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  • El principio del fin: La reducción de las actividades económicas y comerciales en Puerto Ruiz (1943-1952)

    Gualeguay » Debate Pregon

    Fecha: 28/07/2025 07:51

    La investigación de María Agustina Castaño, desarrollada en el Instituto Dr. Luis Federico Leloir, nos ofrece una mirada profunda sobre cómo un próspero puerto entrerriano experimentó un declive irreversible entre 1943 y 1952, transformándose de un centro comercial vital en "una pequeña localidad que ha quedado varada en el tiempo donde reina la tranquilidad, la paz y la cordialidad de los habitantes". Este resumen fue hecho por El Debate Pregón y cualquier imprecisión corre por cuenta nuestra. Podés leer el ensayo completo haciendo click ACÁ. El esplendor inicial Los orígenes de Puerto Ruiz se remontan a necesidades estratégicas fundamentales del siglo XVIII. Como explica Castaño, "la creación de Puerto Ruiz partió de tres necesidades: la primera era conseguir un mayor control y seguridad, debido que esta zona era de montes y esteros usados comúnmente por los matreros y fugitivos de la justicia; la segunda, que era una extensa región aislada, difícil de vigilar ante las presiones brasileñas; la tercera, era mejorar el alcance y traslado de las mercaderías producidas en la región". El puerto experimentó un crecimiento extraordinario desde sus primeras actividades económicas hacia 1770, hasta convertirse en 1854 en "puerto de segunda categoría en el Registro Nacional, quinto importador y segundo exportador de frutas de la Argentina". Este progreso se sustentaba principalmente en los saladeros, que "eran los medios utilizados para industrializar la carne y se terminaron convirtiendo en la principal actividad productiva del Puerto, destacándose la fabricación de cueros salados y carnes saladas, objetos de fuerte demanda nacional e internacional". Entre los saladeros más importantes se encontraba el de Don Martín Laurencena, "con exportaciones de carne a La Habana y Brasil, de ceniza y hueso a Inglaterra", así como el San Bernardo y La Adelina de Roberto Von Wernich, donde "se logró grandes avances tecnológicos, les permitió trabajar a los obreros con el extracto de carne y lenguas enlatadas". Estos establecimientos no solo generaban productos de exportación, sino que constituían "la mayor fuente de empleo para los habitantes del pueblo". Contexto nacional: crisis y transformación (1943-1952) Para comprender el declive de Puerto Ruiz, resulta fundamental analizar el contexto nacional del período estudiado. La investigación de Castaño revela que "ocurrida la revolución de 1943, la crisis económica se hizo más latente, ante la falta de comercio con Europa Occidental; sumado a una constante presión interna por parte de dos facciones, los liberales que querían una conciliación con EEUU, aceptando la ruptura diplomática con el eje; y los nacionalistas, con una mirada opuesta". Durante este período se observó "una caída de la producción y comercialización de los cereales, y los precios agrícolas", mientras que "en el país se constituían múltiples industrias pesadas, donde la fabricación de armamento era prioridad (productos que no eran producidos en las zonas cercanas a Puerto Ruiz)". Esta reorientación industrial hacia sectores que no beneficiaban al puerto entrerriano marcó el inicio de su marginalización económica. La primera presidencia peronista intensificó estos cambios estructurales. El primer plan quinquenal buscaba "prever las necesidades de materia prima de origen nacional, como combustibles, energía eléctrica, maquinarias y transporte. El objetivo era diversificar la producción, crear fuentes de energía, vías de comunicación, medios de transporte y aumentar los mercados consumidores". Sin embargo, como observa Castaño, "esto nos permite comprender, que Puerto Ruiz no fue una zona prioritaria para el cumplimiento de dichos intereses". Modernización naval y competencia portuaria Un factor crucial en el declive de Puerto Ruiz fue la modernización del sistema portuario nacional. Durante el período peronista se produjo "la formación de la base de la marina mercante de ultramar, sumado a la renovación de la flota de buques tanque, además se compraron dieciocho barcos al extranjero y se construyó uno nacional, el Figueroa Alcorta". Esta modernización implicó que "se obtuvieron navíos más grandes, más veloces, con más capacidad de almacenamiento; para los que Puerto Ruiz no daba abasto, ya que había un temor constante en quedar varados, lo que llevaba a que no ingresaran en el lugar, y se trasladaran a otros Puertos con más óptimas instalaciones y profundidad en el agua". La creación de "la Administración General de Aduanas y Puertos de la Nación; la cual tenía la facultad de intervenir en todas las esferas del orden portuario", junto con el incremento de "la capacidad refrigerada de sus barcos, a causa del predominio de exportaciones como las de carne, manteca, huevos y quesos (siendo un problema para los saladeros)", consolidó la desventaja competitiva de Puerto Ruiz. El contexto provincial y la competencia de Ibicuy A nivel provincial, Entre Ríos experimentó importantes transformaciones durante los gobiernos interventores