Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Anselmo, tenacidad y la fuerza de una cadena de favores

    » Elterritorio

    Fecha: 02/08/2025 01:45

    Relató en estás páginas en 2020 su lucha por estudiar y ayudar a su familia en pandemia. Con el dinero del IFE montó un invernadero. Cuatro años después egresó como profesor sábado 02 de agosto de 2025 | 4:00hs. Anselmo aprovechó todas las oportunidades que se le presentaron. Imposible no sonreír al momento de leer el mensaje de Anselmo: “Pasaron los años y me formé; durante estos años de formación fui conociendo mucha gente que me dio trabajo. Ahora soy un profesional”. El autor del texto, aunque breve pero lleno de historia, es Anselmo Joel Preste, quien en 2020 en las páginas de El Territorio relató su lucha para mantenerse de pie y ayudar a su familia en la etapa más difícil de la pandemia del Covid-19. Nació en Pueblo Illia, municipio de Dos de Mayo, donde vive su mamá y parte del clan compuesto por once hermanos. Y en ese combate por subsistir en medio del aislamiento y las restricciones, el muchacho resultó beneficiario del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), con cuyo dinero montó un invernadero de tomates. El IFE fue una medida excepcional del gobierno nacional para compensar la pérdida o disminución de ingresos debido a la emergencia sanitaria En aquel entonces había comentado: “No lo percibí como un beneficio sino como una oportunidad”. Estudiaba y hacía changas en las chacras de los profesores. Así como años atrás, hoy también Anselmo es sinónimo de perseverancia, empoderamiento y trabajo. Con 28 años ostenta el título de profesor en Educación Secundaria en Agronomía otorgado por el Instituto de Formación Docente de San Vicente, ubicado en el predio de la Unión de Escuelas de la Familia Agraria de Misiones (Unefam). En este matutino, en plena pandemia, Anselmo compartió su historia y llegó al corazón de muchas personas. Gracias a ello tuvo trabajo por varios años. Cuando los sueños se convierten en proyectos pareciera que toman una forma más real, volviéndose algo posible, realizable. “Comencé a estudiar con 23 años y pude llegar a ese sueño, ese anhelo de recibirme. Mucho tiene que ver la calidad humana que hay en el profesorado, en el Instituto de Formación Docente, gente que realmente te motiva a seguir adelante, gente que está trabajando en el profesorado y asimismo sigue especializándose”, comentó en diálogo con este medio, al tiempo que consideró: “Cuando un docente se sigue formando es motivador para el estudiante y de alguna manera está aportando su granito de arena”. El camino “Mucho tiene que ver con mi formación en el profesorado el señor Jorge Aníbal Stray, maestro de primaria, jornada completa, que en el último tramo de mi carrera, debido a la suba de todo lo que se dio en la parte económica, como no podía pagar mi alquiler en la ciudad, él me cede un espacio en su casa para que pueda continuar con mi carrera. Gracias a eso logré terminar y me recibí en el profesorado”, contó. Trabaja de lo que le apasiona y enseña con el ejemplo. Llegar hasta esa última etapa no fue nada sencillo, Anselmo estudiaba para alcanzar el ansiado título docente y en simultáneo trabajaba en el invernadero para luego vender verduras en la feria de su pueblo natal, además hacía ventas de manera particular y trabajos para los vecinos de San Vicente. “Mis logros en el profesorado fueron gracias a la ayuda de mucha gente que me dio trabajo durante esos cuatro años. No me faltó trabajo, vendía mis verduras que sacaba del invernadero, tenía para vender en la feria en Pueblo Illia, vendía particular para los vecinos, cuando me iba a estudiar llevaba mi caja de verdura y vendía. Por la mañana también trabajaba, porque la gente me llamaba, me daba trabajo”, sostuvo con gran emoción. “Siempre les digo a los jóvenes que sean humildes, que sean correctos, honestos, sobre todas las cosas que sacrifiquen mucho tiempo de su vida en su formación, que es muy importante. Un título no te va a hacer millonario, pero a mí en lo personal me salvó la vida, en el sentido de que hoy por hoy trabajo de lo que me apasiona, soy docente de EFA, estoy muy orgulloso de eso”, señaló el educador que por estos días se desempeña en la EFA San Antonio en la localidad de Azara, donde formó familia con Danisa, con quien tiene dos hijos, Walter y Ciro. “Descubrí que quería ser docente cuando estaba en el último año de la EFA, fue un año muy difícil, un año con muchos desafíos, mucha incertidumbre de no saber qué hacer al año siguiente, y gracias a los docentes de la misma EFA que me guiaron, me acompañaron, me asesoraron, estuvieron conmigo en todo momento, logré decidir por hacer el profesorado en Agronomía”, recordó. El flamante profe no quiere dejar de lado el impulso que le dio la publicación de El Territorio a sus proyectos. “Mucho tiene que ver este medio, que gracias a la nota que me hicieron con el invernadero pude ser conocido por la gente y tener trabajo durante esos cuatro años”, destacó. Escuchar y repasar la historia de Anselmo despierta un sinnúmero de emociones y reflexiones; desde la tenacidad, la persistencia y la determinación del protagonista de estas líneas como también la cadena de favores que se armó a su alrededor, los profesores, los vecinos, y el maestro que le permitió convivir en su hogar justo cuando estaba por abandonar la carrera. “Fueron muchos los desafíos, como todo estudiante que viene de abajo con escasos recursos, pasé por muchas dificultades pero gracias a Dios y gracias a mucha gente, lo logré, terminé mi carrera”, celebró el hoy profesional que superó barreras gracias a su determinación.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por