02/08/2025 15:32
02/08/2025 15:30
02/08/2025 15:30
02/08/2025 15:30
02/08/2025 15:30
02/08/2025 15:30
02/08/2025 15:30
02/08/2025 15:30
02/08/2025 15:30
02/08/2025 15:30
Parana » Informe Digital
Fecha: 02/08/2025 12:58
El anuncio del presidente Javier Milei en la Exposición Rural de Palermo, el sábado pasado, sobre la reducción de los Derechos de Exportación (DEX) a los granos gruesos mejora las perspectivas productivas para la siembra de la campaña 2025/26. El suspenso que mantuvo el Gobierno desde el 30 de junio, cuando venció la baja temporal de los DEX, hasta el acto inaugural de Palermo, el 27 del mes anterior, generó no solo especulaciones sino también un creciente malestar. ¿Era necesario llegar a esto?, se preguntan quienes interpretan que Milei buscaba aprovechar la amplificación de la tribuna palermitana para anunciar la reducción de los DEX. Quizás no, si la decisión ya estaba tomada. Sin embargo, ese intervalo también permitió que el ruralismo diera a conocer a la sociedad el carácter profundamente distorsivo de un impuesto como los DEX. En cualquier caso, el reconocimiento público de Milei de que su objetivo es llegar a un esquema de retenciones cero puede interpretarse como un compromiso firme. Es innegable que, frente a cuatro camiones con soja, que el Estado retenga uno es excesivo. Además, que esto suceda en un gobierno que promueve la defensa de la propiedad privada y la libertad de mercados resulta contradictorio. El argumento del oficialismo, en contrapartida, sostiene que debe garantizar la regla de oro del superávit fiscal y que, a medida que ajuste los gastos estatales, podrá reducir la presión impositiva sobre el sector privado. Se prefiere ser riguroso con esta premisa para evitar tener que revertir las reducciones establecidas por un cimbronazo macroeconómico. En este aspecto, lo más significativo del anuncio de Milei es resaltar el carácter “permanente” de la disminución. De esta manera, dejó atrás la estrategia de enero, que buscaba una rebaja temporal, similar al “dólar soja” de Sergio Massa durante su gestión en el Ministerio de Economía en el gobierno de Alberto Fernández. En este contexto, la reducción se anuncia antes de la siembra y no cuando se aproxima la cosecha, lo que representa una señal de previsibilidad, tal como lo reclamaba el sector productor. “Es un dato positivo”, afirma el consultor Teo Zorraquín en una consulta de LA NACION sobre la reducción de los DEX. “Si la disminución de las retenciones se traduce linealmente en un aumento del valor de la tonelada, algo que aún no se está observando completamente, manteniendo los costos constantes, se mejorarían los márgenes”, explica. “Los márgenes, sobre todo debido a los precios internacionales, no resultan atractivos. Esto genera que la agricultura, dependiendo de la distancia a puerto, la calidad del suelo o el valor del arrendamiento, presente márgenes entre cero y ligeramente positivos o entre cero y ligeramente negativos”, añade. “Tomamos esto como un buen mensaje; mejora la expectativa, aunque todavía no modifica la realidad”, aclara el consultor. Siembra de maizDiego Lima – LA NACION En relación con el mediano plazo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) coincidieron esta semana en presentar proyecciones optimistas sobre el impacto de la reducción de los DEX. La entidad porteña estimó que para el ciclo 2028/2029 se podría alcanzar una cosecha de 155 millones de toneladas, lo que representa un aumento de 7,6 millones de toneladas con respecto al escenario base, acompañado de exportaciones por US$36.150 millones. Por su parte, la BCR pronostica que para 2035 la cosecha total sería de aproximadamente 172,3 millones de toneladas, un incremento del 8% respecto al escenario de retenciones y brecha cambiaria vigente en 2024. Evidentemente, son proyecciones que ponen de manifiesto un panorama positivo. No obstante, también hay quienes se sintieron decepcionados con el anuncio de Milei porque esperaban una reducción aún mayor. ¿Está la economía y la sociedad preparadas para ello? Dependerá del enfoque con el que se aborde esta cuestión. Lo cierto es que el ruralismo y la producción en general enfrentan un desafío en los próximos años: buscar un mensaje común hacia el Gobierno y comprender su lógica de decisiones. Acordar o desacordar con esta lógica es una cuestión, pero lo que no puede hacerse es perder la oportunidad de buscar canales de diálogo para insistir en mejoras para la producción. El GPS está recalculando y es fundamental estar atentos a los tiempos que se avecinan.
Ver noticia original