y posteriormente democráticos. Se promovió "el fomento de las actividades ganaderas, las agrícolas, la olivicultura y la industria lechera", mientras que "las principales actividades económicas estaban en las empresas lácteas, molineras, aceiteras, en los frigoríficos y las madereras". Paralelamente, Ibicuy emergía como competidor directo y más eficiente. Mientras Puerto Ruiz declinaba, "Ibicuy se terminaba de concretar como ciudad e iniciaba avances claves en infraestructura portuaria e instrumentos que, sumado a su cercanía con Buenos Aires le dio mayor centralidad, siendo una competencia muy fuerte para Puerto Ruiz, que se encontraba en total desventaja ante estos nuevos barcos más rápidos y que ofrecían mayor seguridad". Factores del declive El proceso de declive de Puerto Ruiz no obedeció a una causa única, sino a la convergencia de múltiples factores. "Primeramente el cierre de los saladeros, ante el auge de los frigoríficos y sus mejores capacidades de conservación de la carne, provocó que llegaran cada vez menos navíos entre 1925 y 1930, ya que tampoco existían los medios adecuados, ni el capital suficiente para invertir en estos, para trasladar desde las industrias a los barcos que esperaban zarpar". Las crisis climáticas agravaron la situación: "Para 1949 azotó una sequía que perjudicó aún más a la producción agraria, entre 1946 a 1948 la agricultura era sumamente desfavorable". Además, "desde 1945 se vivió una crisis en la región que provocó una disminución de la actividad portuaria; como el traslado de las reservas de yerba misionera de Puerto Ruiz a Paraná". Las limitaciones de infraestructura se volvieron críticas: en el último período analizado, "no podían ingresar navíos de más de 5 o 6 pies" de calado. A pesar de que "la población reclamaba la toma de medidas urgentes, principalmente aumentar el calado del río", las autoridades solo ofrecieron "falsas promesas". Esta negligencia, combinada con "la falta de promoción industrial, terminaron ocasionando un vacío en Puerto Ruiz, dejando unas pocas familias viviendo, dedicadas a la pesca y derivados". Fin de una era Para 1951, según las fuentes periodísticas consultadas por Castaño, "la actividad en Puerto Ruiz quedó totalmente paralizada", mientras que "la población no dejaba de pedir ayuda para devolver el movimiento humano, económico y comercial al Puerto; pero solo lograban pequeñas reparaciones de infraestructura en el muelle; por lo que dejaron de insistir". El contraste con Ibicuy era dramático: "en Puerto de Ibicuy se recibían grandes contingentes de mercadería, sobre todo cereales, para lo que se invirtió en herramientas y maquinarias, con el objetivo de optimizar la carga y descarga; lógicamente esto requirió mano de obra, por lo que en estos años en Ibicuy se registra un aumento de población". Los sobrevivientes: una comunidad resiliente El impacto del declive económico transformó radicalmente la estructura social de Puerto Ruiz. Como describe Castaño, "este decrecimiento económico y comercial impactó a grandes niveles a Puerto Ruiz, la población, la producción, el comercio y el empleo se redujeron, llevándolo a su situación actual, una pequeña localidad que lucha por sobrevivir". Los habitantes actuales "viven de la pesca y actividades relacionadas, o en menor medida de a la construcción, por ejemplo de canoas, la agricultura o la cría de animales destinados al autoconsumo". La estructura social se caracteriza por ser "tradicionalista, donde el hombre es la cabeza de la familia, quien toma las decisiones y sale a trabajar, mientras que la mujer se dedica a la crianza de los niños". A pesar de los desafíos, "la comunidad ha logrado algunas mejoras en infraestructura, como la construcción de una nueva escuela, el asfaltado de carreteras, la sala de primeros auxilios y proyectos de embellecimiento. También se ha intentado fomentar el turismo mediante eventos deportivos y culturales". Reflexiones finales: lecciones de una transformación La investigación de Castaño concluye que "fueron múltiples las causas que llevaron a la reducción económica y comercial de Puerto Ruiz", destacando la falta de dragado del río, el fin de los saladeros, las crisis climáticas, el cambio de actividades productivas provinciales, las nuevas demandas nacionales, y la búsqueda de sitios con mejores capacidades de infraestructura. El caso de Puerto Ruiz ilustra vívidamente cómo los cambios en los modelos económicos nacionales pueden impactar profundamente a las comunidades locales. Como señala la autora, "el fin del proceso del modelo agroexportador y el desarrollo del modelo de sustitución de importaciones es el que acaba con la actividad económica y comercial de Puerto Ruiz". Finalmente, Puerto Ruiz "solo se mantiene como un vago recuerdo y anhelo de los actuales habitantes, cuyas ruinas de las viejas instituciones aún son visibles, las cuales se conservaban en un mal estado, siendo un claro ejemplo de un pasado que ya no volverá". Esta transformación representa no solo la historia particular de un puerto entrerriano, sino también un testimonio de los profundos cambios estructurales que experimentó la Argentina en la primera mitad del siglo XX.

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