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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 02/08/2025 14:57
Chanti, referente de la historieta infantil argentina, es creador de personajes emblemáticos y fundador de Banda Dibujada - (Malena Urrutia) Chanti es uno de los referentes indiscutidos de la historieta infantil en Argentina y el creador de algunos de los personajes más entrañables para varias generaciones de lectores. Su nombre completo es Santiago González Riga, pero es conocido simplemente como Chanti, una firma que nació como apodo familiar y que hoy se luce en más de cuarenta libros publicados. Autor integral y pionero en la divulgación de la historieta para chicos, es además fundador de Banda Dibujada, el colectivo cultural que promueve el desarrollo del género y la literatura infantil nacional. El historietista repasó con Infobae su vínculo con la creatividad, la importancia de dibujar y narrar para los más pequeños y el valor que tiene acercar a los niños a la lectura a través del humor, la identificación y la ternura. Mayor y menor, la tira más exitosa de Chanti, aborda la vida familiar y los vínculos entre hermanos con humor y ternura - (Gentileza de Penguin Random House) Orígenes y vínculo con la historieta Desde muy pequeño, Chanti desarrolló una profunda afinidad por el dibujo y la historieta. “Desde antes de saber escribir y leer, ya hacía historietas”, recordó el mendocino, quien creció en una casa donde las revistas y libros eran moneda corriente durante los años setenta. El primer acercamiento al género llegó gracias a su padre, gran aficionado, y se volvió casi un hecho natural: el dibujo se transformó en una extensión de su infancia. “A mi papá le gustaba mucho la historieta y desde muy chiquito vi historietas”, explicó a Infobae. Su incursión como creador no tardó en llegar: antes de manejar las palabras, ya armaba historias visuales para que sus hermanos le rellenaran los globos de diálogo. “Siempre digo que me gustan dos cosas mucho, que es dibujar y contar historias. Las dos cosas me gustan por igual”, reconoció. Así surgió el deseo de unir ambos lenguajes y convertir a la historieta en su método de expresión predilecto. “Yo creo que descubrí que era la mejor manera de contar una historia, la historieta con dibujos”, destacó el autor. La infancia y el humor son fuentes de inspiración clave en la obra de Chanti, que explora la fantasía y lo cotidiano - (Gentileza de Penguin Random House) Influencias familiares y educativas El entorno familiar marcó profundamente la formación creativa de Chanti, especialmente por la complicidad de sus padres y hermanos. “En mi casa me alentaban mucho”, rememoró sobre esa infancia compartida entre ocho hermanos en la que la creatividad guiaba el día a día. “Hacíamos revistas de historietas, cosas cerámica, cosas en cartulina. Hacíamos de todo”, subrayó. La ausencia de entretenimientos tecnológicos convirtió la convivencia familiar en un laboratorio permanente de invención y manualidades, un “taller de creatividad” donde todos participaban. El clima escolar, en cambio, fue mucho menos receptivo. “Combatieron mucho la historieta en la educación, en la escuela, en esos momentos”, observó. Chanti relató cómo la rigidez del sistema limitaba la posibilidad de experimentar: “No me dejaban hacer historieta, tenía que ser un dibujo”, describió sobre la negativa docente a dividir la hoja o narrar a través de viñetas. Sin embargo, hubo figuras docentes decisivas en su camino, como Eliana Molinelli, reconocida escultora mendocina que lo alentó: “Ella me dijo: ‘Venite conmigo. Vos hacé lo que quieras, hacé historieta’. Lo mejor que hizo fue apoyarme”. Ese respaldo incondicional dejó huella y reforzó la necesidad de encontrar en el mundo adulto a quienes validen el deseo de crear. Desde su infancia, Chanti encontró en el dibujo y la historieta su forma de expresión y conexión con la creatividad - (Malena Urrutia) Primeros pasos profesionales y trayectoria editorial El ingreso al mundo profesional llegó de manera temprana. A los dieciséis años, Chanti publicó sus primeros libritos ilustrados, resultado de concursos organizados por una duplicadora local. Al notar su pasión por la historieta, le permitieron editar más libros, que se vendieron en kioscos y fueron su primer contacto con el público. “Yo estaba chocho ahí con los libritos, eran muy simples, pero para mí fue increíble”, recordó. La verdadera consolidación llegó con las colaboraciones en medios gráficos. Ya a los dieciséis años aportaba ilustraciones al colegio y luego, durante la facultad, debutó en el Diario de Cuyo de San Juan desarrollando la historieta Mate y Bombilla. “Ahí empecé a trabajar de historietista, porque ahí me empezaron a pagar