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» Diario Cordoba
Fecha: 02/08/2025 23:46
Ficha del festejo Ganado: Tres toros de toros de Sorando (primero, quinto y sexto) y tres de Guadalmena (segundo, tercero y cuarto). Desiguales de hechuras pero bien presentados en líneas generales y de juego variado. Destacó por encastado y bravo el tercero y por nobles el segundo y el cuarto. Incomodos y deslucidos el primero y el sexto. El quinto, con peligro, de embestida incierta. No obstante, en general, todos a menos en el tramo final de las faenas. Curro Díaz, pinchazo y estocada delantera (oreja) y estocada desprendida (dos orejas). David de Miranda, estocada caída (dos orejas) y estocada desprendida (dos orejas). Manuel Román, estocada perpendicular (dos orejas) y dos pinchazos y de media caída (palmas). Incidencias: Plaza de toros de Villanueva de Córdoba. Corrida de preferia. Casi lleno en tarde calurosa en la que terminó refrescando. Los tres toreros salieron a hombros. En cuadrillas, se desmonteró Felipe Gravito, de la cuadrilla de Román tras parear al tercero. Entretenido y exitoso festejo en Villanueva de Córdoba. Da gusto ver una plaza de toros que siempre fue complicada, recuperada, consolidada en el desierto taurino que es la provincia de Córdoba durante el verano desde hace años. Los tendidos llenos, el ganado, con una más que aceptable presencia, y los toreros, dispuestos a no dejarse nada. La terna se repartió nueve orejas y pese a que este tipo de corridas suelen ser amables y propicias al triunfalismo, ayer hubo toreo caro en momentos puntuales de Curro Díaz, una exhibición de valor, temple y buen gusto de David de Miranda y una buena actuación de Manuel Román con un toro exigente. Con estos mimbres, se fabricó un espectáculo al que todo aficionado se apunta sin pensarlo. Porque ha habido verdad. Y eso no es tan frecuente, desgraciadamente, en estos tiempos, en estas plazas. El cordobés Manuel Román afrontaba su primer compromiso desde la alternativa en Los Califas la pasada Feria de Mayo. El salto del novillo al toro, el primer compromiso tras el reto de la alternativa y compartir cartel con dos reconocidos maestros no solo no achantó al de Santa Marina sino que desde que se abrió de capote el tercero consiguió conectar con los tendidos. En este primero de su lote, Román toreó a la verónica con muy buen gusto y compás. Seis o siete lapas muy acopladas y artísticas en el tercio de la peculiar plaza de Villanueva. Luego con la muleta, frente al toro de Guadalmena, ha compuesto un trasteo en el que han destacado las dos primeras tandas con la derecha. El animal se le vino de largo y consiguió ligar una tanda templada y enfibrada. La siguiente también fue completa. Sin embargo, por el izquierdo el animal se abría y se paraba y Román no se terminó de acoplar. Por este pitón le costaba cuajar los de pecho. Incluso en ese momento final de la faena tuvo un susto porque quedó descubierto y pudo haber sufrido una cogida. Como lo mató bien le cortó las dos orejas. Con el sexto, no ha pasado nada. Ni el toro tenía acometividad ni Román ha sabido tocar las techas para conseguir un mínimo del animal por falta de bagaje técnico. Curro Díaz pechó con un primer toro muy incómodo y complejo. Tras un saludo breve por verónicas, consiguió ponerse muy firme con la muleta y gracias a ello el animal medio le sirvió. Brotaron muletazos sueltos de calidad, aunque las tandas no pudieron ser redondas porque el animal reponía con la cara a media altura y soltaba gañafones al final de cada viaje. La virtud de Curro fue la firmeza y la paciencia para ir sobando la complicada condición del animal con un trasteo interesante e inteligente. Muy para el aficionado. Con el segundo de su lote, con más nobleza y recorrido, aunque apagadito en cuanto le obligaba, consiguió un par de tandas por el derecho de mucha enjundia. Arrebato en los remates y, en este también, firmeza y pulso para conducir la embestida del Guadalmena. Por el izquierdo le costaba más y no tenía transmisión. Cambió de nuevo y la última tanda por el derecho resultó aseada. Lo mató pronto y le cortó las dos orejas. David de Miranda ha causado muy buena sensación. Se la ha jugado con el segundo de la tarde, que pese a ser un animal de noble condición, se le apagó en la tercera tanda. Lástima porque el torero está en un momento dulce. Apostó Miranda y se colocó entre los pitones consiguiendo sacar petróleo de una res vacía a medio trasteo. Luego le dio fiesta con muletazos invertidos y remates toreros. Con el sexto, un animal de juego incierto quizá derivado de un problema de vista, tuvo dos sustos que lo descompusieron. Su firmeza y su claridad de ideas hicieron que pudiera trazar muletazos sueltos relajados y acoplados para rematar con circulares y con un nuevo arrimón que le valió otras dos orejas. Al final, la terna a hombros y el público feliz. Ojalá Villanueva consolide este hito taurino veraniego, porque hace falta.
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