner el cuerpo a la situación, porque si bien un duelo está relacionado con un montón de cosas no solamente con la muerte por ejemplo un divorcio que también lo viví pero cuando me paso lo de maxi me di cuenta que no tenía punto de comparación y con la muerte de mi papa y de miguel también fueron puntos distintos, pero sabía que iba a poder, los grandes amores se quedan con nosotros en nuestros recuerdos y en nuestro corazón.” Explicó que el duelo no está ligado únicamente a la muerte: “Desde que nacemos atravesamos pérdidas. Salir de la panza de mamá ya es un duelo, porque enfrentamos algo nuevo. Cada cambio —la adolescencia, la adultez, la jubilación— implica dejar algo atrás”. Uno tiene que buscar un motivo para seguir adelante, tener cosas que lo motiven, proyectos de vida para poder salir del bloqueo que te produce el duelo. La búsqueda de herramientas para acompañar. Tras la muerte de su hijo, Silvina notó que no había suficientes personas formadas específicamente para acompañar procesos de duelo. “Hay psicólogos que trabajan muy bien, pero no todos se especializan en esto. Empecé a buscar y a formarme: hice danza terapia, aprendí que las emociones si no se expresan terminan enfermando, estudié especialización y diplomatura en duelo, y ahora curso la formación en consultoría psicológica”, relató. La muerte como parte natural de la vida. Silvina remarcó la necesidad de que las instituciones y las escuelas hablen de la muerte con naturalidad. “En las aulas se explica el ciclo de vida de una planta, pero no se aborda el de una persona. Nacemos para morir y debemos aprender a vivir con esa certeza. Cuanto más jóvenes son las pérdidas, más nos debería impulsar a abrazar, disfrutar y vivir con conciencia”. “No tengo miedo de morir. Vivo para no tener miedo a morirme. Trato de estar bien con quienes me rodean, de no acumular deudas emocionales. El amor transciende y miro la vida de otra manera: la muerte no me va a agarrar desprevenida”, afirmó. “¡No!, permanecer y transcurrir no es perdurar, no es existir, ni honrar la vida.” Acompañar, a veces, es solo estar Silvina subrayó que acompañar a alguien en duelo no siempre requiere palabras: “A veces, con la presencia o un abrazo es suficiente. Hay que estar atentos a lo que el otro necesita”. Para ella, el cierre del duelo llega cuando se acepta que lo ocurrido es irreversible y que se tiene que continuar viviendo. “No está mal llorar y buscar ayuda, a veces no se puede solo.” Un compromiso con la educación Finalmente, destacó la importancia de preparar a las escuelas y comunidades para afrontar pérdidas, especialmente cuando fallece un niño o joven. “No se puede ignorar el vacío que deja un alumno que ya no está. Es fundamental que haya personas capacitadas para acompañar a estudiantes, familias y docentes en esos momentos. Esos jóvenes o niños ocuparon un banco y de un día para el otro ya no, y no se habla más del tema, porque no se sabe cómo hacerlo.” Las instituciones no están preparadas para acompañar familias, no se habla de duelo o muerte y es tan natural como la vida, desde el momento que nacemos sabemos que vamos a morir y lamentablemente, cada vez muere más gente joven, eso tiene que incitar a abrazar más, a disfrutar de los pequeños momentos, vivir el día a día, pero con conciencia de lo que hago y de las decisiones que voy a tomar.
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