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» Voxpopuli
Fecha: 31/07/2025 07:30
La principal causa de esta desaceleración es la fuerte caída del consumo interno y el aumento de la importación de acero, especialmente desde China, que inunda el mercado local. Durante 2024 y el primer semestre de 2025, Acindar operó a solo el 50% de su capacidad, lo que se tradujo en una brutal caída de su producción anual: de 1,2 millones de toneladas en 2023 a apenas 600 mil en 2024. Este desplome está directamente ligado a la contracción del 12,4% en la industria y del 19,5% en la construcción, sectores vitales para la demanda de acero. El temor a los despidos y las críticas al Gobierno La situación ha generado una profunda preocupación entre los trabajadores. Pablo González Piparra, secretario general de la UOM Villa Constitución, alertó que «esto responde a la caída de la producción y las ventas. La empresa aplica suspensiones a compañeros y esperamos que esto cambie, porque se vienen tiempos difíciles y pronto pueden llegar los despidos». La empresa ya ha reducido su plantilla de 1230 a 930 empleados propios a través de retiros voluntarios y no renovación de contratos, lo que acentúa la incertidumbre laboral. La diputada Florencia Carignano no tardó en cargar contra los gobiernos nacional y provincial, afirmando que «no les conviene que se sepa» la paralización de Acindar. «Discutan boludeces y digan que la pobreza bajó, pero está todo paralizado en este país. No hay consumo», denunció en sus redes sociales, replicada por la UOM local. Sus palabras evidencian la creciente tensión política y social ante el impacto de la crisis en el entramado productivo. Una estrategia de «producción intermitente» ante la baja demanda Esta no es la primera vez que Acindar recurre a la paralización de actividades. Meses atrás, la empresa ya había frenado la producción en cuatro de sus plantas (Villa Constitución, Rosario, San Nicolás, La Tablada y Villa Mercedes) debido a caídas en las ventas de entre 35% y 40%. En aquella ocasión, se recurrió a vacaciones y francos compensatorios atrasados para gestionar el excedente de personal. Actualmente, Acindar opera bajo un esquema de «producción intermitente», una estrategia desesperada para equilibrar la actividad con la baja demanda. Facundo Velasco, director de Relaciones Institucionales del grupo, había anticipado la necesidad de «ajustar los niveles de producción a este nuevo nivel de actividad», lo que implicaría «parar todas las instalaciones» en un futuro cercano. La parálisis actual de la planta de Villa Constitución, con su impacto en más de medio millar de trabajadores, confirma que esa «producción intermitente» se está transformando en una preocupación constante para el sector metalúrgico argentino.
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