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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 28/07/2025 10:51
La psicología y la filosofía han definido la vida plena a partir de la felicidad y el significado, pero una nueva investigación propone la riqueza psicológica como tercer camino (Imagen Ilustrativa Infobae) Durante siglos, la psicología y la filosofía han definido la idea de una vida plena a partir de dos grandes enfoques: la felicidad, asociada al placer y las emociones positivas, y el significado, vinculado al propósito y la realización personal. Pero una nueva investigación propone un tercer camino que desafía esta dicotomía: una vida caracterizada por la riqueza psicológica, basada en la curiosidad, el cambio de perspectiva y el desafío intelectual. Un nuevo enfoque sobre el bienestar humano La propuesta fue desarrollada por la psicóloga Erin Westgate, de la Universidad de Florida, en colaboración con el investigador Shigehiro Oishi, de la Universidad de Chicago. En un artículo reciente publicado en la revista científica Trends in Cognitive Sciences, ambos autores introducen la idea de que una vida buena no siempre tiene que ser placentera ni necesariamente significativa. En cambio, puede ser rica en experiencias que, aunque incómodas o difíciles, amplían la forma en que una persona comprende el mundo. “Esta idea surgió de la pregunta: ¿Por qué algunas personas se sienten insatisfechas incluso cuando tienen vidas felices y plenas?”, explicó la psicóloga. “Descubrimos que lo que faltaba era riqueza psicológica: experiencias que te desafíen, te cambien la perspectiva y satisfagan tu curiosidad”. La riqueza psicológica se basa en la curiosidad, el cambio de perspectiva y el desafío intelectual, según un estudio de la Universidad de Florida y la Universidad de Chicago (Imagen Ilustrativa Infobae) El estudio argumenta que hay quienes priorizan la variedad, la novedad y los estímulos intelectuales, incluso cuando estas experiencias no resultan placenteras o no tienen un propósito inmediato. Esa elección, aseguran, responde a una dimensión subjetiva del bienestar que hasta ahora había sido poco explorada. Más allá del placer y el propósito La vida psicológicamente rica, según los investigadores, se define como aquella “llena de experiencias diversas que cambian la perspectiva”, tanto externas —como viajar, enfrentar nuevos desafíos o atravesar eventos inesperados— como internas, por ejemplo, al leer una novela profunda o escuchar una canción conmovedora. “No tiene por qué tratarse de acontecimientos dramáticos, pero puede cambiar tu forma de ver el mundo”, añadió Westgate. El nuevo enfoque sostiene que una vida buena no siempre es placentera ni significativa, sino rica en experiencias que amplían la comprensión del mundo (Imagen Ilustrativa Infobae) En ese sentido, algunas experiencias que a primera vista pueden parecer incómodas o neutras emocionalmente, como vivir una mudanza repentina o atravesar una tormenta natural, también pueden aportar riqueza psicológica. “La universidad es un buen ejemplo. No siempre es divertida, y puede que no siempre sientas un profundo significado, pero cambia tu forma de pensar”, señaló. “Lo mismo ocurre con experiencias como vivir un huracán. No la llamarías feliz ni significativa, pero te transforma la perspectiva”. El impacto emocional El equipo de investigación en la Universidad de Florida ha estado observando cómo reaccionan las personas ante eventos disruptivos como los huracanes, recopilando datos sobre las emociones y respuestas de los estudiantes antes, durante y después de las tormentas. Los resultados muestran que, si bien muchos no disfrutaron de la experiencia, la percibieron como transformadora. El concepto de vida psicológicamente rica incluye experiencias diversas, tanto externas como internas, que transforman la perspectiva personal (Imagen Ilustrativa Infobae) “Muchas personas han percibido estas experiencias desafiantes como psicológicamente enriquecedoras, alterando su visión del mundo, incluso si no las disfrutaban”, concluye el informe. Este tipo de riqueza se diferencia tanto del bienestar hedónico, centrado en sentirse bien, como del eudaimónico, centrado en hacer el bien. “Mientras que la felicidad se centra en sentirse bien y el significado en hacer el bien, la riqueza consiste en reflexionar profundamente y ver el mundo de otra manera”, puntualizó Westgate. “En psicología y filosofía, desde la época de Aristóteles, se ha priorizado el bienestar hedónico frente al eudaimónico: la felicidad frente al significado”, explicó Westgate. “Lo que estamos diciendo es que existe otro camino igual de importante. Y para algunas personas, es el que más valoran”. Eventos desafiantes, como mudanzas o tormentas, pueden aportar riqueza psicológica aunque no sean placenteros ni tengan un propósito inmediato (Imagen Ilustrativa Infobae) El estudio también advierte que optar por este tercer enfoque no está exento de dificultades. Las experiencias psicológicamente enriquecedoras suelen implicar un costo: pueden ser confusas, emocionalmente intensas o difíciles de procesar. “Las experiencias interesantes no siempre son placenteras”, afirmó la psicóloga. “Pero son las que nos ayudan a crecer y a ver el mundo de nuevas maneras”. El trabajo de los investigadores busca expandir los marcos actuales con los que se entiende el bienestar psicológico. Más allá de los modelos tradicionales, proponen que es necesario contemplar la diversidad de formas en que las personas construyen una vida plena. La riqueza psicológica se diferencia del bienestar hedónico y eudaimónico, al centrarse en la reflexión profunda y el cambio de visión (Imagen ilustrativa Infobae) “No decimos que la felicidad y el significado no sean importantes. Lo son. Pero también decimos que no olvidemos la riqueza”, sostuvo Westgate. La investigación deja abierta la posibilidad de repensar cómo se evalúan los indicadores de bienestar a nivel personal, educativo y social. Para muchas personas, lo que les permite vivir bien no es solamente disfrutar o cumplir objetivos, sino crecer a través del cambio.
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