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» Santafeactual
Fecha: 02/08/2025 15:13
Un estudio desarrollado por la Asociación Argentina de Medicina del Sueño reveló las principales causas que preocupan a las personas y condicionan su buen descanso. Las mujeres y las personas mayores de 60 años presentan más problemas para conciliar el sueño. Dormir dejó de ser una función automática para convertirse, en muchos casos, en una batalla diaria. En Argentina, uno de cada dos ciudadanos reconoce que no logra descansar bien, una cifra que condensa múltiples factores que van desde el estrés cotidiano hasta la percepción de inseguridad. El problema, sin embargo, no se limita a este país. A nivel mundial, la cantidad de horas de sueño también experimentó una disminución preocupante durante los últimos cinco años. La ciencia, por su parte, aporta pruebas cada vez más contundentes de que la falta de descanso no solo afecta el estado de ánimo, sino que también pone en riesgo la salud física, la esperanza de vida y el bienestar colectivo. Un estudio reciente de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño (AMSUE) reveló que el 50% de los argentinos presenta dificultades para conciliar el sueño. Las causas más frecuentes aparecen ligadas al estrés y a los pensamientos que invaden la mente en las horas nocturnas. Cuando se observan los datos desagregados, el problema adquiere un matiz más preocupante: las mujeres, los adultos mayores de 60 años y las personas que se autoperciben como parte de la clase baja conforman los grupos más afectados. En ese marco, el contexto socioeconómico emerge como un detonante fundamental. La situación económica del país, junto con la sensación de vulnerabilidad frente a la inseguridad, se combina con una serie de inquietudes que mantienen a millones de personas en vigilia prolongada. El médico neumonólogo y jefe del Laboratorio del Sueño en el Hospital de Clínicas, Facundo Nogueira (MN 84.970), explicó a Infobae que el estrés es un factor disruptor muy importante del sueño. “En situaciones de estrés uno este tiene dificultades no solo para conciliar el sueño, sino para mantener el sueño. Porque cuando uno se va a dormir, lo que necesita es que el organismo baje las revoluciones y baje su nivel de funcionamiento tanto metabólico como cardiovascular, que baje la frecuencia cardíaca, baje la presión arterial y la temperatura corporal. Pero también tiene que bajar la intensidad de la producción de pensamientos”, sostuvo Nogueira. Y agregó: “Se tiene que apagar tanto la mente como el cuerpo. La situación de estrés lo que produce es una hiperestimulación y un funcionamiento excesivo de los pensamientos, y eso impide que uno se pueda relajar y conciliar el sueño. Así, la excesiva producción de pensamientos produce un estado de ansiedad o de estrés. Te hiperactiva e impide que puedas descansar. Lo mismo ocurre si no conseguís dormirte porque estás muy cansado pero te acostás con un nivel de ansiedad y de carga de pensamientos intensos y preocupantes y estresantes". “Esos pensamientos, esa acumulación de preocupaciones, de tensiones y de ansiedad o de angustia generan tal nivel de presión que uno termina despertando en la mitad de la noche. Y el combo final es que uno se despierta y automáticamente nuestra mente evoca esas preocupaciones o esos factores de estrés y de ansiedad que habitualmente tenemos. Y lo que empezamos a hacer es a rumiar pensamientos, empezar a pensar y dar vueltas alrededor de esas preocupaciones. Y con eso, bueno, el insomnio está garantizado”, añadió. Por su parte, el médico clínico Ramiro Heredia (MN 117.882), del departamento de Medicina Interna del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Ciudad de Buenos Aires, explicó a Infobae que como primer consejo, hay que darle la importancia que merece el sueño. “No en vano, hace unos años, la Academia Americana del Corazón de Estados Unidos propuso un buen descanso nocturno entre los ocho esenciales de la vida”, afirmó. “En cada oportunidad que tenemos deberíamos promover, tratar de gestionar o revisar de por qué no se están cumpliendo estas metas que son controlar el peso corporal saludable, hacer actividad física, controlar el colesterol, la glucosa en sangre, no fumar y dormir adecuadamente. Todas estas cosas nos parecen obvias para vivir más y mejor, pero muchas veces no se cumplen”, precisó Heredia. Fuente: Agencias
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