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  • Acusada de matar a su pareja, negó todo

    Usuhahia » Diario Prensa

    Fecha: 30/07/2025 17:11

    La mujer está imputada por la muerte de José Benito Llancapani, ocurrida hace 4 años en Ushuaia. La enjuiciada está sospechada de haber simulado el suicidio de su conviviente, con quien tenía un hijo en común. La jueza María Cristina Barrionuevo, el fiscal Eduardo Urquiza y la Policía provincial, en la etapa de instrucción coincidieron en destacar “la sangre fría y la acción actoral de la victimaria” y le atribuyeron la realización de “una compleja y elaborada puesta en escena” para evitar ser descubierta como autora del crimen. Este martes 29 de julio comenzó en Ushuaia el juicio oral y público contra Catalina Raipane Paredes, una mujer de 30 años acusada de haber dado muerte a su pareja, José Benito Llancapani, el 4 de julio de 2021. La causa está caratulada como homicidio agravado, y el proceso se desarrolla ante el Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Sur. Según el requerimiento de elevación a juicio, la acusada habría golpeado a la víctima en la cabeza y luego lo habría asfixiado, simulando posteriormente una escena de suicidio con el fin de evitar ser descubierta. Durante la primera jornada del juicio, y luego de que la Fiscalía leyera la acusación formal, Raipane Paredes declaró ante los jueces. Negó haber asesinado a su pareja y aseguró que lo encontró sin vida, ahorcado en el hall de la vivienda que compartían. En su testimonio, también relató episodios de violencia de género y señaló que su pareja consumía estupefacientes, intentando enmarcar lo ocurrido en un contexto de conflictividad previa. El Tribunal dio paso luego a la etapa testimonial, que incluyó declaraciones determinantes. Se presentaron los peritos forenses del Poder Judicial, Eric Manrique, Inés Aparici y Adriana Visens, junto a un perito propuesto por la defensa. También declararon la psicóloga Marina Zamar, la trabajadora social Gabriela Ortiz y el médico Horacio Artieda, todos ellos responsables de la denominada “autopsia psicológica”. El juicio continuará con la declaración de testigos y la exposición de pruebas, en una causa que desde el inicio generó conmoción por las circunstancias en las que fue hallado el cuerpo y por el contraste entre la versión de la acusada y los elementos recolectados durante la instrucción. LOS HECHOS Cuando una comitiva de policías de la Comisaría 2da llegó el 4 de julio del año 2021, en horas del mediodía, a un departamento de la calle Puerto Español 1729, en Ushuaia, los recibió una mujer tan afligida como lógicamente puede estarlo quien acaba de descubrir que su pareja se suicidó. Eso justamente refirió Catalina Raipane Paredes a los efectivos, cuando los condujo hasta el comedor, en donde yacía sin vida José Benito Llancapani, con una soga anudada en el cuello. Desconsolada, la mujer de 26 años de edad les contó que al levantarse de la cama no vio a José junto a ella, por lo que después de llamarlo en voz alta lo buscó en otras habitaciones, encontrándolo finalmente en el hall frío, ahorcado. Luego dijo que corrió a buscar un elemento filoso con el que cortó la soga, arrastrándolo hasta el comedor en donde intentó reanimarlo sin éxito. A su dolorido relato la joven mujer agregó que la noche anterior José le había dicho que ya no quería seguir viviendo porque su familia, residente en Chile, no se contactaba con él. Luego de ser sometido el cuerpo de Llancapani a la autopsia de rigor y constatarse que efectivamente había muerto por asfixia por compresión del cuello, la Justicia autorizó que fuera entregado a su esposa, quien contrató los servicios de una funeraria local. Así el 8 de julio de 2021 se comunicó en un aviso necrológico que los restos del muchacho iban a ser trasladados después del velorio en Ushuaia a la Isla Puluqui, en la Región de los Lagos, Chile, en cuyo cementerio serían sepultados. Casi a modo de ironía, la publicación finalizaba con la expresión: “Lo despiden con todo su amor: su mujer Catalina, su hijo T., familiares y amigos, quienes lo llevarán en sus corazones con inmenso cariño”. DE SUICIDIO A HOMICIDIO Como ya ha ocurrido varias veces antes, la jueza María Cristina Barrionuevo y el fiscal Urquiza, decidieron no quedarse solo en la superficie de una investigación, en este caso la de la muerte de un hombre joven y padre de un niño pequeño. En una primera instancia los testimonios de amigos, además de las publicaciones en las redes sociales de la víctima, no permitían inferir que se estaba ante una personalidad depresiva. Tampoco nadie de su entorno mencionó que en algún momento José hubiera hecho algún comentario que los alertara al respecto. En cambio, se adjuntaron a la causa los dichos de vecinos que refirieron que la noche anterior al hallazgo del cuerpo de Llancapani, escucharon a la pareja discutir fuertemente. Fueron los exámenes periciales los que terminaron por desbaratar la versión de la joven, que seguía mostrándose acongojada e inconsolable ante la pérdida del padre de su hijo de 4 años. Según se puede leer en el expediente, la autopsia no solo refirió que la muerte sobrevino “por asfixia mecánica por compresión externa por ahorcadura”, conteste con un acto suicida, sino que también se logró descubrir en el cráneo del muchacho, el impacto de un fuerte golpe impreso con un elemento contundente, capaz de provocar un estado de sopor, semi consciencia y vulnerabilidad. Para los investigadores José estaba sentado en un sillón cuando fue atacado por la espalda, sorpresivamente, por Catalina, con un palo de escobillón. Precisamente el cabo de madera fue analizado en un laboratorio de genética de Buenos Aires, confirmándose restos de ADN de la víctima y también de su victimaria. A partir de allí, y con su capacidad de defensa disminuída, la Justicia cree que la mujer le enrolló una soga a su pareja en el cuello y comenzó a traccionar, hasta ahorcarlo. Una vez que se cercioró de que José estaba muerto, dio aviso a la Policía, varias horas después. De esta manera, concluía una investigación que permitía determinar que el muchacho no se había ahorcado sino que lo había hecho su propia esposa. PROCESADA Y PRESA La titular del Juzgado de Instrucción Nro. 1, María Cristina Barrionuevo, dictó el procesamiento de Catalina Raipane Paredes por el delito de “homicidio agravado por el vínculo”, le denegó cualquier posibilidad de que esperara en libertad el juicio oral y público al que será sometida y la embargó por un millón de pesos. La magistrada fundamentó en el procesamiento que la mujer intentó confundir y despistar a la Justicia, tratando en todo momento de derivar la atención hacia la comisión de un suicidio. El fiscal mayor Eduardo Urquiza, por su parte, sostuvo en sus escritos que “durante el proceso se ha develado detrás de la muerte violenta de José Llancapani toda una compleja y elaborada puesta en escena material y actoral ejecutada por la imputada que tuvo por objeto simular un suicidio que indica claramente su voluntad de no someterse a la persecución penal e imposibilitar la investigación policial y por ende obstaculizar la administración de Justicia”. Para la audiencia de debate está prevista la convocatoria de 37 testigos. El Tribunal de Juicio está integrado por los jueces Alejandro Pagano Zavalía, Maximiliano García Arpón y Rodolfo Bembihy Videla; en tanto, el Ministerio Público Fiscal lo representan la fiscal especializada en violencia de género, Guadalupe Martire y Nicolás Arias. La defensa de la imputada la ejercen el defensor ante el Superior Tribunal de Justicia, Jesús Gonzalez Saber y la defensora pública María Eugenia Díaz.

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