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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 30/07/2025 18:57
"A pesar de la logística y el frío extremo, las vacas están bien alimentadas y la producción se mantiene”, asegura la tambera Glenda Hansson, cuyo establecimiento está ubicado en las cercanías de Vaca Muerta, en Neuquén (Facebook) En medio del paisaje petrolero de Vaca Muerta, donde el viento patagónico se siente con fuerza y el terreno es árido y pedregoso, Glenda Hanson lleva adelante un proyecto poco común: un tambo artesanal que produce quesos únicos. “Cuando digo que tengo un tambo acá, muchos no lo creen. Pero sí, en plena Vaca Muerta hay vacas vivas produciendo”, contó la tambera y productora en Chacra Agro Continental. La elaboración de estos quesos es completamente artesanal y lleva un proceso más largo que los industriales. Entre sus creaciones, destaca un queso con almendras maceradas en licor de amaretto y otro de chocolate que sorprendió en ferias nacionales. Con un tambo pequeño de 20 vacas, Hanson obtiene unos 100 litros de leche diarios, que cada dos días se transforman en 12 o 13 kilos de queso. “Traemos el alimento para las vacas (de raza Holando) desde La Pampa y Cinco Saltos. A pesar de la logística y el frío extremo, las vacas están bien alimentadas y la producción se mantiene”, detalló. Hansson se especializó como fromagelier en la Universidad de Entre Ríos, con el objetivo de seguir creando quesos con nuevos sabores (Revista Chacra) Fromagelier patagónica Su pasión por innovar la llevó a especializarse en la Universidad de Entre Ríos como fromagelier, con el objetivo de seguir creando nuevos sabores. A pesar de los desafíos –cortes de gas, clima hostil y un entorno dominado por hidrocarburos– Hanson sostiene su lema: “En Vaca Muerta hay vacas vivas produciendo”. Un fromagelier no solo selecciona y degusta quesos, sino que además tiene un vasto conocimiento sobre los diferentes procesos de elaboración y maduración, así como también sobre cómo maridarlos con otros alimentos y bebidas. La historia de Glenda, es la de quien pone en valor el trabajo, la innovación, la visión a largo plazo, pero también es, tal como ella misma lo sostiene, “una historia de compromiso con el desarrollo sostenible y el cuidado del medio ambiente a través de prácticas agrícolas responsables” a partir de la convicción de que el éxito empresarial puede estar en armonía con la preservación del entorno natural. Hansson asegura que la suya es una historia de compromiso con el desarrollo sostenible y el cuidado del medio ambiente, a través de prácticas agrícolas responsables” (Facebook) Glenda tiene un objetivo a largo plazo: que sus quesos puedan trascender las fronteras neuquinas, y que su emprendimiento a pequeña escala pueda crecer y le permita (cumpliendo los requerimientos vigentes) comercializarlos en otras regiones argentinas. Mientras tanto, cada madrugada, cuando el sol aún no asomó en el horizonte, se coloca prolijamente su boina y se dirige, mate en mano, directamente a los corrales para iniciar su rutina cotidiana con el ordeñe de sus vacas. “Inspiración empresarial” Hansson, propietaria del establecimiento “La Soñada”, recibió en 2024 una distinción nacional otorgada por el sector de Mujeres Empresarias de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME): “Mujer Emprendedora e Inspiración Empresarial”. El reconocimiento, destacó su aporte al sector de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) en Argentina.
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