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  • Semana Mundial de la Lactancia: por qué amamantar salva vidas, fortalece vínculos y aún enfrenta mitos

    » Data Chaco

    Fecha: 02/08/2025 22:56

    En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia, que se celebra desde el 1 hasta el 7 de agosto, especialistas en salud infantil destacaron el valor de la leche materna como un "tejido vivo, único e irreproducible", que no solo nutre sino que también protege, conecta y transforma tanto la vida del bebé como la de la madre. Lejos de ser solo una forma de alimentación, la lactancia materna es un acto de salud, amor y vínculo que deja huellas duraderas en el desarrollo físico y emocional. La leche materna es el alimento diseñado específicamente por el cuerpo humano para su cría. Contiene nutrientes en las proporciones exactas que el bebé necesita y componentes biológicos que no pueden ser replicados en ninguna fórmula industrial: células vivas, anticuerpos, bacterias benéficas, hormonas, factores de crecimiento, entre otros. Durante una misma toma, su composición varía según las necesidades del bebé, lo que convierte a la leche materna en un fluido dinámico que se adapta constantemente. Beneficios de la lactancia materna Los beneficios son múltiples y abarcan tres dimensiones clave: Nutricional: cubre todos los requerimientos del bebé durante los primeros seis meses de vida. cubre todos los requerimientos del bebé durante los primeros seis meses de vida. Inmunológica: actúa como una primera vacuna natural, fortaleciendo el sistema inmune. actúa como una primera vacuna natural, fortaleciendo el sistema inmune. Psicológica: favorece el apego seguro y la regulación emocional. Amamantar tiene efectos inmediatos y a largo plazo. Desde el nacimiento, la leche materna aporta defensas naturales como inmunoglobulinas, lactoferrina, lisozima y oligosacáridos, que disminuyen el riesgo de infecciones y contribuyen a la maduración del sistema inmune. A futuro, se asocia con menores tasas de enfermedades como asma, alergias, dermatitis atópica, sobrepeso y obesidad infantil. También reduce la incidencia de ciertos tipos de cáncer y se vincula con un mejor desarrollo neurológico y salud mental. También protege a la madre Los efectos positivos de la lactancia no son exclusivos del bebé. En la madre, favorece la recuperación posparto, contribuye a que el útero recupere su tamaño, disminuye el sangrado y reduce el riesgo de anemia. Además, se asocia con menor incidencia de cáncer de mama y ovario, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Desde el plano emocional, la lactancia estimula la liberación de oxitocina, hormona que produce una sensación de bienestar, reduce el estrés y refuerza el vínculo con el bebé. También puede disminuir el riesgo de depresión posparto. El acto de amamantar no es solo fisiológico: es profundamente humano. El contacto piel a piel, la mirada, el calor corporal, la contención y el ritmo compartido fortalecen la conexión entre madre e hijo, y le otorgan al bebé un entorno seguro y confiable. Recomendaciones y tiempos La recomendación oficial es sostener la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, sin necesidad de agregar ningún otro alimento ni líquido, ni siquiera agua. Luego, se sugiere incorporar alimentos complementarios, manteniendo la lactancia al menos hasta los dos años o más, siempre que madre e hijo así lo deseen. A pesar de la evidencia, muchas veces la lactancia se ve dificultada por prejuicios, desinformación y falta de apoyo. Creencias erróneas como "no tengo leche", "mi leche no alimenta", o "el bebé se queda con hambre", siguen circulando y generan inseguridad en las madres. La realidad es que la gran mayoría de las mujeres están biológicamente preparadas para amamantar, aunque pueden presentarse dificultades transitorias. Con información adecuada y acompañamiento, la mayoría de los problemas pueden resolverse. Entre los principales obstáculos se encuentran la presión del entorno, el regreso al trabajo sin condiciones adecuadas, el marketing de productos sustitutos y la escasa formación sobre lactancia en espacios educativos y de salud. La red de apoyo es clave Amamantar no debe ser una experiencia solitaria. El acompañamiento emocional y práctico del entorno familiar es crucial. Aunque solo la madre puede dar el pecho, todos pueden colaborar: ayudando en las tareas del hogar, cuidando a otros hijos, brindando contención o simplemente respetando y apoyando sus decisiones. Además del entorno íntimo, es fundamental el acompañamiento de profesionales capacitados en puericultura: pediatras, obstetras, enfermeros y nutricionistas, así como grupos de apoyo entre madres. Los talleres prenatales y las consultas de preparación también pueden marcar la diferencia. Notas Relacionadas

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