por mi trabajo”, explicó. Esa experiencia le permitió probar cómo era hacer una historieta continuada y conocer la respuesta de los lectores. Pese a los desafíos logísticos de la época –cuando había que viajar en micro a Buenos Aires para acercarse a los medios–, nunca dudó en tocar puertas. Así llegaron sus colaboraciones en Billiken y la posterior creación de personajes como Facu y Café con leche y Pico Pichón, que se publicaron en la recordada revista La Valijita. Su trabajo en este ámbito se fue acumulando por décadas y se convirtió en un punto de referencia para distintas generaciones. La naturaleza y la divulgación ambiental son temas recurrentes en las historietas de Chanti, quien promueve el cuidado del entorno - (Gentileza de Penguin Random House) Relación con la naturaleza y la divulgación ambiental Además del humor, la historieta de Chanti incluye siempre una mirada curiosa y afectuosa por el entorno natural. La montaña mendocina y la pasión de su padre por el aire libre marcaron su infancia, sembrando una relación permanente con la naturaleza. “Todo ese amor a la naturaleza, de ver los animales, de proteger la naturaleza, de cuidarla, me quedó desde chico”, recordó. Su trabajo con la Fundación Vida Silvestre se convirtió en una oportunidad para aunar esa sensibilidad ambiental con su vocación artística. Ante la ausencia de humor en la revista de la institución, propuso una página de historieta educativa sobre especies animales argentinas en peligro. Me volví también un difusor de eso y tengo muchos libros de naturaleza”, afirmó. El contacto con especies poco conocidas, como el aguará guazú, alimentó aún más su curiosidad. Sus historietas cumplen así un rol de divulgación: acercar la fauna y la flora locales a los lectores y promover el cuidado ambiental de manera lúdica. El entorno familiar y la ausencia de tecnología impulsaron la creatividad de Chanti y su pasión por la historieta - (Gentileza de Penguin Random House) La infancia como fuente de inspiración y temas en la historieta La mirada infantil es, para Chanti, una de las fuentes más fértiles del humor y la creatividad. “Los chicos me divierten muchísimo”, aseguró, distinguiendo entre hacer cosas “para chicos” y “sobre chicos”. Las historietas destinadas a un público infantil le brindan libertad para explorar la fantasía y el absurdo: “En mis historietas para chicos, para mí es como tener vía libre para imaginar lo que quiera”, contó. En Facu y Café con leche podían suceder cosas del todo inverosímiles, y en Pico Pichón o Mayor y menor, el realismo convive con pequeños guiños de magia y ternura. La elección de protagonistas infantiles también responde a una lógica narrativa y humorística: “El humor me resultaba más fácil con los chicos”, explicó. El universo de lo cotidiano, las conversaciones absurdas o los equívocos, todo gana sentido desde la voz de un niño. “Con personajes chicos podés decir cosas que con un personaje adulto no podrías”. Chanti inició su carrera profesional a los 16 años, publicando sus primeros libros ilustrados y colaborando en medios gráficos - (Gentileza de Penguin Random House) El universo de personajes y la creación de sus tiras más conocidas La galería de personajes creados por Chanti es vasta y emblemática, desde el propio Facu y su inseparable gato Café con leche, hasta los animales de Pico Pichón o los hermanos de Mayor y menor. Su afición por los animales está presente desde la infancia: “Desde chiquito me encantaban los animales. Yo era el niño que en vez de jugar con autitos, jugaba con los animalitos”, compartió. La inspiración detrás de los personajes responde tanto a gustos personales como a decisiones artísticas. Por ejemplo, la elección de gatos y pájaros como coprotagonistas tiene que ver con su comportamiento impredecible y el potencial para situaciones humorísticas: “El gato es más desobediente, entonces podías crear más situaciones de humor”. Chanti también se permitió renovar sus tiras cambiando los personajes, y de ese modo, explorar nuevas vetas de la niñez y el humor. En la creación de Mayor y menor, la elección de protagonistas infantiles no fue casual. “Yo quería hacer un personaje chico porque es más divertido, un chico puede hacer cosas que un adulto no”, explicó sobre la libertad creativa que le ofrece el punto de vista infantil. Mayor y menor se transformó en un fenómeno, recorriendo temas universales como la familia, los celos entre hermanos, las pequeñas conquistas cotidianas y el humor blanco que conecta con chicos y adultos por igual. La serie creada por Chanti se transformó en un fenómeno editorial, abordando temas familiares y cotidianos con una mirada lúdica y compasiva que conecta con lectores de todas las edades y trasciende generaciones -(Gentileza de Penguin Random House) Mayor y menor: la tira que conquistó generaciones Entre todas las creaciones de Chanti, ninguna ha alcanzado tanta visibilidad y permanencia como Mayor y menor. Nacida primero como una propuesta para la revista dominical Rumbos, la historieta rápidamente se transformó en un verdadero suceso editorial en Argentina y también en España. “Mayor y menor es la historieta que tengo más realista, la única, en realidad, porque generalmente hago cosas de fantasía para chicos”, reconoció el autor, destacando la particularidad de haber volcado su propia experiencia como hermano y tío en la dinámica familiar reflejada en la serie. La historia, centrada en dos hermanos que viven situaciones cotidianas atravesadas por el humor, el cariño y el conflicto, recibió una respuesta entusiasta desde sus primeros números. El vínculo con los lectores se fortaleció con el paso del tiempo, y los niños se convirtieron en verdaderos impulsores de la evolución de los personajes: fueron ellos quienes, a través de mensajes y pedidos, motivaron la aparición de Lola, la hermana menor, refrescando así la dinámica familiar y agregando nuevas perspectivas y desafíos a la tira. Con más de veinte libros publicados y un ida y vuelta constante con el público en ferias y presentaciones, Mayor y menor no solo logró trascender generaciones, sino que también se consolidó como un espacio para abordar temas delicados desde la mirada ingenua, lúdica y compasiva de la infancia. El secreto, según Chanti, radica en la autenticidad de las situaciones y en el respeto por la inteligencia y sensibilidad de quienes leen. El vínculo directo con los lectores y la evolución del lenguaje marcan la trayectoria de Chanti en la historieta infantil - (Prensa Feria del Libro Infantil y Juvenil) La recepción del público y el vínculo con los lectores La relación de Chanti con su audiencia es fundamental y atraviesa generaciones. “Me encantan los chicos porque son muy sinceros, son muy directos, son muy cariñosos”, sostuvo, destacando la conexión honesta que se establece en cada encuentro. Los lectores de sus historietas se mantienen fieles a lo largo del tiempo y no dejan de sorprenderlo: en cada presentación, algún niño aparece con ideas para nuevos libros o viñetas, y la interacción suele estar mediada por el entusiasmo y la creatividad mutua. Lo más destacable para Chanti es que, pese al paso de los años y los cambios tecnológicos, la esencia de los lectores infantiles se mantiene inalterable. “No veo diferencia en cuanto a la esencia del chico. Los chicos siguen teniendo la misma esencia y se siguen enganchando y se siguen riendo”, afirmó. Para él, los juegos clásicos, las pequeñas aventuras y las vivencias familiares resisten el paso del tiempo, aunque cambie el entorno. Santiago González Riga, conocido como Chanti, revolucionó la historieta para chicos con personajes entrañables y humor tierno, marcando a generaciones y promoviendo la lectura desde la creatividad y la identificación infantil - (Malena Urrutia) Humor, límites y evolución del lenguaje en el género infantil A lo largo de los años, Chanti también fue testigo de la evolución de los lenguajes, los códigos culturales y las sensibilidades sociales. Reconoció que la recepción de sus libros y chistes varía con el tiempo, y que el rol de los adultos en la lectura infantil puede traer desafíos inesperados. “Ahora la gente está muy pendiente de las cosas que se ponen”, observó. El objetivo principal sigue siendo respetar el universo infantil y no perder nunca el foco en el humor como herramienta integradora, evitando caer en situaciones que puedan descifrar los secretos de la infancia o quitarles magia a ciertos mitos. Incluso así, está atento a los comentarios y reconoce que la gran mayoría de las respuestas que recibe son positivas y afectuosas. Por fuera del universo infantil, también se ha permitido buscar otros tonos: “Payunia City es humor para grandes, porque son cosas que le pasan a los adultos, pero lo suaviza mucho el hecho de que los personajes sean animales”. Aun así, su marca registrada sigue siendo la combinación entre la palabra y la imagen para contar historias con sensibilidad y humor: “Me gusta esa conjunción entre palabra e imagen que se acompañan. Se puede contar una historia con imágenes, pero no con todas las imágenes. La historieta es como un resumen”. El manejo intuitivo de los códigos visuales y narrativos es parte de lo que más le fascina: “No hay que enseñar historieta para leerla. Los chicos empiezan a leer y ahí nomás se aprenden los códigos”, explicó, con satisfacción por el puente natural que la historieta tiende entre imaginación, narrativa y lectura.
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