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» Comercio y Justicia
Fecha: 31/07/2025 17:38
Por el Colegio de Profesional de Corredores Públicos Inmobiliarios de Córdoba En los últimos meses, Córdoba ha sido testigo de múltiples situaciones conflictivas vinculadas a los alquileres temporarios: estafas, robos y contratos inexistentes que dejaron a propietarios e inquilinos completamente desprotegidos. ¿La raíz del problema? Una creciente informalidad en el mercado inmobiliario. Ante este escenario, el Colegio Profesional de Corredores Públicos Inmobiliarios de Córdoba (CPI) advierte que muchas de estas operaciones se están realizando al margen de toda regulación. Tras la derogación de la anterior ley de alquileres, proliferaron las publicaciones en redes sociales y plataformas digitales que ofrecen propiedades sin contratos, sin garantías reales ni mediación profesional. Según manifestó el presidente del CPI, Lucas Péndola, en diferentes entrevistas con medios locales, los recientes casos tienen su raíz en la informalidad creciente del sector. El cambio hacia alquileres temporarios ha propiciado la aparición de un mercado donde las operaciones se concretan sin contratos formales, sin garantías reales ni seguros de caución, y se gestionan a través de plataformas digitales o redes sociales sin respaldo legal. Esta informalidad, subraya el CPI, facilita estafas, robos y daños a la propiedad sin posibilidad de reparación para el propietario. El rol irremplazable del profesional inmobiliario CPI Frente a ese vacío normativo, el CPI reivindica el ejercicio profesional como la única vía efectiva de control y regulación. Un profesional inmobiliario matriculado exige documentación, valida identidades, redacta y certifica contratos, y protege tanto al propietario como al inquilino. Para Péndola, donde actúa un CPI, “el riesgo desaparece”. El colegio no busca invalidar el alquiler temporario como modalidad; sino, que propone hacerlo de manera legal, ordenada y profesional. La figura del profesional inmobiliario es presentada como la defensa para que los propietarios puedan sentirse resguardados y los inquilinos accedan con garantías. Claves para reconocer a un inmobiliario CPI habilitado El CPI recorre también aspectos prácticos para identificar si se está ante un inmobiliario legal y habilitado: Toda inmobiliaria debe exhibir visiblemente una oblea habilitante con el nombre del profesional responsable. La publicidad debe incluir el número de matrícula CPI, que es el identificador legal otorgado por la Ley Provincial Nº 9445, y ninguna otra matrícula o título legitima el ejercicio en la provincia. Contratar a un inmobiliario sin matrícula CPI es ilegal y no obliga al propietario a pagarle comisión ni honorarios. Como complemento, se promociona la app “Inmobiliarios CPI Córdoba”, disponible para dispositivos móviles, que permite verificar de forma gratuita la matrícula de un profesional. También se puede hacer la consulta en el sitio web oficial del CPI, garantizando que la operación se realiza con un profesional habilitado. Herramientas del CPI: cordobaprop.com y el universo de profesionales matriculados El colegio profesional destaca además el portal cordobaprop.com, donde sólo pueden publicar profesionales registrados en el CPI. Esto asegura operaciones 100 % legales y con respaldo institucional. Esta plataforma actúa como un filtro adicional para propietarios e inquilinos que buscan seguridad y profesionalismo. ¿Qué hacer ante la decisión de alquilar o vender? Es importante confirmar la matrícula CPI del inmobiliario antes de firmar contratos o entregar dinero. Además, consultar en la app oficial o en la web del CPI para validar la habilitación del profesional. Exigir contratos firmados, garantías concretas y un marco legal sólido. En caso de detectar operaciones sin matrícula, recordar que esa práctica es ilegal y no existe obligación de pagar comisiones. Señales mixtas en el mercado inmobiliario de Córdoba Crece la oferta y se sostienen los alquileres, pero cae la compraventa El último informe publicado por el Centro de Estadística Inmobiliaria del Colegio Profesional de Corredores Públicos Inmobiliarios (CPI) revela una postal compleja del mercado inmobiliario cordobés. Con datos relevados hasta junio de 2025, el estudio muestra un incremento sostenido en la oferta de propiedades en alquiler, una caída marcada en la compraventa y un comportamiento dispar entre los segmentos habitacionales y comerciales. Uno de los datos más destacados del informe es el aumento de 75,5 % en el stock de inmuebles habitacionales disponibles para alquilar en relación al promedio del último trimestre de 2023. La cifra no solo representa una recuperación, sino que incluso supera los niveles previos a la sanción de la ahora derogada Ley de Alquileres, lo que evidencia un mercado que se ha reacomodado rápidamente tras los cambios normativos. La mayor disponibilidad genera un entorno más competitivo, aunque también empieza a evidenciarse un leve crecimiento en los niveles de vacancia: el 5 % en viviendas y el 1,6 % en locales comerciales. En el análisis del comportamiento de los inquilinos, el informe marca un contraste. Mientras que en el segmento habitacional el 96,1 % de los contratos fueron abonados en tiempo y forma durante junio, con una mora mínima del 1,9 % y en descenso; en el ámbito comercial, los impagos treparon al 7,6 %, una suba sensible respecto al mes anterior. El dato sugiere una presión económica más acentuada sobre quienes desarrollan actividades comerciales, posiblemente afectadas por el menor consumo y los costos de mantenimiento. A nivel de precios, los nuevos contratos firmados en junio reflejaron incrementos contundentes en todos los rubros. Las casas en alquiler experimentaron una suba del 79% respecto a los valores de los contratos salientes; los departamentos, un 41%, y los locales comerciales alcanzaron un salto aún más alto, del 124%. Estos ajustes reflejan el reacomodamiento de precios en un contexto inflacionario, sumado a la flexibilidad contractual que trajo consigo la derogación de la regulación anterior. Por otro lado, la compraventa de propiedades muestra signos de desaceleración. En mayo, el nivel de operaciones cayó un 22,7% en comparación interanual. Esta retracción responde a múltiples factores, entre ellos, la persistente incertidumbre económica y las dificultades para acceder al financiamiento. En contraste, las operaciones de alquiler crecieron un 19,9% en el mismo período, consolidando esta modalidad como la opción predominante. Los datos publicados por el CPI ofrecen una radiografía clara: mientras el alquiler se consolida con mayor oferta, cumplimiento y volumen de operaciones, la compraventa se muestra más retraída. El mercado cordobés, lejos de estar paralizado, está en pleno proceso de reconfiguración. Para quienes alquilan, gestionan o invierten, la información estadística se vuelve una herramienta indispensable para tomar decisiones con fundamento.
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