01/08/2025 13:04
01/08/2025 13:04
01/08/2025 13:03
01/08/2025 13:03
01/08/2025 13:02
01/08/2025 13:02
01/08/2025 13:01
01/08/2025 12:59
01/08/2025 12:58
01/08/2025 12:56
» Diario Cordoba
Fecha: 31/07/2025 16:06
La canción ‘Boquita de cereza’, atribuida al boliviano Gilberto Rojas Enríquez -interpretada por muchos cantantes- asimila la boca de la amada a la dulce drupa. A finales primavera y principios del verano, muestran las fruterías unas sensuales imágenes rojizas o rosadas que invitan, tentadoras, a degustarlas. Las identificamos como cerezas, picotas, guindas e incluso con las parecidas acerolas. Las dos primeras son el fruto del cerezo (‘Prunus avium’), la tercera procede del guindo (‘Prunus cerasus’) y la cuarta, que no pertenece al mismo género, del (‘Crataegus azarolus’). Son de pequeño tamaño, forma esférica, con hueso y diversas coloraciones de rojo. Su origen, lo asignan bastantes teorías al Neolítico en Asia Menor -pero en un yacimiento arqueológico en Bañolas (Girona) se encontraron, en 1990, huesos de cerezas con unos 7.000 años de antigüedad- cuando en el siglo I a.C. los romanos conquistaron esos territorios, Lucio Licinio Lúculo llevó las semillas a Roma y a partir de entonces se inicio su expansión por toda Europa. El nombre de cereza parece proceder etimológicamente de la ciudad turca de Kerasous, latinizada como Cerasus. La guinda tiene un origen diferente, posiblemente del provenzal con raíz germánica. La recolección se hace en primavera e inicio del verano, de forma manual, cuando se encuentran en madurez ya que son frutos no climatéricos, es decir que no maduran fuera del árbol. En la población francesa de Céret, regalan al presidente de la República la primera cesta cosechada de cerezas. En Japón, el sakura o cerezo es un símbolo nacional. La cereza y la picota se consumen crudas y la guinda, por tener un sabor ácido, algo amargo, se utiliza confitada o en otras versiones culinarias. La cereza y la picota -variedad específica del Valle del Jerte (Badajoz)- se diferencian en el sabor, algo ácido en la cereza y más dulce en la picota. Elemento distintivo de ambas es que, mientras la cereza tiene pedúnculo o rabito, la picota carece de él ya que se desprenden de forma natural del mismo en la recolección, cauterizándose para evitar la putrefacción. Propiedades interesantes: gran cantidad de potasio, antiinflamatorias, con melatonina, vitaminas C, A, K y poco valor calórico. En España empleamos con frecuentemente la locución «Caerse de un guindo». Posiblemente su origen se encuentra en una ancestral broma campesina, que invitaría a un ingenuo o ignorante a trepar por las ramas de un guindo para recoger el fruto. Como son muy poco consistentes, arrastrarían al invitado al suelo. Está por tanto relacionado con caer en la cuenta de algo obvio e ignorado por inocencia o credulidad . *Delegado provincial del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Andalucía
Ver noticia original